Redacción
"La innovación en tecnologías mineras no tiene pasaporte ni fronteras, pero sí propósito. Y cuando ese propósito responde a los desafíos reales de la industria -mayor eficiencia, seguridad y sostenibilidad- el mundo minero no solo escucha: adopta, valida y abre sus puertas. Porque las grandes transformaciones comienzan con una idea, pero se consolidan con tecnología y liderazgo".
Esta es parte de la visión del empresario Manuel Medel, presidente Conymet Duratray, uno de los pocos ejemplos de empresas locales que se han abierto al mundo con éxito.
El salto lo dieron hace casi tres décadas con la invención de la "Tolva liviana" y desde entonces están presentes en todos los países mineros por excelencia, por lo que habla con propiedad cuando sostiene que Chile puede y debe exportar tecnología minera y no solo minerales.
La discusión respecto a la importancia de que Chile no solo exporte minerales lleva años. ¿De qué forma debe apuntalarse la consolidación de tecnologías mineras desarrolladas localmente?
-Debemos globalizar nuestras tecnologías mineras, porque Chile no solo es un país rico en recursos naturales, sino también en conocimiento, experiencia e innovación aplicada a la minería. Tenemos décadas de liderazgo operativo en proyectos mineros de clase mundial, lo que nos ha permitido desarrollar soluciones tecnológicas altamente especializadas que responden a los desafíos reales de la industria: eficiencia, sostenibilidad, seguridad y productividad. Globalizar nuestras tecnologías no es solo una oportunidad comercial, es una responsabilidad estratégica: significa exportar inteligencia e innovación tecnológica junto con el mineral. Cuando logramos posicionar nuestras soluciones tecnológicas en otros continentes, no solo diversificamos nuestra economía, también posicionamos al país como un actor clave en la transformación de la industria minera global.
Para ustedes ha sido un largo camino desde Chile hasta convertirse en un actor global en tecnologías e innovación en la industria minera. ¿Cómo partieron?
-Comenzó en los años noventa, trabajando con compañías mineras en Chile, nos dimos cuenta de que había mucho margen para mejorar el diseño y la eficiencia del transporte de mineral. Fue así como en 1996 con nuestra empresa Conymet, nació la primera Tolva liviana para camión minero. Fue una innovación pionera que rompió con los esquemas tradicionales de la industria. Esta invención no solo redujo el peso del equipo, aumentando la carga y eficiencia operativa, sino que también representó una evolución como proveedor minero chileno, con innovaciones tecnológicas con proyección global. Desde ese momento entendimos que cuando una tecnología es realmente buena, no debe tener fronteras. Ese fue el punto de partida para pensar globalmente y llevar la innovación chilena a los grandes mercados mineros internacionales.
¿Fue muy difícil para un emprendedor chileno irrumpir en mercados como Australia, Canadá, Estados Unidos, Sudáfrica, entre otros?
- Con visión global y mucha perseverancia. Cada mercado tiene sus códigos, pero los desafíos de productividad y sostenibilidad son universales. Chile no solo puede exportar materias primas y minerales, sino que debe ser un referente en la exportación de tecnología minera de clase mundial. Este cambio de paradigma es fundamental para el desarrollo económico y estratégico del país. Históricamente, Chile ha sido reconocido como un proveedor global de recursos naturales, pero hoy estamos demostrando que también podemos liderar en innovación, diseño y soluciones tecnológicas aplicadas a la minería. Los proveedores de tecnología minera debemos pensar globalmente. Por eso fundamos Duratray en Australia en 2001, primera inversión chilena en ese país, donde desarrollamos la Tolva Duratray SDB con piso de goma suspendido, que cambió el estándar global. Hoy estamos presentes en más de 30 países en cinco continentes.
Aprendizaje continuo
Medel, de profesión ingeniero comercial y MBA Universidad de California, recientemente cursó un programa de liderazgo en Harvard, lo que explica, se funda en su convicción de un aprendizaje continuo.
"El programa de Leadership Decision Making en la Facultad de Gobierno de Harvard me permitió fortalecer mi toma de decisiones estratégicas y entender aún mejor el impacto social de nuestras tecnologías. Porque el liderazgo no solo se trata de dirigir empresas, sino de influir positivamente en la industria y nuestros países".
Recientemente la revista Forbes lo destacó como uno de los grandes innovadores de tecnologías mineras a nivel mundial. ¿Qué significa para usted ese reconocimiento?
-Es un honor enorme, sobre todo viniendo de una revista tan prestigiosa e influyente como Forbes. Para mí, ese reconocimiento no es solo un logro personal, sino una validación del trabajo de todo un equipo por muchos años y del valor que la innovación minera chilena puede aportar al mundo. También reafirma que la minería puede -y debe- transformarse, y que es posible liderar ese cambio desde el hemisferio sur.
En una industria históricamente conservadora, ¿cómo se convence a las grandes compañías mineras de apostar por nuevas tecnologías?
- Mostrando resultados concretos. La Tolva Duratray SDB reduce peso, aumenta la capacidad de carga, mejora la seguridad de los operadores y disminuye la huella de carbono. Cuando una innovación tecnológica mejora simultáneamente productividad, seguridad y sostenibilidad, se hace posible que las grandes compañías mineras la adopten. Nuestra tecnología no es una promesa, es una realidad comprobada en terreno.
Usted está actualmente en Estados Unidos. ¿Cuál es el próximo desafío para usted y sus empresas?
-Con Duratray estamos ingresando con fuerza al mercado estadounidense, uno de los más exigentes y competitivos del mundo. Nuestro objetivo es seguir impulsando una minería más eficiente, más sostenible y centrada en las personas. Paralelamente, continuamos con nuestra expansión internacional y celebramos un nuevo hito como empresa chilena en el extranjero: la inauguración de nuestra nueva fábrica en la ciudad de Melbourne, Australia. Se trata de una inversión estratégica que incorpora tecnologías de manufactura de última generación, posicionándonos a la vanguardia de la industria minera global. Además, estamos explorando activamente la integración de inteligencia artificial y sistemas de sensores inteligentes en nuestras tolvas mineras. Esto nos permite avanzar en una industria 4.0, y proyectarnos hacia la industria 5.0, alineándonos con los principios de la quinta revolución industrial.
"Demostramos que desde Chile se pueden exportar no solo materias primas, sino también tecnología minera de clase mundial".
una oportunidad comercial y una responsabilidad estratégica"