Correo
Reforma previsional
Con total sinceridad, no me sorprende que se haya aprobado la reforma de pensiones. Lo que sí me sorprende es la absoluta falta de identidad de Chile Vamos, un sector que no solo ha tomado prestado el discurso de la izquierda, sino que además se ha sumado a una pantomima mediática.
Con todas las modificaciones realizadas, la propuesta de ley supera las 700 páginas, y las últimas modificaciones fueron enviadas el 28 de enero a la 1 de la mañana, apenas nueve horas antes del inicio de la votación. ¿Chile Vamos leyó completamente el proyecto? ¿Votó con responsabilidad? Yo lo dudo.
El Estado se ha convertido en nuestro enemigo. No solo nos roba, sino que tampoco cumple con su única función real: servirnos. Entonces, ¿por qué seguimos confiando en el peor administrador posible?
Quienes votaron en contra de esta reforma no se dejaron engañar ni corromper. Fueron ellos quienes realmente priorizaron protegernos del abuso del Estado.
Rodrigo Salinas Rojas
Permiso para el desarrollo
Recientemente, representantes de los sectores de desalación y energía acudieron al Senado para exponer la necesidad urgente de reformar el sistema de permisos requeridos para materializar infraestructura clave. Un ejemplo paradigmático es el proyecto de la línea de transmisión Kimal-Lo Aguirre, que requiere obtener 4.941 autorizaciones para avanzar en su construcción.
En el ámbito de la construcción, la situación no es distinta: las disparidades en los criterios de evaluación de las Direcciones de Obras Municipales han mantenido paralizadas importantes inversiones, afectando directamente a comunas que necesitan con urgencia la generación de empleo.
Surge entonces una pregunta fundamental: ¿un país necesita permiso para su desarrollo? Hoy, la respuesta parece ser afirmativa. Sin embargo, es imperativo avanzar hacia una racionalización de este entramado burocrático. Chile enfrenta el desafío de reactivar su economía con proyectos que respeten el entorno, pero el sector público no puede seguir actuando como un obstáculo.
Es tiempo de priorizar la agilidad y eficiencia en los procesos, porque el desarrollo de nuestras comunidades no puede esperar.
Carlos Zeppelin
Lente lingüístico en la salud mental
El texto "Applied Psycholingüistics and Mental Health", R.W. Rieber (1991), Plenum Press desarrolla la relación entre aspectos bio-lingüísticos y su expresión en la conducta verbal. Examina una amplia gama de problemas psicológicos relacionados con algunos "trastornos del pensamiento" como el lenguaje en la esquizofrenia, afasias, psicosis, deficiencia intelectual, problemas emocionales, autismo, y demencias. Desde 1903 la psiquiatría se interesó por la relación lenguaje- pensamiento y enfermedades mentales en la comunicación cotidiana mucho antes que la antropología cultural.
El autor comenta en extenso dos obras clásicas, Esquirol, J.D. (1772-1840) "Malades Mentales" (del francés "enfermedades mentales"), enfatiza la importancia del estudio del lenguaje para entender los problemas de la mente. Discute y analiza- en relación a ello - muchos aspectos del lenguaje como la entonación, pronunciación, modulación de la voz, gestos, que reflejan estados mentales con algún grado de disfunción en un hablante. Incipientemente, ya había un interés por conocer lo que hoy llamamos "cognición corporizada" o lo que el cuerpo expresa. ¿Se acuerda usted de "el cuerpo no miente en la TV abierta"? Sí, la investigación psicolingüística y la salud mental están también desarrollados en los trabajos de Vetter (1969) en "Language Behaviour and Psychopathology" como la "ilogicidad del pensamiento" en contextos pragmáticos y semánticos de la comunicación. Todo en el texto de R.W. Rieber.
Sobre Freud y "la psicopatología de la vida cotidiana" en relación a los "lapsus linguae" o errores involuntarios en la producción del habla, como sub capítulo escrito por el Dr. M. Edelson, del Depto de Psiquiatría, de la Universidad de Yale, EE.UU. el lenguaje es la "clave" para entender la relación lenguaje-pensamiento dado que el habla y la comprensión son psicológicas.
Si usted ha leído "1984" de Orwell, la distopía de una sociedad socialista, con un "ministerio de la verdad", o "policía del pensamiento", el "doble pensar", "doble hablar", "decir y desdecirse", la "neolengua", el "lenguaje inclusivo" que erosionan la comunicación como las "esquizofasias" o "ensalada de palabras" de los discursos políticos, piensan, sienten y actúan separadamente ("esquizos" los denomina Vanessa Kaiser en su libro "El Progresismo y la cultura de la muerte"). También, en "Globalismo" (2024) de A. Laje filósofo político, explica "la verdad no es otra cosa que el discurso que establece el poder para satisfacer sus propias necesidades políticas". Así, las ideas de la sustentabilidad en el mundo global, forman mentes esquizoides. Estos dos textos, sin duda, nos ayudan a entender por qué nuestras mentes se enferman en el globalismo galopante de los tiempos que corren.
N. Parra, antipoeta, dice "despierta que se nos va hacer tarde para dormir una siesta".
Omer Silva Villena