Antofagasta tiene un desafío grande y debemos estar a la altura de aquello. Esta semana anunciamos en la cuenta pública una inversión histórica para la ciudad de $21.660 millones con recursos exclusivamente del municipio.
Una cifra que nos obliga a todos a estar a la altura. Desde la Municipalidad de Antofagasta a mover todos nuestros equipos técnicos con celeridad, pero con la debida responsabilidad de tomar las correctas decisiones para que los proyectos se conviertan en obras reales a corto plazo.
Además, que no queremos "elefantes blancos" u obras mal diseñadas donde lamentablemente ejemplos sobran como las actuales obras de la avenida Ejército, lo que fue la avenida Pedro Aguirre Cerda, las mal proyectadas ciclovías o el parque Pablo Neruda. Antofagasta no aguanta ni merece más este tipo de situaciones que tachan en lo vergonzoso.
La propuesta e invitación es a ver la nueva Antofagasta con un desarrollo equilibrado en toda la ciudad y necesidades de nuestros vecinos. Esto considera el Plan La Chimba, que apunta a una transformación urbanística de este sector, obras como el nuevo eje Ascotán, Parque Infancia en la Plaza de los Eventos, la remodelación de la Plaza Sotomayor y un rescon municipal.
De esta forma, nos hacemos cargo de ejes clave como ordenar la ciudad, hacerla más vivible y amiga, integrada, lo que considera también proyectos como el centro cultural "Sucre 444", la reposición del edificio del Balneario Municipal y una profunda intervención en el Vivero Municipal.
Nuestra agenda de trabajo también busca convertir a Antofagasta en una capital deportiva. Por ello, en este plan se incluye el recambio de pantallas y sistemas de audio para el Estadio Calvo y Bascuñán, importantes mejoras en el Gimnasio Empalme, además de una nueva gestión para la cancha de Las Almejas. Estamos hablando de una cifra sobre los $21 mil millones, lo que implica, por un lado, realizar licitaciones con un alto estándar técnico; y por otro lado, empresas que den el ancho y sean capaces de ejecutar obras de gran envergadura.
¿Qué significa lo anterior? Licitaciones que no sean al dedo o para la empresa amiga; y por el lado de las empresas, que tengan la capacidad de ejecutar trabajos de calidad y en los plazos estipulados.
Lo último tiene un segundo efecto, la generación de empleo, algo que no es menor para una región que de acuerdo al último informe del INE, la tasa de desocupación llega al 6,8%.
Estamos generando expectativas, desarrollo, pero también trabajo para vivir en una nueva Antofagasta. Sin obviar que también habrán proyectos que se generen desde el Gobierno Regional, ministerios, y obviamente la inversión privada. Como lo dije en mi cuenta pública el único partido político acá es Antofagasta.
El desafío es grande para todos. Para nuestra ciudad, para los vecinos, para las empresas, y por nuestro lado, queremos que sean procesos con transparencia y eficaces, con el sello de esta administración que apunta a la nueva Antofagasta, linda, limpia y segura.