Rosa Morales Arce es reconocida por su labor en el Rotary de la localidad pampina.
Es una pampina que aporta desde hace un década a la comunidad de María Elena por medio de las Damas Rotarias de María Elena.
Desde ahí, realiza una gran labor por las pampinos vulnerables de la localidad. Es la presidenta de la institución, donde buscan ser un aporte para las personas.
Rosa Monárdez Arce, presidenta de las Damas Rotarias de María Elena expresó que "nuestra agrupación realiza una labor sin fines de lucro para las personas que lo necesitan en María Elena, por ejemplo: celebramos el Día de la Madre.
Agregó que "así siempre estamos pendientes de las mujeres de María Elena, porque queremos ser una organización que entregue apoyo, una labor que hemos realizado cerca de 12 años".
Cuando llegó a María Elena a los 15 años desde la oficina salitrera José Francisco Vergara, donde nació el 8 de septiembre de 1961, su atención estuvo en el respeto entre la gente, la educación que existía.
Además valora las vivencias que tuvo con sus amigos en la escuela, por eso y más, destaca mucho en su vida lo que aprendió en María Elena por tanto tiempo.
Recuerda que fue una joven tímida y cerca de los 17 años comenzó a pololear: su madre no le daba permiso para ir al teatro. La primera vez que fue a matiné fue con su hermano a las 16:00 horas.
Dice que es una mujer hogareña e introvertida. Fue una joven tranquila, que respetaba las normas y la educación que le daban sus padres, por ello siempre ha sido una mujer de familia.
Se quedó en María Elena porque le gusta la tranquilidad, la seguridad de la localidad, además de los amigos y conocidos de toda una vida.
Algunas de las actividades que siempre disfruta son las fiestas religiosas en María Elena.
Al respecto, comentó Monárdez : "Me encanta las fiestas religiosas que se han hecho toda la vida en María Elena, a mí me gusta mucho participar de la Tirana Chica y para mí esto es algo importante porque soy muy devota.
"Ese espíritu del pueblo donde se celebra como si fuéramos todos una familia. En estas fechas llegan amigas y amigos que ahora viven en otros lugares. Eesos son momentos para recodar lo que hacíamos de niños, nuestros juegos y tradiciones", destaca.
Para Rosa vivir tranquila, es algo impagable y eso lo que siente en María Elena, además de sentirse segura en su pampa amada.
La vida en la última salitrera del mundo, tiene su propio tiempo, su propio ritmo y aseguró que eso es lo que le encanta de la oficina.
Hace más de 10 años, Rosa Monárdez, participa en las Damas Rotarias de María Elena. Sobre esta iniciativa solidaria expresó "para mi ver nuestras actividades llenas de mujeres, es algo espectacular, porque yo le puedo dar un buen momento a quienes lo necesitan"..
"Ahora para Navidad haremos una gran fiesta para 60 niños, que tenemos que atender. Eso para mí es espectacular, ver la sonrisa de un niño, una niña y una mujer. Es algo demasiado importante que me permite sentirme realizada", comentó
En 1996 lo trasladaron de Pedro de Valdivia a María Elena. Eso fue algo muy fuerte para Nicolás del Tránsito Cubillos Espina, ya que por 32 años trabajó ahí.
En Pedro de Valdivia también nació su primer hijo. Por todas esas razones, se siente un pampino de corazón, pese a ser originario de La Calera en la Región de Valparaíso.
Llegó a la pampa, porque sus abuelos eran pampinos de toda la vida y le recomendaron ir a buscar trabajo en el norte.
Fue a Pedro de Valdivia a buscar salitre para La Calera. Sin embargo, preguntó por trabajo y le dijeron que estaban necesitando personas para trabajar en camiones. Volvió a su tierra y le dijo a su esposa que había una oportunidad en Pedro de Valdivia, donde volvió al mes siguiente.
Trabajó como chofer de camiones de alto tonelaje por siete años en una empresa contratista. Después, SQM compró los camiones y trabajó ahí, hasta que lo trasladaron a la localidad de María Elena. Posteriormente fue enviado a Nueva Victoria para realizar turnos siete por siete, donde jubiló hace seis años.
"Por más de 30 años trabajé en camiones de alto tonelaje, donde el caliche se saca para llevarlo a las moliendas. Luego es cargado a las correas transportadoras para procesarlo sacar las diferentes pastas del salitre: el yodo, nitrato de amonio y nitrato de sodio", enfatizó Cubillos.
Actualmente, vive en la última oficina calichera del mundo. El minero, socio del Rotary de María Elena y maestro de artes marciales, comentó que "la pampa te agarra y te atrae: uno se encariña mucho en la pampa.
"La gente es amena, respetuosa y amigable. A mí me gusta el entorno de acá, porque me gusta la vida tranquila. Creo que en la ciudad se corre mucho riesgo actualmente", comentó.
"Vivo con mi esposa y un hijo que también trabaja en María Elena". Uno se acostumbra y lleva una vida muy amena. No me faltan cosas que hacer, por ejemplo: yo pertenezco a Rotary Club de María Elena, donde participo desde hace 22 años", recalcó Nicolás Cubillos.
Además, Nicolás Cubillos es shihan 12 dan y maestro de artes marciales Bujinkan Dojo del Inochi Dojo de María Elena, donde enseña a los niños y jóvenes este arte marcial y forma de vida basada en el respeto y la cultura japonesa.
"Primero le enseñamos a los niños sobre el sacrificio que conlleva para la familia vivir en la pampa por el calor y entorno. También se les enseña que puedan llevar una vida en base al respeto y la tolerancia, sin incentivar el uso de la violencia por medio de esta filosofía y valores", comentó.
Además, Nicolás Cubillos también pertenece al Cuadro Blanco, que es una banda de guerra, donde es comandante. Este conjunto acompaña a los adultos mayores en sus desfiles para distintas fechas como, por ejemplo, 21 de mayo, Fiestas Patrias y el aniversario de María Elena.
Para Cubillos, María Elena es donde encontró una vida diferente. "Ha sido maravilloso vivir en la pampa y es una experiencia sin igual hasta el día de hoy".