Un debilitado y desconocido gabinete regional entra al último año sin posicionar nuevos rostros para el futuro
POLÍTICA. En la recta final de gobierno, parlamentarios y expertos analizan el poco posicionamiento que lograron los seremis de la administración de Boric. Coinciden en que las autoridades han pasado "desapercibido".
Cuando el gabinete de secretarios regionales estaba por fin confirmado - algo que tomó más tiempo que lo usual, presentando a los integrantes a goteo - tanto analistas como políticos locales apuntaban a que una misión importante de las nuevas autoridades era posicionarse en el cargo y desplegarse por la región. Considerando, además, que más de uno era un nuevo rostro.
Dicho consejo se repitió en cada balance hecho, tanto en el caso de los seremis como de la propia delegada, Karen Behrens. Ahora, comenzando el último año de gobierno, con las elecciones presidenciales y parlamentarias a menos de un año de distancia, la evaluación es la misma.
Tanto expertos como parlamentarios coinciden en que el gabinete regional ha sido débil, lento, con claras faltas de liderazgo, y muchas veces con puestos vacantes, pero sin que se perciba públicamente su ausencia. Tal caso es lo que ocurre actualmente con la seremi de Minería, Macarena Barramuño, que lleva casi seis meses de licencia.
Y, sobre todo, critican que la administración regional no cosechó nombres clave para futuras elecciones. Algo no menor. Solo para ejemplificar, la hoy senadora Paulina Núñez (RN) pasó por la Seremi de Gobierno.
"Incompetencia"
El diputado Jaime Araya (ind. - PPD) enfatiza que el gabinete regional "ha sido muy débil, conflictivo, poco coordinado, sin articulación política y con poca sintonía ciudadana. Y lo peor, en extremo lento". Además, cuestiona que "se farrearon el primer tiempo, y este segundo tiempo ha sido para el olvido".
En esa línea, el parlamentario asegura que estos resultados muestran "la mano incompetente de Miguel Crispi, que inventó un diseño fracasado de administración en las regiones, una lucha por espacio de poder, que los volvió irrelevantes, sin capacidad ejecutiva y con una irritante falta de decisión".
Para la diputada Yovana Ahumada (PSC), "lamentablemente, hasta ahora las autoridades del gabinete regional no han estado a la altura. Parece que no cumplen con las responsabilidades que nuestra Región de Antofagasta realmente necesita. Basta con recordar el escándalo del exseremi de Vivienda Carlos Contreras y el Caso Democracia Viva, o la falta de liderazgo en áreas clave como Economía, Educación y Obras Públicas".
"En este contexto, resulta difícil entender por qué sacan a seremis que, pese a realizar un buen trabajo, terminan saliendo de sus cargos por temas tan mezquinos como son los acuerdos políticos, que terminan pesando mucho más que una buena gestión. Eso no puede ser", cuestiona la parlamentaria.
En ese mismo contexto, Ahumada apunta a que otras autoridades, como la delegada Behrens, "siguen en su cargo, a pesar de que no han dado el ancho para enfrentar la delincuencia ni coordinar el trabajo policial donde realmente se necesita, como en los sectores periféricos".
Coincide el diputado José Miguel Castro (RN): "Cuando uno no conoce a los seremis, quiere decir que ha habido poca gestión con la gente. Y también da pena cuando uno ve salir algunas personas que, siento yo, no lo han hecho mal. Es el caso, por ejemplo, de la seremi de Bienes Nacionales. Cuando se sacan por razones políticas o sin razón - lo que es peor -, creo yo que simplemente se le da un empujón a lo que nadie nunca quiere, que es el cuoteo político".
El diputado Castro sostiene que este gabinete "ha pasado desapercibido y eso es preocupante". Y desliza que desde el Ejecutivo "no fueron capaces de llegar a las regiones, y tampoco fueron capaces de levantar personas para que el día de mañana tengan alguna proyección de tipo electoral".
Análisis
Los expertos tampoco tienen una evaluación positiva del despliegue de seremis. Para el analista Osvaldo Villalobos, este gabinete no pudo instalar su trabajo administrativo, "ni menos la impronta política que se espera de un gobierno 'transformador' en la agenda pública".
Y si bien reconoce que existen excepciones, Villalobos enfatiza que la mayoría de seremis "tiene un bajo conocimiento en la ciudadanía, y eso es un juicio ya establecido con escasas opciones de revertirse".
"Esta forma de administrar el poder es absolutamente disonante con las instrucciones del nivel central. El Presidente Gabriel Boric habla de 'habitar' el cargo. Ese concepto apunta a vivir la misión pública desde el poder administrativo, pero también desde lo político y épico. Francamente eso no se ha visto reflejado en esta región", añade el analista político.
Finalmente, compara con otras administraciones del pasado, y cuestiona: "¿Cuantos integrantes actuales o anteriores de este gabinete son o fueron candidatos a algún cargo?".
Coincide el analista político Cristian Zamorano. "Difícilmente el oficialismo en la región puede postular más de dos o tres personas", recalca. Específicamente de los secretarios regionales, el experto comenta que de los casi 20 integrantes del gabinete regional, "escuchas, a lo máximo, hablar de tres nombres".
Lo anterior, detalla, "refleja síntomas de un déficit comunicacional, de gestión política y de posicionamiento. Eso es indiscutible". Y más allá de compararlo con los rostros que surgieron de los gobiernos de Sebastián Piñera, Zamorano ejemplifica con los otrora gabinetes de izquierdas. "Es verdad que ha la izquierda le ha costado posicionar figuras nuevas. Pero nunca en las proporciones de hoy. Porque por lo menos la Concertación, si bien no posicionaba a candidatos que ganaban, posicionaba a gente que dentro de su partido agarraba un cierto liderazgo. Eso tampoco no ha pasado tampoco acá. No hay nombres relevantes".