"No estamos hablando de un quirófano o de un lugar aislado absolutamente de su medio". Así respondió Antofagasta Terminal Internacional (ATI) a uno de los cargos que la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) formuló en su contra el 6 de marzo.

En aquella fecha la SMA notificó a ATI el inicio de un proceso sancionatorio tras haber detectado distintas fallas en sus instalaciones, entre ellas, la salida de polvo fugitivo desde la bodega de un barco que realizaba carga de concentrado de zinc en el momento exacto de las fiscalizaciones, argumento que sirvió de base para la posterior medida provisional de suspensión recientemente levantada.

La respuesta de la concesionaria del Frente de Atraque 2 fue presentada el 10 de abril y publicada ayer por la SMA en su página de internet.

FUGAS

Allí, ATI refuta cada uno de los cargos que recibió (cinco en total) y que hoy la tienen bajo amenaza de sanciones.

Respecto a la fuga de material desde la bodega del barco la empresa indica que "en caso alguno aquello puede ser calificado de infracción, ni de impacto ambiental no previsto. Ello, dado que jamás las RCA (Resolución de Calificación Ambiental) que dirigen el actuar de ATI señalan que no existirá ninguna emisión de polvo fugitivo".

Y complementa que "estamos hablando de un puerto en el cual se realizan operaciones de carga y descarga de mercancías a granel o en contenedores o fraccionada (...) no de un quirófano o de un lugar aislado absolutamente de su medio".

Además de la fuga de material desde el barco, la superintendencia notificó a ATI cargos por la salida de polvo fugitivo desde el portón del TEGM y por la ausencia de espacios segregados para distintos minerales en el mismo galpón, entre otras falencias.

En sus descargos ATI también apunta a que los cargos de la superintendencia corresponden a "desviaciones" ya cubiertas por un plan de cumplimiento aprobado por el mismo organismo en marzo, el cual tiene plazos de implementación vigentes.

15%

bajó la carga movilizada por ATI el año pasado debido a marejadas y dos huelgas de trabajadores.

En medio de la incertidumbre que provoca la orden de cierre que pesa sobre el basural La Chimba, la Municipalidad de Antofagasta finalmente concretó la adjudicación del nuevo relleno sanitario de la ciudad a la empresa Santa Marta.

El decreto que oficializa a la compañía como encargada del diseño, construcción y operación del centro de tratamiento fue firmado al mediodía de ayer por la alcaldesa Karen Rojo y en las próximas horas será subido al portal de compras públicas y notificado a la empresa vencedora.

Con la adjudicación del contrato se pone fin a un largo proceso de búsqueda que no estuvo exento de dificultades.

No hay que olvidar que la primera licitación de Chaqueta Blanca se anuló, la segunda fue declarada sin ganadores y recién en el tercer concurso se logró una adjudicación.

CONTRALORÍA

Lo singular del tema es que finalmente la alcaldesa Karen Rojo no invocó la facultad especial que le permite adjudicar una concesión sin el visto bueno del Concejo Municipal.

La propia edil había anunciado el uso de esta herramienta (artículo 82 de la Ley de Municipalidades) luego que en dos ocasiones el Concejo no otorgara los siete votos que requería para aprobar el vínculo con Santa Marta.

En definitiva el municipio optó por apelar a jurisprudencia de Contraloría que establece que cuando se trata de concesiones de residuos sólidos domiciliarios, basta con el apoyo de una mayoría simple.

Bajo este argumento, tanto en la votación del 18 de febrero (5 a favor y 3 abstenciones) como en la del 5 de marzo (6 a favor, 4 en contra y 1 abstención) habría existido la mayoría requerida para entender aprobada la propuesta de la edil.

Mauricio Peldoza, abogado asesor de Alcaldía, explicó que este antecedente fue descubierto recientemente y que, hecha la revisión legal respectiva, se concluyó que era aplicable al caso de Chaqueta Blanca.

"Esto (la posibilidad de adjudicar con mayoría simple) se lo aclara Contraloría a una empresa que participó en una licitación en Los Lagos y a la Municipalidad de San Ramón, en ambos casos el año 2012", argumentó.

CONTRATO

Luego de la publicación del decreto en internet, Santa Marta será convocada al municipio para la entrega de los documentos necesarios, entre ellos, las boletas de garantía.

A continuación vendrá la firma del contrato y con ello el inicio de la cuenta regresiva para el desarrollo de las obras.

Santa Marta ofertó un plazo de 100 días para desarrollar el diseño del proyecto y 136 para la construcción del relleno sanitario y todas sus instalaciones anexas, lo que da un total de 236 días.

Entre ambas etapas, sin embargo, existe un periodo que no se contabiliza y que corresponde a "tiempos muertos" donde se consiguen los permisos ambientales y sectoriales.

Aunque la empresa acompañó a su oferta una carta donde se compromete a tener operativo el relleno, a todo evento, en un máximo 290 días corridos, en el municipio explicaron que tal promesa no fue evaluada y, por tanto, no es exigible.

LA CHIMBA

La alcaldesa Karen Rojo dijo que la adjudicación del proyecto a Santa Marta significa que las metas de su administración "se están cumpliendo".

Rojo también reiteró que si bien el cierre de La Chimba es una urgencia, lo óptimo es hacerlo cuando Chaqueta Blanca entre en operaciones y no de manera "apresurada", como exige la Seremi de Salud, que dio seis meses de plazo.

"Tenemos que ser realistas, no podemos cerrar en seis meses, hay una carta Gantt que cumplir", manifestó.

Sobre el tema, el abogado Mauricio Peldoza explicó que el municipio evalúa vías legales para oponerse a la orden de cierre, pero también las características técnicas de las alternativas de depósito temporal disponibles en la zona en el evento que la instrucción de Salud quede a firme.