Netanyahu niega un desastre humanitario en Rafah: han huido 450 mil personas
GUERRA. Primer ministro de Israel se negó a hablar del "día después" del conflicto en Gaza hasta que Hamás sea eliminado. Defensa cuestionó sus declaraciones.
Efe
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, negó que haya o que vaya a haber un desastre humanitario en la ciudad de Rafah, de donde alrededor de 450 mil personas han huido ante una ofensiva israelí cuestionada por gobiernos y organismos de todo el mundo.
"La catástrofe humanitaria de la que hablaban no ha ocurrido, ni ocurrirá", dijo el mandatario en un mensaje en video en el que defendió no hablar sobre el "día después" de la guerra en la Franja de Gaza hasta que el grupo palestino Hamás no haya sido completamente eliminado.
Con sus palabras, Netanyahu parecía responder a las críticas del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que el domingo dijo en una entrevista en CBS que Israel no tenía un plan para lo que ocurrirá en el devastado enclave palestino una vez acabe la guerra.
Un mensaje similar al de Qatar, mediador clave entre Israel y Hamás, que el martes insistió en que "Israel no tiene hoja de ruta" para poner fin a su guerra en Gaza, y consideró que la "solución" para descongelar las negociaciones para una tregua en la Franja "es la presión internacional", en palabras del portavoz del Ministerio qatarí de Relaciones Exteriores, Majed al Ansari.
Discusión con defensa
El mensaje de Netanyahu tuvo su réplica en una declaración ante los medios del ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, que también forma parte del Gabinete de Guerra, y que avisó de que no aceptará que Israel establezca un gobierno militar en Gaza que acapare sus recursos y le impida centrarse en otros frentes.
"Pido al primer ministro Benjamín Netanyahu que tome una decisión y declare que Israel no establecerá un control civil de la Franja de Gaza, que Israel no establecerá un gobierno militar en la Franja de Gaza, y que se abordará inmediatamente una alternativa gubernamental a Hamás", dijo el ministro.
Gallant aseguró que lleva desde octubre tratando de que las autoridades israelíes se ocupen de la necesidad de buscar una "alternativa de gobierno local y palestina no hostil" para el enclave.
El ministro dejó claro que solo habrá un "día después" de Hamás en Gaza con un gobierno palestino acompañado de actores internacionales, y que si Israel decide establecer un gobierno militar en Gaza, este se convertirá "en el principal esfuerzo militar y de seguridad" del país durante los próximos años.
Netanyahu no tardó en responder al responsable de Defensa, dejando claro en X que "mientras Hamás permanezca, ningún otro actor gobernará Gaza, desde luego no la Autoridad Palestina".
"Hasta que no esté claro que Hamás no controla Gaza militarmente, ningún actor estará dispuesto a hacerse con la gestión civil de Gaza", dijo más temprano el mandatario, que acusó al grupo islamista de intimidar y atacar a civiles por trabajar en la distribución de alimentos dentro del territorio asediado.
Las palabras de Gallant generaron rápido las críticas del ministro israelí de Seguridad Nacional, el colono ultraderechista Itamar Ben Gvir, que pidió en un mensaje en X "reemplazar" al responsable de Defensa para "lograr los objetivos de la guerra".
"Desde el punto de vista de Gallant, no hay diferencia entre si Gaza está controlada por soldados del Ejército israelí o si los asesinos de Hamás la controlan. Esta es la esencia del concepto de un ministro de Defensa que fracasó el 7 de octubre y sigue fracasando incluso ahora", aseguró el polémico líder del partido ultra Poder Judío, clave para la formación del Gobierno de Netanyahu.
La ofensiva de Israel sobre la Franja de Gaza causó ayer al menos 60 muertes y 80 heridos, según cifras del Ministerio de Salud del enclave palestino, controlado por Hamás.
Las víctimas de la última jornada elevan el cómputo total de muertos hasta los 35.233 y el de heridos hasta los 79.141 desde el inicio de la guerra el pasado 7 de octubre, cuando Hamás perpetró un ataque terrorista que dejó más de 1.200 muertos y 250 secuestrados en Israel.
El mismo ministerio, sin embargo, estima que 10.000 cuerpos más podrían continuar bajo los escombros y en las carreteras, sin que las ambulancias puedan acceder a ellos.