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El tradicional reencuentro con su querida pampa: pedrinos no olvidan el aniversario de su oficina

Desde todo Chile y ciudades del extranjero, vuelven para recorre las calles del campamento.
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Como ya es una tradición, el 6 de junio de cada año es celebrado el aniversario de la oficina salitrera Pedro de Valdivia, que es parte del patrimonio pampino de la Región de Antofagasta.

Este año para conmemorar los 93 años de 'Pedro', las actividades comenzaron el sábado 1 de junio, que incluyeron la simbólica apertura de las puertas de la oficina salitrera, donde llegaron sus antiguos vecinos, quienes incluso del extranjero vinieron a la ceremonia.

Hay que recordar igual que el 6 de junio es celebrado el Día Nacional del Pampino en reconocimiento a quienes trabajaron en la industria salitrera en la pampa del norte de Chile.

Pedro de Valdivia fue la última oficina salitrera en levantarse y, a su vez, la última en cerrar de nuestro país, relata la corporación museo que cuida su patrimonio.

Comenzó su operación en 1931 y cerró definitivamente su campamento en 1996, año que muchos trabajadores junto a sus familias fueron redestinados a la oficina de María Elena, mientras que otros migraron a otras ciudades del norte.

Fue considerada una oficina modelo en su época, ya que albergaba todas las condiciones y servicios para que sus habitantes y trabajadores pudieran desarrollar una vida plena lejos de la precariedad de otras faenas salitreras.

Pedro de Valdivia operaba con el sistema Guggenheim, por lo que la intensidad de sus faenas requirió más de 2 mil trabajadores para comenzar la explotación, sumando 11 mil en la década de 1960.

Tenía más de 1.500 viviendas, divididas en residencias para solteros, administradores y para familias de obreros.

La morfología de esta oficina se asemejaba a una "L", tal como las ciudades industriales, se trataba de incorporar la zonificación o distribución funcional del asentamiento.

Pulperías

El centro comunitario era la plaza, que poseía un kiosco en cada esquina, y uno principal en el centro, en el que tocaba la banda de músicos. Al costado de ella se situaba la escuela pública, que abrió en 1934.

La oficina también contaba con canchas deportivas, piscina, cine-teatro, pulperías, hospital, edificio de correos y carabineros, y otras oficinas donde funcionaban clubes sociales y sindicatos.

Pedro de Valdivia perteneció en sus inicios a la empresa Lautaro Nitrate Co. Ltd., que en 1950 se fusionó con Anglo-Chilean Nitrate Co., generando una nueva compañía llamada Compañía Salitrera Anglo-Lautaro.

A fines de la década del '60 pasó a propiedad del Estado, a cargo de SQM. En 1988 se privatizó nuevamente, cerrando sus puertas en 1996.

Hoy la oficina Pedro de Valdivia está inscrita en el registro de Monumentos Nacionales, y durante el primer domingo de junio, los pampinos la recuerdan en su fiesta de aniversario.

En el entorno del monumento histórico de la oficina salitrera Pedro de Valdivia, se encuentra la avenida O'Higgins, principal acceso al pueblo, franqueada por un arco metálico símbolo de este campamento. La salitrera fue declarada zona típica en 1999 por su riqueza patrimonial.