El Núcleo Milenio para el Desarrollo de los Territorios (CEDIT) presentó el primer índice de la Calidad de la Gobernanza regional en Chile, donde muestra que Chile manifiesta una amplia variabilidad en los niveles de gobernanza entre regiones. La región con mejor calidad de la gobernanza es la de Los Ríos (Valdivia) y con la peor, Atacama. Antofagasta se encuentra en el grupo promedio (con un índice entre 3 y 4 de una escala que va de 1 a 10 donde 1 es el peor valor posible y 10 es el mejor valor posible), junto a Arica y Parinacota, Tarapacá, Valparaíso, Metropolitana, Maule, La Araucanía y Magallanes. ¿Pero cómo entendemos la Gobernanza y la Calidad de la Gobernanza?
La gobernanza se entiende como las acciones del gobierno y su interacción con la sociedad civil, en una relación que determina la efectividad de las políticas públicas. La calidad de la gobernanza es el atributo del proceso político que captura la capacidad de los países (o regiones) de lograr sus objetivos de prosperidad y bienestar. Este índice de la Calidad de la Gobernanza Regional, elaborado por el CEDIT es un bien público que ofrece datos para el análisis y estudio de la gobernanza y sus determinantes en Chile.
En el CEDIT, siguiendo la literatura de las Ciencias Sociales, identificamos cuatro pilares de la gobernanza: La calidad de las burocracias locales, la probidad o ausencia de corrupción, el imperio de la Ley (reglas claras, reconocidas y justas), y la participación y rendición de cuentas (accountability). El índice de la calidad de la gobernanza se estructura en torno a tres dimensiones, (calidad, imparcialidad y probidad), que engloban a los cuatro pilares mencionados, y da cuenta del complejo contexto institucional y político en el que se desenvuelven las acciones de política pública. El índice es el promedio simple de los subíndices de calidad, imparcialidad y probidad.
En el índice de calidad de los servicios públicos, la Región de Antofagasta tiene una valoración por debajo del promedio nacional en las subdimensiones de educación, policías (carabineros y PDI) y salud. Sin embargo, es la mejor valorada en Educación con un 5,22; y la peor en Salud con un 4,9, de una escala de 1 a 10. La imparcialidad en la entrega de los servicios públicos (inexistencia de tratos privilegiados para algunos), tuvo una valoración baja, de 3,2 puntos. Mientras que el índice de probidad, entendida como el control o reducción de la corrupción, ha sido valorada solo con 3 puntos. Sin duda, este resultado se ha visto afectado por el "Caso Convenios" que explotó en nuestra región el pasado junio, aunque la Fiscalía informó en agosto que investigaba 11 gobiernos regionales por posibles irregularidades en el financiamiento de fundaciones.
Este primer indicador de gobernanza regional es muy importante porque no solo mide la calidad y la efectividad de los distintos órganos del Estado, sino que además evalúa el proceso político en el cual las relaciones de la sociedad civil con el ámbito político y económico juegan un rol fundamental.
La continuidad de este indicador permitirá evaluar cómo evoluciona la gobernanza de nuestra región a fin de mejorar el bienestar de sus poblaciones. De hecho, a nivel regional existe una correlación positiva entre los niveles de desigualdad económica y el índice de la Calidad de la Gobernanza Regional, y esta relación es más acentuada para el subíndice de probidad. Esto significa que las regiones con una mayor desigualdad económica, medida por el índice Gini de los ingresos, tienen peor calidad de la gobernanza y peores índices de probidad.