Comisión especial otorga la libertad a 147 reclusos
justicia. Condenados de toda la región debieron cumplir una serie de exigencias para optar al beneficio.
La Comisión de Libertad Condicional, encabezada por la presidenta de la Corte de Apelaciones de Antofagasta, Myriam Urbina, e integrada además por los jueces del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, Jaime Medina y Mauricio Pontino.
Además de los jueces del Juzgado de Garantía, Marco Rojas y María José Saavedra, y el secretario subrogante del tribunal de alzada, Cristian Pérez, sesionó el pasado martes 28 de abril, oportunidad en que fueron revisados los antecedentes de los condenados que postulan al beneficio de libertad condicional del primer semestre de 2015.
Concurrieron, además, a la sesión nueve oficiales de Gendarmería, quienes aportaron información referente a los postulantes, de acuerdo a lo requerido por los miembros de la comisión.
requisitos
Tras interiorizarse de los antecedentes, la comisión decidió conceder el beneficio a 147 condenados que cumplían con los requisitos que estipula la ley para optar a la libertad condicional.
Los requisitos son: haber cumplido la mitad de la condena que se le impuso por sentencia definitiva. Si hubiere obtenido, por gracia, alguna rebaja o se le hubiere fijado otra pena, se considerará ésta como condena definitiva.
Conducta intachable en el recinto penal en que cumple condena, según el Libro de Vida de cada recluso del que se tiene registro.
Aprender de manera optima un oficio, en el que caso de que existieran talleres donde cumple su condena.
Asistencia a la escuela del respectivo recinto carcelario y a las conferencias educativas que se dicten entendiéndose que no reúne este requisito el que no sepa leer y escribir.
Asimismo, los condenados en libertad condicional no podrán salir del lugar que se les fije como residencia, sin autorización del presidente de la Comisión de Libertad Condicional.
Estarán obligados a asistir con regularidad a una escuela nocturna y a trabajar en los talleres penitenciarios, mientras no posean un contrato de trabajo, además de presentarse a una unidad policial una vez a la semana, con un certificado del jefe del taller donde trabajen y con otro del director de la escuela nocturna donde concurran, en que conste que han asistido con regularidad y han observado buena conducta.
Los condenados en libertad condicional que hayan cumplido la mitad de sus penas con una muy buena conducta, según se desprenda del Libro de Vida que se le lleva a cada uno en la policía, tendrán derecho a que, por medio de una resolución de la respectiva Comisión, se les conceda la libertad completa.