Antofagastino revive la historia del movimiento scout en Chile
Bien peinado, se arregla su corbata azul con pintas blancas para la fotografía. Dice en tono golpeado que es profesor normalista, y lo reitera para que quede bien claro. Un colegio de la ciudad lleva el nombre de su madre (Lidia Moreno), también profesora, y a quien Andrés Sabella le dedicó un poema.
A pesar que hace 40 años no vive en la ciudad, el docente Enrique López Moreno atesora aún el recuerdo cuando era scout y veía guanacos, zorros y una gran vegetación en la Quebrada La Chimba. Hoy, casi nada queda de eso.
Su venida a Antofagasta tiene un solo objetivo como presidente de la Asociación de Docentes Masones de Chile: difundir el Museo Scout (en el Instituto Nacional de Santiago) y la labor de esta agrupación, que fue señera en dar importancia a la ecología, el reciclaje y una manera de ver la vida de manera diferente.
También anda acompañado de una serie de pequeños libros que testimonian los diferentes hitos del scoutismo en Chile y algunos de sus principales impulsores, a fin que el movimiento recobre esa fuerza que perdió en el tiempo.
Orígenes
¿Cómo nació el movimiento scout en Chile?
-El movimiento scout es muy importante desde que se crea en 1907 (su fundador es Robert Baden-Powell) en los leprosarios de África y que dos años más tarde llega a Chile. Su trascendencia es la inclusividad, un concepto plenamente vigente en nuestros días. Más tarde, el Presidente Pedro Aguirre Cerda promovió el scoutismo con fuerza en el país, porque está enlazado a una mejor educación.
¿Y cuál es la esencia de este movimiento?
-Es un juego socio-pedagógico que involucra a niños desde 6 años hasta cuando alcanzan su edad adulta y éste sigue siendo scout, desde el tema de los cordeles hasta armar una carpa. Uno nunca deja de serlo, incluso hasta hay scouts solitarios, como es el caso de jóvenes esquizofrénicos.
¿Cuántos scouts existen actualmente en el país?
-En estos momentos no podría decirle porque la cifra ha disminuido mucho, pero Chile tuvo una de las poblaciones más numerosas a nivel mundial, la segunda para ser más preciso. Cuando hace décadas vino el príncipe de Gales, desfilaron más de 10 mil scouts en los alrededores de La Moneda. Ellos estaban presentes en los más variados asuntos, incluso en los rescates y hay fotos históricas de ello, por ejemplo, en Chuquicamata.
¿Cómo se explica esta disminución?
-Los docentes, que eran los grandes impulsores, no tuvieron apoyo y el movimiento fue perdiendo fuerza con el paso del tiempo. Nosotros teníamos scouts marinos, aéreos, incluso el padre de la Presidenta Bachelet (Alberto) fundó esta última en Antofagasta. Esto es extensivo a otras ciudades de la región. Esto siempre involucró a las mujeres, ahí fuimos pioneros.
La chimba
¿Cuál ha sido la evolución del scoutismo en la ciudad?
-La verdad es que ahora no puedo decir mucho. Hay que devolver este impulso, cualquiera sea su asociatividad (escuelas, laicos, religiosos). Cuando yo era scout, nuestro refugio estaba en la quebrada La Chimba, ahora da pena porque ahí se perdió casi todo lo que había. Nosotros cuidamos todo ese bello lugar.
¿Y qué piensa al ver este nuevo escenario en La Chimba?
-Me da una enorme tristeza, de ver eso tan bonito en mi niñez y juventud que ahora no está, que fue destruido. Es lamentable.
Museo
Uno de los objetivos de este docente es que la gente conozca el Museo Histórico Scout, un esfuerzo del cual es creador y que apunta a recuperar la fuerza perdida por este movimiento.
¿Cómo nació la idea del museo?
-El museo nació como una necesidad de juntar todo este caudal de material repartido por todo el país. Tenemos un salón en el quinto piso de la sede del Instituto Nacional. Pero la gracia de este museo es que es itinerante, lo queremos tener en permanente movimiento y así pensamos venir a Antofagasta. El objetivo es que el scout recuerde su pasado con estos objetos.
¿Cuándo visitará Antofagasta?
-La idea es traerlo el próximo año, estamos viendo algunas alternativas, pero esperamos que sea en la Universidad de Antofagasta.
¿Y cómo recolectan toda la literatura que hay en torno a este voluntariado?
-Todo esto lo hacemos a pulso, pidiendo ayuda entre nosotros y los talleres filosóficos, además de quienes han sido scouts. Son pequeños libros contando historias.
Con los avances y la tecnología, ¿cuál es el actual escenario del movimiento en Chile y a nivel mundial?
-A pesar de todo eso, lo hace aún más inclusivo.
¿Pero algo más debe afectar en la baja de scouts?
-Sabe, el gran problema que tenemos actualmente está en la falta de voluntarios. La gente no tiene tiempo, antes nosotros nos íbamos a la Quebrada La Chimba todo el fin de semana, ahora eso no se puede. Hay que incentivar este hermoso movimiento que tiene por fin servir a los demás, desde diferentes sectores. Si hubiesen más voluntarios, tenga por seguro que no habría tanta droga, alcoholismo y delincuencia en los jóvenes.
En estos tiempos que se habla de cambio climático, ¿cobra más vigencia el movimiento scout?
-Hacemos mucho reciclaje y siempre hemos tenido un compromiso con el medio ambiente. Tratamos que siempre donde vamos, todo quede limpio y ordenado. Los ecologistas tomaron mucho de nuestros principios y esto está más vigente que nunca.
Si los niños asumieran el compromiso de los scouts, habría una mejor disposición para vivir. Hemos venido al mundo a ser felices, y no llevarnos las cosas materiales cuando nos morimos. Cuando nos vamos de este mundo, no nos llevamos ni los zapatos, de ahí la importancia de contribuir a crear una mejor sociedad.
"Si hubiesen más voluntarios (scouts), no habría tanta droga, alcoholismo y delincuencia en los jóvenes" "Los docentes, que eran los grandes impulsores, no tuvieron apoyo y el movimiento fue perdiendo fuerza con los años"."