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Del laboratorio a la vida real: China acelera el despliegue de robots humanoides con IA

AVANCES. Ahora los Juegos Nacionales de Robots Inteligentes se toman la agenda china.
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Agencias

China está ampliando el uso de robots humanoides con inteligencia artificial (IA) corporizada en sectores como el deporte, la agricultura, la asistencia social y la educación, dentro de su apuesta nacional por convertir esta tecnología en una herramienta funcional fuera del laboratorio.

Empresas como iFLYTEK, que este miércoles mostró sus últimos modelos en su sede de Hefei, ilustran el empuje del país por integrar estos sistemas en la vida cotidiana, con respaldo institucional, inversión pública y desarrollo industrial.

Uso real

El sábado, la capital china acogió la primera media maratón del mundo con participación oficial de robots humanoides.

El modelo Tiangong, de la empresa Humanoid, completó los 21 kilómetros en 2 horas y 40 minutos, con navegación autónoma y cambios de batería programados.

Según el director técnico del proyecto, Tang Jian, el evento fue "un experimento extremo para evaluar la fiabilidad del hardware y del software".

Por otra parte, a partir de hoy y toda esta semana, la ciudad de Wuxi será sede de los primeros Juegos Nacionales de Robots con inteligencia artificial corporizada -una tecnología que combina procesamiento de datos con capacidades físicas como moverse, percibir el entorno y manipular objetos-, organizados por el Instituto Chino de Electrónica.

Habrá pruebas deportivas, técnicas y de rescate, con participación de empresas como Unitree, UBTECH, Xiaomi y AgiBot.En el entorno agrícola, investigadores de la Universidad de Fudan han desarrollado un robot para el cultivo de tomates capaz de realizar tareas de polinización y cosecha con una eficiencia equivalente a seis trabajadores, utilizando visión 3D, brazos robóticos flexibles y toma de decisiones autónoma.

Autonomía e inteligencia

Según los expertos, la tendencia actual va más allá del desarrollo mecánico, poniendo el foco en dotar a los robots de autonomía cognitiva.

Según Ji Chao, director ejecutivo de Lingdong Robotics, "el hardware ya está; ahora lo importante es el cerebro".

El robot Tiangong, por ejemplo, fue entrenado mediante aprendizaje por imitación usando datos de atletas humanos.

También esta semana, la empresa iFLYTEK -especializada en inteligencia artificial y tecnología de voz- presentó a la prensa en su laboratorio de Hefei un robot diseñado para probar sistemas de sonido, junto a otras aplicaciones que combinan procesamiento cognitivo y acción física.

La compañía es uno de los referentes en el desarrollo de IA aplicada a entornos reales en China.

Los avances permiten ya cierto grado de toma de decisiones en tiempo real, detección de obstáculos, planificación de trayectorias y adaptación a cambios del entorno.

"El salto está en pasar de máquinas preprogramadas a sistemas que aprenden y generalizan", afirmó Wang Tianmiao, director honorario del Instituto de Robótica de la Universidad de Beihang.

El escritor Liu Cixin, autor de la célebre saga 'El problema de los tres cuerpos', valoró la evolución del sector en declaraciones a The Paper: "Los robots hoy no han llegado a ese nivel, pero cuando lo hagan, el impacto será revolucionario".

Impulso estatal y talento

La expansión del sector responde a una planificación estructurada. Según datos de ITjuzi, más de 50 empresas de inteligencia corporizada captaron más de 6.000 millones de yuanes (823 millones de dólares) en el primer trimestre de 2025.

Ciudades como Shenzhen, Shanghái y Pekín han creado fondos públicos dedicados a la robótica avanzada, y campañas como 'Un millón de talentos para el sur de Cantón' buscan atraer talento nacional e internacional.

Algunas 'startups' del sector, como Zhipingfang o Zhongqing Robotics, han duplicado sus plantillas y acelerado su capacidad de producción, de acuerdo a medios locales.

Además, el Gobierno chino promovió el primer estándar internacional para robots de asistencia a personas mayores, y el Ministerio de Industria ha identificado este ámbito como una prioridad ante el envejecimiento demográfico.

En ese contexto, empresas como Smart Longevity Technology desarrollan robots capaces de ayudar en el aseo, monitorear signos vitales y alertar ante anomalías.

Su director, Wang Xiaoyuan, indicó recientemente a Efe que "será imposible solucionar este problema solo con intervención humana: se necesitarán robots".

Investigación más cerca de la sociedad

Javier Enrione C. Anil Sadarangani
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En el actual contexto global, donde la inversión en ciencia y tecnología se consolida como un pilar estratégico para el desarrollo, se espera que las universidades asuman un rol protagónico, no solo en la generación de conocimiento, sino también en su articulación con las necesidades sociales. La investigación académica debe abordar tanto el avance del conocimiento fundamental, que sustenta el progreso a largo plazo, como el desarrollo de aplicaciones concretas que respondan a desafíos emergentes.

Aunque algunas disciplinas enfrentan mayores desafíos en este sentido, es clave reconocer la interdependencia entre la exploración de principios fundamentales y la necesidad de traducir esos avances en soluciones reales. Un elemento clave para lograr este equilibrio es una colaboración más activa entre universidades y agencias financiadoras. Si bien los artículos científicos y patentes son resultados valiosos de la investigación, con frecuencia no presentan un camino claro hacia su implementación fuera del ámbito académico.

Por ello, varios países están ajustando sus modelos de financiamiento de la investigación, incorporando criterios de impacto y aplicabilidad, especialmente en disciplinas donde la investigación aplicada y el desarrollo tecnológico son relevantes. Lo anterior sin desatender la necesidad de investigaciones orientadas a ampliar la comprensión del mundo y abrir nuevas fronteras del saber.

Por ejemplo, en el Reino Unido, el Research Excellence Framework evalúa a las universidades no solo por la calidad de sus publicaciones, sino también por el impacto o contribución demostrado en políticas públicas, economía o calidad de vida de la población. En Nueva Zelanda, el Performance-Based Research Fund considera dimensiones como la influencia en la industria, el sector público y las comunidades. En Canadá, agencias como el Social Sciences and Humanities Research Council y el Natural Sciences and Engineering Research Council promueven enfoques como Knowledge Mobilization y programas como Partnership Grants, que exigen estrategias claras para transferir resultados de investigación a usuarios finales, incluyendo gobiernos, empresas o comunidades. Estos modelos reflejan una tendencia global hacia una investigación más conectada con el entorno y con una visión de contribución social sostenida.

Chile tiene la oportunidad de avanzar en esta dirección. Junto con fortalecer su base científica mediante una inversión sostenida en el tiempo en programas exitosos como Fondecyt, es fundamental consolidar un ecosistema que fomente la colaboración entre academia, sector público e industria. Para ello, se requieren mecanismos efectivos de transferencia tecnológica e incentivos que reconozcan tanto la investigación fundamental como la aplicada, considerando la capacidad de cada disciplina para generar conocimiento transferible según sus características y su impacto potencial.

Es razonable que a la ciencia financiada con recursos públicos se le exija rendir cuentas a la sociedad y que su contribución trascienda los espacios académicos, materializándose en innovaciones, políticas públicas basadas en evidencia y soluciones tecnológicas que respondan a las problemáticas actuales. En este contexto, la pregunta esencial no es solo qué investigamos, sino cómo logramos que nuestra investigación tenga un efecto tangible en la sociedad.

Promover el impacto social del conocimiento es una tarea ineludible para las universidades. Solo así será posible acercar la ciencia a las personas, legitimar la inversión en investigación como motor de desarrollo y reafirmar el rol de la universidad como un actor clave, comprometido y cercano a las necesidades del país.

Vicerrector de Investigación / Director de Innovación

Universidad de los Andes