Nicolás Labra G.

La banda británica Simply Red logró un hito pocas veces visto en Chile, con cinco fechas agotadas en el Movistar Arena (4, 5, 7, 8 y 9 de marzo), generando furor por un grupo anglo, un escenario que solo habían logrado otros artistas solistas de renombre como Luis Miguel (10), Romeo Santos (8) y Chayanne, con ocho fechas entre agosto y septiembre de este año.

Los hermanos Pablo y Felipe Ilabaca (exChancho en Piedra) serán los encargados de telonear a Mick Hucknall y compañía, que vienen por la gira de celebración de sus 40 años de historia, fecha marcada desde que en 1985 lanzaran su primer disco, 'Picture Book', con singles como 'Money's Too Tight (To Mention)', y 'Holding Back The Years'.

Respecto a esta posibilidad, Felipe señaló a este medio que "queremos desarrollar nuestro ingrediente latino que es el componente diferencial que tenemos, lo que nosotros fusionamos con el funk, el soul, el pop. La idea es mostrar esta propuesta con 'HI' a quienes les gusta Simply Red, que viene de ese camino, de ese estilo de alguna manera, creo que seremos un complemento ideal", señala.

Su hermano Pablo, en tanto, reveló "que estamos muy contentos, tenemos la responsabilidad de hacer un show poderoso (...) Con Felipe estuvimos sacando vinilos, escuchando a Simply Red y son unos monstruos gigantescos. Una vez fuimos con el Felo a ver los a los Red Hot Chili Peppers el '93 a Buenos Aires y estaba Simply Red por el disco 'Stars' y la música de ellos es parte de nuestra vida. Creo que haremos un buen show", apuntó.

Su tiempo en el escenario será acotado, por lo que se abocarán a los temas de su disco debut 'HI'. "Queremos hacer un popurrí de nuestras canciones del disco, tenemos media hora pero tenemos que pegar el combo bien contundente. Necesitamos que este público conozca nuestra música nueva, estará centrado más en 'HI' que proyectos anteriores", dice Pablo.

Los Ilabaca reconocen tener parte de ese ADN de jazz y neo soul que impuso Simply Red desde mediados de los ochenta. "Se podría llamar acid jazz, neo soul que estaban haciendo, pero me llamó la atención la sofisticación, la elegancia, me influyó de sobremanera. Sobre todo el disco 'Stars' me pegó súper fuerte ese año, esta época es muchos antes de que existieran los Chancho (en Piedra) y siempre sentí que la propuesta de ellos iba a la vanguardia. Es una música que está tan bien hecha que son himnos, puros hits (...) Por eso es motivante abrir el show para ese público que, como yo, va a buscar sofisticación, va a buscar vanguardia pop por así decirlo", dice Felipe.

En tanto, ambos comentaron que este primer semestre será la preparación de su segundo disco de estudio, mientras que Pablo ya grabó la música de la nueva película de 31 minutos. "Está eso, colaboraciones, pero lo primordial es que el nuevo disco salga este año", cierra Pablo.

Shakira finalmente también suspendió su segundo concierto en Chile, programado para la noche de ayer en el Estadio Nacional. La productora a cargo, Fénix Entertainment, esgrimió razones similares a las del domingo, cuando se reveló un tema técnico debido a que "el suelo donde iría el escenario se encuentra desnivelado", señalaron.

En el comunicado, lla productora,no aclaró una eventual reprogramación de los dos shows en otro momento del 2025 o si finalmente se devolverá el valor de los tickets a los afectados. En tanto, el Sernac reiteró el llamado a quienes compraron entradas a formalizar su reclamo en su sitio web y exigir la devolución del dinero de la entrada y pedir compensaciones.

"Pompa y Circunstancia" es un grupo de marchas solemnes compuestas por el inglés Edward Elgar entre 1901 y 1930 para celebrar las glorias del imperio inglés gracias al patriotismo de sus súbditos, quienes abonaron ojos, manos, brazos, piernas o un anónimo viaje a la eternidad para que la nación consiguiera su grandeza. La primera marcha es utilizada en nuestras graduaciones de cuarto medio y las universidades.

A contrario sensu, nuestra estentórea Gala de Viña del Mar entregó por la TV un desfile de superficialidad en que el heroísmo está ausente y ratifica, como sostenía Nicanor Parra, que pecamos más de paisaje que de país.

Esa gala se alinea con parte de nuestra conducta histórica. Por ejemplo, con la construcción del primer molo en Antofagasta se denunció que las marejadas lo barrerían en el primer invierno y a los denunciantes el invierno les dio toda la razón. Tuvimos que reconstruir.

Al respecto, Salvador Reyes, nuestro escritor del mar, sostuvo que "nuestra falta de consciencia marítima es incomprensible". También parece serlo nuestra actual falta de temperancia en el espectáculo televisivo.

La gala, sin trasfondo, nos expuso a deportistas y personajes irrelevantes para la competencia. Se buscaba audiencia a como diera lugar, un carácter farandulero, trasunto o reflejo de la política nacional, desenvuelta en "un árido terreno de vulgaridad y reyertas", perfil sicológico nacional de lo cual lo cual ya nos acusaba el historiador Francisco Antonio Encina en 1911.

La pantalla y el show en vivo sirvieron para -una vez más- encandilarnos con el brillo de la fealdad a que tan adictos somos, como nos caracterizó el filósofo alemán Hermann von Keyserling. De prueba, modelaje en trajes de 17 millones, millones más parecidos a cierta jornada de clases que a la justicia parlamentaria -tan solicitada- de incrementar las pensiones de 80 mil pesos, o a la generación de soluciones habitacionales para los miles de habitantes que viven en campamentos sin agua, electricidad o servicios higiénicos.

Por comparación, la vida en las salitreras por 1890 era parecida a la de los campamentos antofagastinos actuales.

En el país en que la acción imita al lenguaje liliputense de la cosita, del arreglito, es hora que las autoridades tomen conciencia que los espectáculos públicos deben no sólo aportar pequeñeces sino grandes alegrías que orienten hacia soluciones para una sociedad que hace rato las reclama, que de aquello habla el estallido del 2019.

Cuando Elgar compuso "Pompa y Circunstancia" se inspiró en una cita de William Shakespeare: "Otelo", Acto III, Escena III, donde se evoca una noción de grandeza y solemnidad. Sin lugar a dudas, la Gala de Viña del Mar, un show de envidias y manotazos, nada tuvo de grandeza ni solemnidad. Profundizar en el escritor Carlos Droguett, quien sostuvo que en Chile hay "más pergenios que genios". O sea, estamos más perversos que conversos.

Gustavo Alex Tapia Araya

docente y escritor

Linterna de Papel