Correo
EII
Imagínese vivir con una enfermedad que no se ve, pero que duele todos los días. El 19 de mayo se conmemoró el Día Mundial de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII), un conjunto de patologías crónicas que en Chile afecta a cerca de 20.000 personas. De ellas, unas 3.000 acceden hoy a terapias biológicas, gracias a la Ley Ricarte Soto, sin embargo, existe aún un porcentaje de pacientes que necesita de tratamientos que no están cubiertos y podrían mejorar significativamente su calidad de vida.
Lo anterior, porque un porcentaje importante de quienes reciben tratamiento no responden adecuadamente a las terapias tradicionales, lo que se traduce en hospitalizaciones recurrentes, un deterioro emocional y una carga creciente sobre el sistema de salud. Esta falta de respuesta también afecta profundamente la vida de las personas, al impactar negativamente el cuerpo, las emociones y la calidad de vida en general, comprometiendo tanto el bienestar físico como el equilibrio emocional.
Las Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII) no dan tregua: suelen aparecer en la adolescencia y acompañar a los pacientes durante gran parte de su vida. Ampliar el acceso a tratamientos ya no es solo una decisión sanitaria, sino un acto de empatía. Por eso, actualizar el decreto de la Ley Ricarte Soto se vuelve una necesidad ineludible. Solo así será posible incorporar nuevas terapias disponibles y científicamente validadas a nivel internacional para mejorar la efectividad de los tratamientos y, sobre todo, ampliar el acceso para los miles de pacientes que hoy siguen esperando una respuesta.
Karen Tapia Mellado Directora Agrupación Crohn Colitis Ulcerosa
Licencia para vacacionar
El sistema de licencias médicas en Chile se ha convertido en el símbolo perfecto de una cultura que premia la flojera, el abuso y la mediocridad. En el sector público, funcionarios con sueldos impensados para el mundo privado - por falta de estudios, competencias o experiencia - abusan sin pudor de beneficios que solo existen en ese ámbito.
Licencias por estrés después de vacaciones, ausencias prolongadas sin control, y sumarios que no terminan en nada. ¿Y si alguien intenta sancionar? Ahí están las asociaciones de funcionarios, siempre listas para blindar a los abusadores con discursos de acoso y hostigamiento. Incluso la Ley Karin puede usarse como escudo ante cualquier intento de orden.
El resultado es predecible: todo se archiva, nadie responde, y la ciudadanía paga la cuenta. Esta impunidad no es nueva; es la regla en un país donde la viveza reemplazó al mérito y el desgano al compromiso.
Chile necesita un golpe de timón. No más excusas, no más silencios. Basta de tolerar una cultura que se arrastra y hunde todo a su paso. Si no enfrentamos esta decadencia con coraje y decisión, el futuro que nos espera será aún más gris que este presente mediocre.
Rodrigo Durán Guzmán
Déficit fiscal
En Chile, el déficit fiscal se ha vuelto la norma: en 15 de los últimos 17 años el Estado ha gastado más de lo que recauda. Esta conducta, que trasciende a gobiernos específicos, refleja un problema estructural de gestión del gasto público.
La deuda pública ya bordea el 42% del PIB, acercándose peligrosamente al umbral del 45% definido como prudente por el Consejo Fiscal Autónomo. Solo este año, pagaremos US$4.000 millones en intereses, monto equivalente a la construcción de 14 hospitales. Si no se contiene el endeudamiento a través del control del gasto, inevitablemente se terminará ajustando por la vía del retraso en proyectos de inversión pública, afectando la calidad de vida de los ciudadanos e impactando el empleo, ya que muchas empresas dependen de estas obras para sostener su actividad.
La solución es clara: mejorar la eficiencia del Estado y contener el gasto. Para el sector privado, la eficiencia no es una opción, es una necesidad, y lo mismo debería aplicarse al Estado. La consolidación fiscal no es una palabra técnica: es una señal de seriedad, de responsabilidad con el futuro, y de respeto por quienes sostienen la economía con su trabajo, innovación y emprendimiento. El gasto público debe estar al servicio del desarrollo, no del endeudamiento.
Chile no puede permitirse cruzar el punto de no retorno fiscal. Hoy tenemos la oportunidad de actuar. Mañana, quizás, solo nos quede lamentar no haberlo hecho a tiempo.
Fernando García L
Aires de patriotismo
No es bueno mezclar la política con la heroica y gloriosa gesta de Prat, su gesta pertenece, y es un ejemplo para todos los chilenos. Sin embargo se pudo apreciar, en los medios, plataformas y redes sociales en este 21 de mayo un aire renovado de patriotismo, ese que en la primera proposición constitucional de este gobierno no aparecía como elemento principal y al contrario se proponía una nación multicultural dividiendo el país en diferentes etnias. Se creía que ese patriotismo estaba dormido o se había logrado disminuirlo del alma nacional, pero pensar así, era olvidar la gesta del héroe que perdurará en el alma de todo chileno de bien, porque la Patria debemos protegerla y defenderla. El progresismo y la globalización insta a intelectuales de poca monta a disminuir el sentimiento patriótico, sin reflexionar que es esencial en la pacífica convivencia del país, pero prima aquel dicho "dividir para reinar".
Nunca dejaremos de agradecer a Prat y sus hombres, porque son una llama eterna de patriotismo.
Marcos Concha Valencia