Antofagasta
Fui a ver el Punto Limpio de la plaza Nicolás Tirado (a llevar material para ser reciclado), y mi decepción fue total, al ver que ese Punto Limpio era una versión muy pobre de los que he visto en otras ciudades (no reciben botellas de vidrio, latas de conservas, etc.). Falta mucho para llegar a tener una cultura proreciclaje.
Me gustó como quedó el paseo de calle Matta, entre Sucre y Maipú. Ojalá la Plaza Sotomayor llegue a ser un verdadero espacio público, una vez que terminen sus obras. Si invitaran a Federico Sánchez de CityTour (programa de C13), probablemente coincidiría conmigo que el centro es una monstruosidad en materia de construcciones hechas. Edificios de varios pisos al lado de casas. Todo muy desordenado. Pareciera que no hubiera un plan regulador que procure cuidar una identidad arquitectónica. Falta de áreas verdes.
Las ciclovías me parecen una excelente idea, pero pareciera que fueron implementadas de forma improvisada o acelerada. En fin, no es mi afán hacer una crítica desmesurada a mi querida Antofagasta, pero creo que la baja en el índice de calidad de vida urbana, está más que justificada.
Inversiones del PS
Prevención
Chañaral, levantándose por evento anterior sin haberse adoptado medidas preventivas a futuro; embalse Recoleta colapsó; tiempo atrás, en Providencia, una inundación a la que hoy aún se encuentran deudas impagas prometidas a locales dañados; Puente Cau Cau, monumento a la incompetencia y visto internacionalmente como tal; y justicia, donde hechos reales quedan impunes por falta de pruebas.
Sin embargo, el eslogan que sirve transversalmente es: "Dejar que las instituciones funcionen".
Aprendamos la lección de nuestros errores y asumamos que debemos luchar y esforzarnos por un Chile mejor, con capacidades y competencias adecuadas y sin demagogías políticas y populistas.
"Destapando ollas"
Son tantos los casos que es imposible meterlos debajo de la alfombra, tampoco "un borrón y cuenta nueva" es aceptable, lo único que corresponde es seguir hasta el fondo, todo se debe saber, caiga quien caiga, hasta encontrar "La madre de todas las ollas destapadas", "los enfermos de frescos que pululan por Chile deben ser castigados, sin excepción". Bien vale ponerse de una vez rojo y no varias veces rosados.
Becas Junaeb
Volver a Antofagasta después de mucho tiempo ha sido de dulce y agraz. Había leído acerca del primer Punto Limpio instalado en la ciudad, pensando que se iba a adoptar una cultura prorreciclaje. Quería ver finalizadas muchas obras que estaban en construcción cuando me fui.
Jaime Chambe
El honorable diputado y presidente de la Cámara de Diputados, Fidel Espinoza, instó a la directiva del Partido Socialista a pedir disculpas públicas por el tema de sus inversiones patrimoniales, antes que pedir disculpas que ha nadie le interesan, le sugiero que los inste a pagar impuestos sobre las ganancias obtenidas, eso se agradecería más.
Luis Toledo Valdés
Desde un tiempo a la fecha y como buenos chilenos, nuestra templanza y resiliencia debemos ponerla en práctica ante la naturaleza.
René A. Zapata Valiente
Todos los días se siguen "destapando ollas" en nuestro Chile, en rigor van quedando pocas instituciones que gozaban del respeto y admiración de la ciudadanía que hoy se mantengan libres de la corrupción, colusión, nepotismos, jubilazos, perdonazos, arreglazos, manotazos a la caja, abusos sexuales de menores, uso y abusos de información privilegiada y otros.
Luis Enrique Soler Milla
Recientemente el jefe del Departamento de Alimentación Estudiantil de la Junaeb, José Ortúzar, declaró que el 13% de las becas a los estudiantes beneficiados de su organismo se gasta en cadenas de comida rápida y que más del 50% en supermercados.
Con todo, el senador Guido Girardi (PPD) se ha manifestado en un tono controlador y autoritario, en contra de la actual regulación, siendo proclive a que los estudiantes sólo puedan gastar los recursos en comida saludable. Quisiera recordarle al senador que los estudiantes son los beneficiados y propietarios exclusivos de los recursos asignados a ellos, por lo que éstos son libres de destinarlos a los productos que estimen más convenientes. El Estado no puede ni debe entrometerse en lo que comen las personas. No necesitamos un Estado iluminado por una superioridad moral para decirnos qué comer y qué no, sino uno que respete nuestras decisiones libres y soberanas.
José Luis Cofré Trevia