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"La pampa me permitió ser un profesor muy querido... Me permitió aventuras como scout que nunca olvidaré"

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Llegó en 1967 a María Elena recién titulado de profesor de Artes Plásticas en la Universidad de Chile y luego obtuvo el título de profesor de enseñanza básica en la Escuela Normal de Antofagasta.

Luis Torti Rivera fue designado a la Escuela Consolidada de Experimentación y por ello recibió una casa en la calle O'Higgins N°267 y posteriormente en Aconcagua N° 2027.

Como docente hizo clases en básica y enseñanza media. Esto permitió que conociera a niños y jóvenes ávidos de aprender, lo mismo que sus padres o apoderados.

Sus colegas fueron un gran apoyo como personas. Por haber sido nombrado en la Escuela Consolidada tuvo la preciosa oportunidad de ser aceptado en una comunidad donde compartían penas y alegrías.

¿Qué experiencias marcaron su paso por la pampa?

-Aprendí en esta salitrera que la unión y amistad de los pampinos es lo más importante. En cierta oportunidad, mis alumnos me sorprendieron solicitándome permiso para realizar una actividad entre ellos, acepté. Llegaron y me tocaron un disco para que lo escuchara. Estaba en inglés, pero era muy agradable. El curso completo esperaba algo, di las gracias por la acción. Me preguntaron si había ido al cine y dije que no, entonces se aclaró la situación. Se habían conseguido la canción de la película "Al maestro con cariño" para dedicármela. Me faltaron palabras para dar explicaciones y agradecer, dejando en mí la sensación de estar en otro mundo. Los aplaudí, sigo muy agradecido.

¿Vivir en una salitrera forjó su carácter?

-Sí, lo creo, aunque llegué en 1967 mi carácter se fue haciendo más fuerte por el contacto con las personas. Antes de llegar a María Elena ya había hecho clases en el Liceo de Hombres de Antofagasta, haciendo un reemplazo. Este hecho enriqueció mi capacidad profesional. Había mucho tiempo para hacer cosas y esas no faltaban. Hacer deportes, realizar viajes, ir al teatro, aprender arqueología, actividades sociales. Formamos el grupo scout de niños y jóvenes "Zorros del Desierto", y con esas personas hasta hoy seguimos en contacto.

¿Algún recuerdo que tenga de esos años?

-Recuerdos tengo muchos. En mi escuela pertenecí al conjunto folklórico, viajamos a varios campeonatos nacionales. Al ser guía scouts existe contacto con los jóvenes y sus familias. Fuimos al Primer Jamboree Nacional en 1976 en la Quebrada de Macul, Santiago. Pintamos con los muchachos un mural alusivo al millón de toneladas de salitre.

Además, realizamos murales en cada muralla de los cursos de la escuela alusivos a la historia de Chile. Radio Coya nos permitió realizar un programa titulado "Grito Scouts" por espacio de un año. Viajamos con 100 niños al Belloto con la finalidad que conocieran la lluvia y el sur. Los niños y niñas venían de Pedro de Valdivia, Vergara, Coya Sur y María Elena con sus correspondientes profesores. Otro recuerdo fue llevar a 40 niñas a la Quebrada de Maipo, Santiago, siendo cuidadas por mi esposa Margarita Ramírez.

¿Qué lugares conoció en su terruño?

-Haber recorrido el río Loa desde el río San Salvador hasta María Elena por una parte. Otra aventura desde Tocopilla a la desembocadura del Río Loa hasta Quillagua. Todo realizado a pie. La estructura del tranque Sloman, las oficinas Chacabuco y Prosperidad, de la cual tomé varias cartas abandonadas que me permitieron escribir un cuento pampino: 'Las cuatro cartas'.

¿Algún pampino fue un ejemplo para Ud.?

-Sí, por nombrar solo uno, Jaime Guerra, gran amigo por su forma de ver las cosas. Su voz inconfundible. Como locutor se expresaba claramente y era un gran deportista.

Si pudiera contar lo más especial de la pampa, ¿cuál sería su relato?

-Siendo la pampa una población minera, mayoritaria, dio forma a la personalidad del chileno nortino. Hablaría del amanecer, con un frío que traspasa, al rato un sol abrasador, ya casi al atardecer se siente la humedad y el viento. Todo ello genera postales inolvidables.

La pampa me permitió ser un profesor muy querido, enseñando a niños, jóvenes y adultos indistintamente. Me permitió aventuras siendo un scout en la Asociación de Guías y Scouts de Chile llegando a ser un miembro honorario en 2015. Hace poco, el 26 de abril, fui galardonado con el prestigioso Premio a la Trayectoria otorgado por la Unión de Naciones de las Artes y Ciencias (UNOTA), organismo afiliado a la UNESCO. Este galardón representa un hito para el escultismo chileno y a la vez a un scout nacional. Esta es una distinción reservada para personalidades con una trayectoria sobresaliente en el ámbito del voluntariado.