"El mayor desafío para crecer es la organización y la obtención de espacios adecuados"
El patinaje artístico en Chile es una disciplina que cada año atrae a más personas, y en Antofagasta, el Club Deportivo de Patinaje Artístico ha jugado un papel fundamental en su crecimiento.
Fundado en 2016, este se ha convertido en un espacio inclusivo y motivador para niñas y jóvenes de entre 5 y 17 años. Más allá del aspecto deportivo, la agrupación fomenta valores esenciales como la disciplina, el trabajo en equipo y la autoconfianza, así lo destaca Patricia Lagos, presidenta del club.
Además, como miembro de la Liga de Patinaje Artístico de Chile (LIPACH), este les permite a sus patinadoras representar a La Perla del Norte en eventos nacionales, aumentando su visibilidad y reconocimiento. Con el tiempo, ha crecido en número de miembros y en la calidad de sus presentaciones, consolidándose como un referente en la región.
¿Cuál es la historia del club? Cuéntanos de sus inicios.
-El club comenzó en 2016, cuando un grupo de cinco mamás decidimos emprender este camino porque a nuestras hijas les gustaba mucho el deporte. Una de las mamás había vivido en Canadá y su hija estaba fascinada con el patinaje sobre hielo, pero como aquí (Antofagasta) no se puede practicar, encontró el patinaje en cuatro ruedas. Así, empezamos a buscar entrenadores y formamos el club con personalidad jurídica, integrándonos en la comunidad, siempre con el apoyo de las familias.
¿Qué te motivó a sumarte a esta agrupación como presidenta?
-Desde el inicio he sido presidenta y me han reelegido en varias ocasiones. Ha sido muy gratificante porque las niñas aportan una energía inigualable. Nuestro club se caracteriza por la convivencia, el compañerismo y la empatía entre ellas, lo cual es muy gratificante.
Como club, ¿cuáles son sus objetivos a corto y largo plazo?
-Nuestro objetivo principal es formativo. Queremos que las niñas tengan un espacio seguro donde puedan aprender habilidades blandas y valores a través del deporte, aportando así a la convivencia en la sociedad.
¿Qué consejo le darías a alguien que está empezando en el patinaje artístico?
-Le recomendaría tener paciencia y perseverancia. Es un deporte muy bonito y gratificante, pero no es fácil, requiere mucha destreza y fuerza. Es importante ser constante, porque habrá muchas caídas, pero la clave es levantarse y seguir adelante.
¿Cuál es el mayor desafío que han enfrentado como agrupación?
-Los mayores desafíos han sido el financiamiento, ya que es un deporte costoso y somos un club sin fines de lucro. También la falta de espacios para practicar, porque necesitamos canchas específicas para patinaje artístico, y aunque algunas juntas de vecinos colaboran, nos falta un lugar dedicado para nosotros.
¿Cómo lidian con la derrota o un resultado no esperado?
-Trabajamos mucho en habilidades blandas y en la contención emocional. Cuando una niña no obtiene el resultado esperado, sus compañeras suelen ser las primeras en apoyarla. El compañerismo en nuestro club es muy fuerte y eso ayuda mucho en momentos difíciles.
¿Cuál es el momento más emotivo o memorable que han vivido en una competencia?
-Los momentos más emotivos son cuando una niña se cae o no logra lo que esperaba, y sus compañeras van a abrazarla y contenerla. Ver esa solidaridad y apoyo entre ellas es muy gratificante y nos da un ejemplo de hacer comunidad en tiempos de tanto individualismo.
¿Cómo impacta el patinaje artístico en la vida de las chicas?
-El patinaje artístico tiene un impacto especial y muy positivo, porque enseña perseverancia, resolución de conflictos y tolerancia. Estas son habilidades que aplican en su vida diaria, y es muy gratificante ver cómo el deporte las ayuda a crecer en todos los aspectos.
¿Cómo crees que el patinaje artístico local puede crecer o mejorar en el futuro?
-Creo que el mayor desafío para crecer es la organización y la obtención de espacios adecuados. Debemos trabajar juntos entre los clubes para lograr espacios seguros y dedicados donde podamos practicar y desarrollar el deporte de manera adecuada.