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EE.UU. y China buscan agenda para revertir guerra comercial

ARANCELES. Mientras el secretario del Tesoro habló de "progresos sustanciales" y de un encuentro "productivo", el gobierno chino calificó de "constructiva" la reunión.
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Estados Unidos y China cerraron ayer dos días de intensas negociaciones sobre aranceles, las que han ido mucho más allá de las expectativas que se habían planteado públicamente, ya que ambas partes afirmaron que las conversaciones fueron "profundas" y los progresos "sustanciales".

Ni Pekín ni Washington ofrecieron de inmediato detalles de lo resuelto y tampoco dieron cifras de las eventuales rebajas de aranceles acordadas, pero indicaron que hoy se conocerían esos pormenores.

Tras la arremetida proteccionista estadounidense con los llamados "aranceles recíprocos" que afectaban a decenas de países, la batalla comercial se centró en una confrontación directa entre EE.UU. y China, que al día de hoy tienen aranceles cruzados de 145% para los productos chinos (con excepción de algunos productos electrónicos) y del 125% para los estadounidenses.

Tal nivel de derechos de aduana representa en la práctica una suerte de embargo comercial.

Si bien los equipos negociadores expresaron gran cautela antes de viajar a Ginebra, señalando que se trataba de una primera toma de contacto para sentar las bases de negociaciones posteriores, el presidente Donald Trump hizo subir las apuestas al asegurar que el primer día de reuniones había ido "muy bien" y que se negociaba un "reinicio total" de las relaciones.

Avances

El primero en confirmar que las conversaciones habían sido positivas fue el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien habló de "progreso sustancial" y enfatizó el espíritu de "cooperación, intereses compartidos y respeto mutuo" que se respiró durante las reuniones.

Del lado chino, los comentarios llegaron unas horas después a Ginebra y de boca del viceprimer ministro He Linfeng, quien habló de contactos profundos y constructivos, y de un acuerdo para establecer un mecanismo de consulta económico-comercial para solucionar temas que preocupan a ambas partes.

Agregó que las relaciones económicas entre su país y EE.UU., y los lazos comerciales, pueden ser mutuamente beneficiosos, y dijo que hay voluntad de ampliar los ámbitos de cooperación.

El representante de Comercio estadounidense, Jamieson Greer, quien colideraba la delegación estadounidense, sostuvo que se puede confiar en que el acuerdo alcanzado con China ayudará a su país a resolver el "masivo" déficit comercial, que el Gobierno de Trump ha cifrado en 1,2 billones de dólares.

"Es importante entender lo rápido que hemos sido capaces de llegar a acuerdos, lo que refleja que las diferencias quizás no eran tan grandes como pensábamos", recalcó.

OMC

La Organización Mundial del Comercio (OMC) reaccionó señalando que estas discusiones representan "un significativo paso adelante".

"Este progreso es importante no sólo para EE.UU. y China, sino para todo el resto del mundo, incluidas las economías más vulnerables", enfatizó.

"Pedimos a ambos países que aprovechen este impulso para continuar desarrollando soluciones prácticas que reduzcan tensiones y restauren la predictibilidad y confianza en el sistema multilateral de comercio", recalcó la OMC ayer.

EE.UU. y China buscan agenda para revertir guerra comercial

ARANCELES. Mientras el secretario del Tesoro habló de "progresos sustanciales" y de un encuentro "productivo", el gobierno chino calificó de "constructiva" la reunión.
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Estados Unidos y China cerraron ayer dos días de intensas negociaciones sobre aranceles, las que han ido mucho más allá de las expectativas que se habían planteado públicamente, ya que ambas partes afirmaron que las conversaciones fueron "profundas" y los progresos "sustanciales".

Ni Pekín ni Washington ofrecieron de inmediato detalles de lo resuelto y tampoco dieron cifras de las eventuales rebajas de aranceles acordadas, pero indicaron que hoy se conocerían esos pormenores.

Tras la arremetida proteccionista estadounidense con los llamados "aranceles recíprocos" que afectaban a decenas de países, la batalla comercial se centró en una confrontación directa entre EE.UU. y China, que al día de hoy tienen aranceles cruzados de 145% para los productos chinos (con excepción de algunos productos electrónicos) y del 125% para los estadounidenses.

Tal nivel de derechos de aduana representa en la práctica una suerte de embargo comercial.

Si bien los equipos negociadores expresaron gran cautela antes de viajar a Ginebra, señalando que se trataba de una primera toma de contacto para sentar las bases de negociaciones posteriores, el presidente Donald Trump hizo subir las apuestas al asegurar que el primer día de reuniones había ido "muy bien" y que se negociaba un "reinicio total" de las relaciones.

Avances

El primero en confirmar que las conversaciones habían sido positivas fue el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien habló de "progreso sustancial" y enfatizó el espíritu de "cooperación, intereses compartidos y respeto mutuo" que se respiró durante las reuniones.

Del lado chino, los comentarios llegaron unas horas después a Ginebra y de boca del viceprimer ministro He Linfeng, quien habló de contactos profundos y constructivos, y de un acuerdo para establecer un mecanismo de consulta económico-comercial para solucionar temas que preocupan a ambas partes.

Agregó que las relaciones económicas entre su país y EE.UU., y los lazos comerciales, pueden ser mutuamente beneficiosos, y dijo que hay voluntad de ampliar los ámbitos de cooperación.

El representante de Comercio estadounidense, Jamieson Greer, quien colideraba la delegación estadounidense, sostuvo que se puede confiar en que el acuerdo alcanzado con China ayudará a su país a resolver el "masivo" déficit comercial, que el Gobierno de Trump ha cifrado en 1,2 billones de dólares.

"Es importante entender lo rápido que hemos sido capaces de llegar a acuerdos, lo que refleja que las diferencias quizás no eran tan grandes como pensábamos", recalcó.

OMC

La Organización Mundial del Comercio (OMC) reaccionó señalando que estas discusiones representan "un significativo paso adelante".

"Este progreso es importante no sólo para EE.UU. y China, sino para todo el resto del mundo, incluidas las economías más vulnerables", enfatizó.

"Pedimos a ambos países que aprovechen este impulso para continuar desarrollando soluciones prácticas que reduzcan tensiones y restauren la predictibilidad y confianza en el sistema multilateral de comercio", recalcó la OMC ayer.

India y Pakistán mantienen frágil tregua bajo tensión

ALTO AL FUEGO. Persisten acusaciones cruzadas entre vecinos con poder nuclear.
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Los ataques de la India contra Pakistán a principios de esta semana mataron a más de 100 milicianos, incluidos líderes prominentes, afirmó ayer el director general de operaciones militares de India.

El teniente general Rajiv Ghai indicó que las fuerzas armadas de India atacaron nueve infraestructuras y centros de entrenamiento del grupo Lashkar-e-Taiba, al que India culpa de perpetrar importantes ataques en India y en la disputada región de Cachemira. No hay manera de verificar de forma independiente estas afirmaciones.

"Hemos logrado una sorpresa total", expresó Ghai en una conferencia de prensa en Nueva Delhi, añadiendo que la respuesta de Pakistán fue "errática y desconcertada".

Alto al fuego

Los dos países acordaron una tregua un día antes tras conversaciones para desactivar la confrontación militar más seria entre ellos en décadas. Los dos ejércitos intercambiaron disparos, ataques de artillería, misiles y drones que mataron a decenas de personas.

Como parte de la tregua, los vecinos con armas nucleares acordaron detener toda acción militar en tierra, aire y mar.

Pakistán

Por su parte, el ejército de Pakistán aseguró ayer que no pidió el cese al fuego, como afirmó India, sino que fue India quien lo buscó.

En una conferencia de prensa televisada, el teniente general Ahmad Sharif indicó que las fuerzas armadas de Pakistán apuntaron a un total de 26 instalaciones militares indias en respuesta a los ataques con misiles de India que se lanzaron antes del amanecer del miércoles.

Dijo que el ejército había prometido que respondería a la agresión india, y ha cumplido su compromiso con la nación. Sharif advirtió que cualquier amenaza a la soberanía o integridad territorial de Pakistán sería respondida con una respuesta "integral, retributiva y decisiva".

India y Pakistán mantienen frágil tregua bajo tensión

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Los ataques de la India contra Pakistán a principios de esta semana mataron a más de 100 milicianos, incluidos líderes prominentes, afirmó ayer el director general de operaciones militares de India.

El teniente general Rajiv Ghai indicó que las fuerzas armadas de India atacaron nueve infraestructuras y centros de entrenamiento del grupo Lashkar-e-Taiba, al que India culpa de perpetrar importantes ataques en India y en la disputada región de Cachemira. No hay manera de verificar de forma independiente estas afirmaciones.

"Hemos logrado una sorpresa total", expresó Ghai en una conferencia de prensa en Nueva Delhi, añadiendo que la respuesta de Pakistán fue "errática y desconcertada".

Alto al fuego

Los dos países acordaron una tregua un día antes tras conversaciones para desactivar la confrontación militar más seria entre ellos en décadas. Los dos ejércitos intercambiaron disparos, ataques de artillería, misiles y drones que mataron a decenas de personas.

Como parte de la tregua, los vecinos con armas nucleares acordaron detener toda acción militar en tierra, aire y mar.

Pakistán

Por su parte, el ejército de Pakistán aseguró ayer que no pidió el cese al fuego, como afirmó India, sino que fue India quien lo buscó.

En una conferencia de prensa televisada, el teniente general Ahmad Sharif indicó que las fuerzas armadas de Pakistán apuntaron a un total de 26 instalaciones militares indias en respuesta a los ataques con misiles de India que se lanzaron antes del amanecer del miércoles.

Dijo que el ejército había prometido que respondería a la agresión india, y ha cumplido su compromiso con la nación. Sharif advirtió que cualquier amenaza a la soberanía o integridad territorial de Pakistán sería respondida con una respuesta "integral, retributiva y decisiva".