"Hemos pedido que no nos miren como los jóvenes inexpertos que no quieren el crecimiento"
La vocera de La Moneda enfatiza la necesidad de un fast track económico y el apoyo del mundo empresarial para sacar adelante proyectos en beneficio de las personas, además del pacto fiscal. ¿Se imagina como presidenta? "No, no quito tiempo de mis pensamientos, de mi trabajo, en eso", dice.
Este viernes 26 de abril comenzó a regir la Ley 40 Horas, una iniciativa que la actual vocera de Gobierno, Camila Vallejo, impulsó cuando era diputada junto a la hoy presidenta de Cámara de Diputados, Karol Cariola. La normativa establece una reducción gradual -en cinco años- de una hora de trabajo a la semana, bajando de 45 a 40 horas hasta lograr el objetivo exactamente el 26 de abril de 2028.
"Es un sueño que parecía imposible el 2017", reflexiona la ministra Vallejo. "El hecho de que se esté haciendo realidad, que vaya a mejorar la calidad de vida de cuatro millones de compatriotas que están en el Código del Trabajo, es una muy buena noticia. Da cuenta de que la política sirve para hacer cambios positivos cuando nos ponemos de acuerdo, cuando ponemos en el centro a las personas", agrega.
La implementación de la ley, sin embargo, no se ve tan sencilla. Parte del empresariado postula que la ley habla de "distribución" horaria para lograr el objetivo, lo que permitiría rebajar 12 minutos a la jornada diaria, pero un dictamen de la Dirección del Trabajo estableció que si no hay acuerdo entre las partes la rebaja debe ser de una hora completa en un día.
-José Pakomio, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), dijo incluso que las confianzas con el Gobierno se habían roto, porque la ley estableció una cosa y el dictamen cambió las condiciones.
-Este es un problema bien acotado, con un sector de empresarios. La gran mayoría de las empresas están cumpliendo y avanzando; de hecho muchas han cumplido incluso antes de la implementación de la ley, particularmente las pymes. Lo que sucede es que si no se hubiera malinterpretado la ley, no hubiera sido necesario este dictamen. Lo que hace la Dirección del Trabajo es resguardar el espíritu de lo que se promovió en el acuerdo alcanzado en el Congreso, que es que los trabajadores y trabajadoras puedan ver reducida su jornada laboral, a menos que exista un acuerdo distinto entre los trabajadores y los empleadores, de una distribución distinta, pero aquí la flexibilidad no puede significar abuso o sobreinterpretaciones de la ley. Justamente para resguardar las confianzas con el empresariado lo que les pedimos es que respeten el espíritu de la ley para que los trabajadores y trabajadores realmente puedan disfrutar de más tiempo libre y no con subterfugios que hagan que se diluya la reducción de la jornada labora en minutos que al final no impactan en el tiempo de descanso.
-En los últimos días hay regiones que han reclamado abandono: los habitantes de Coronel llevan un mes con el puerto en paro, la situación de educación en el norte lleva meses, los damnificados de incendios en Viña protestan por el lento avance lento en reconstrucción, en Biobío está la crisis por Huachipato. Usted puede nombrar muchas acciones que se han realizado, pero la percepción de las personas es que ha sido lenta la reacción del Gobierno. ¿Qué revisión o mea culpa hacen sobre este tipo?
-Tenemos que buscar los espacios de mejora y lo reiteramos: vamos a estar siempre a disposición para darle tranquilidad a las familias de que estamos ocupando todas las herramientas para ir donde antes el Estado no estaba o no reaccionaba. Llevábamos años pidiendo royalty minero para distribuir de mejor manera la riqueza que produce para el país y hoy es una realidad para 307 comunas de distintas regiones. Estábamos el otro día en Calama, en la Región de Antofagasta, justamente dando la buena noticia de los más de dos mil millones de pesos de recursos frescos que está teniendo esa comuna, de libre disposición, para poder financiar proyectos y necesidades de la comuna. Y comunas también del sur reciben royalty minero, no solamente en el norte. Huachipato era un problema grande, lo resolvimos rápidamente por la insistencia que hicimos con el Gobierno para que en la Comisión Antidistorsión se resolviera cuando antes el resultado de la sobretasa
frente al acero chino, importado o no, y ya tenemos la buena noticia de que Huachipato continúa. Tenemos que profundizar siempre más en el diálogo y esa es la vocación y voluntad que se ha materializado en hechos concretos, pero por cierto que nuestro país todavía tiene temas pendientes: vivienda, desarrollo económico y en eso quiero resaltar una cosa que dijo el Presidente de la República y que sostuvo también nuestro ministro de Hacienda: así como hemos hablado del fast track legislativo en seguridad, necesitamos un fast track económico, que facilite también los temas de construcción.
Estamos hablando de 14 proyectos viales que tenemos que sacar adelante para aumentar más las inversiones en las regiones, del sector público-privado, para generar mayor desarrollo económico. Se presentó en un proyecto para financiamiento de la reconstrucción y necesitamos que se apruebe rápidamente para tener los recursos para que nadie se quede sin su casa, en este caso en la Quinta Región. Necesitamos el fast track económico, necesitamos sacar adelante el pacto fiscal, que no es solamente el aumento del impuesto a la renta de quienes ganan más de cuatro millones y medio de pesos, sino que son una serie de medidas para impulsar el desarrollo económico de nuestro país con mirada regional también.
-Particularmente en la Enade los empresarios hicieron hincapié en que les preocupa mucho la fragmentación política que no favorece acuerdos, principalmente en el Congreso, pero la democracia también requiere que se expresen distintas voces. ¿Cuáles son los cambios al sistema político que está evaluando proponer el Gobierno y por qué vía?
-Esto es muy importante porque ha sido parte de las discusiones más álgidas en el último tiempo. Nosotros entendemos que la extrema fragmentación política en el Parlamento le hace daño a la posibilidad de los acuerdos, al mismo tiempo que compartimos y defendemos la diversidad de opiniones que toda sociedad tiene y que debe expresarse también en los cargos de representación popular. Lo que estamos diciendo con esto es que queremos empujar esta conversación, que es un diálogo necesario, en cómo reformamos el sistema político para modernizar y fortalecer nuestra democracia al mismo tiempo que decimos que esto no puede ser en reemplazo a la necesidad de los acuerdos para aumentar las pensiones ahora, porque sería -como bien lo dijo el presidente- insultante que terminemos resolviendo los problemas de la política y no resolviendo la urgencia de las personas hoy, como lo son las bajas pensiones. Cuando hablamos de la necesidad de dar más certidumbre al país, no hablamos solo de los inversionistas con la ley de Sistema Inteligente de Permisos, también hablamos de darles certeza a nuestros compatriotas de cómo van a llegar a fin de mes. Hoy día los jubilados y jubiladas siguen esperando que se les aumente sus pensiones, por lo tanto, lo que necesitamos es tener claras las prioridades. ¿Es importante el cambio al sistema político? Sí. ¿Lo vamos a empujar? Sí, pero nuestra prioridad, que no excluye lo otro pero ordena el debate, está en las urgencias ciudadanas porque esas son las prioridades de las personas.
-Lo que le pregunto es de qué manera se plantea en la práctica, porque se pide una voluntad de diálogo que en la realidad no existe. Con muchas personas planteando posturas distintas, ¿de qué manera se puede consensuar para avanzar?
-Lo que necesitamos para eso es salir de las trincheras siempre. Nosotros hemos vivido ese proceso, presentamos una reforma de pensiones que ha tenido varias modificaciones justamente porque entendemos que para llegar a acuerdo hay que salir del atrincheramiento. Si tenemos tantas posiciones distintas que plantean todas sus propias líneas rojas jamás vamos a lograr avanzar en el país y, por lo tanto, cuando hablamos de la disposición a empujar una conversación de cambio al sistema político lo hacemos sobre la base de que todos y todas pueden tener sus propias posiciones, que se tienen que manifestar, pero que tienen que llegar a la conversación con ánimo de acuerdo. Y particularmente en el caso de las pensiones. Vuelvo al punto porque necesitamos que algunos sectores salgan de la línea roja. Si tenemos que destrabar el tema de las pensiones queremos dejar de escuchar el no, no, no y no. Hemos dicho "ok, no todo el 6% a seguridad social", pero algo tenemos que destinar a seguridad social para que puedan las mujeres recibir una pensión mayor y que no sean castigadas por la tabla de mortalidad. O porque se tuvieron que dedicar al trabajo de cuidado y por lo tanto su fondo disminuyó, porque no pudieron cotizar. Cuando escuchamos que algunos dicen "ningún peso a seguridad social, todo va a la cotización individual", ¿cómo conversamos así? En la política se requiere algún grado de flexibilidad como, por ejemplo, hemos avanzado en mayor flexibilidad para pactar jornadas laborales. Hemos avanzado en salir de las trincheras, pero esperamos que los otros sectores también tengan esta disposición y eso se concrete. No es fácil, pero no imposible, y las 40 horas lo demuestran.
-A propósito de atrincheramiento, el presidente Boric ha sabido disculparse, reconocer errores, también en Enade reconoció que había un clima hostil y había que trabajar como una selección de fútbol. ¿Quedaron conformes con el impacto que causó el discurso del presidente?
-Fue bien recibido. Valoraron mucho el discurso del presidente porque tocó varias aristas que creo que nos permiten dibujar caminos de futuro común en el desarrollo de una economía sostenible. De hecho queremos crecer, queremos pasar del 2% y aumentar el crecimiento económico y que este crecimiento debe verse reflejado en la realidad de las familias de nuestro país. Y para lograr eso, tenemos que poner todos de nuestra parte. El fast track legislativo económico es una tarea concreta para empujar ese crecimiento, pero también la estrategia de hidrógeno verde, del litio, de cómo finalmente desarrollamos industria pensando en el siglo XXI. Que genere riqueza, pero que también sea sostenible y con alto valor tecnológico a propósito de los desafíos que tenemos en materia de cambio climático, de llegar a la carbononeutralidad y una matriz energética mucho más limpia. Y con una matriz productiva mucho más diversa. El presidente le puso contenido al crecimiento, le puso además la impronta de la cohesión social y que las certezas tenemos que dárselas tanto a los inversionistas como también a los ciudadanos. Todo nuestro país merece certezas, merece tener una mirada de futuro más próspero. Y ahí es clave lo que puedan hacer los empresarios y no solamente en el Congreso el Gobierno y los parlamentarios.
-En ese camino de avance, el Gobierno también ha hablado de dejar prejuicios de ambas partes. ¿De qué prejuicio debería desprenderse usted, su partido, su sector?
-Creo que con el tiempo nos hemos ido desprendiendo de hartos prejuicios, porque nuestra experiencia de los últimos cinco o seis años ha sido diversa en el mundo empresarial. A mí me ha tocado en varias oportunidades, a propósito de las mismas 40 horas, conversar con empresarios y empresarias, y así como pasa en la política que no es homogénea, también en el mundo empresarial también hay diversidad de posiciones. Y tengo certeza de que en el mundo empresarial son muchos más los que están en disposición no solo a dialogar, sino que a avanzar con innovación y con valentía a cambios que nos permitan dar un salto al desarrollo, que es lo que Chile necesita hace décadas. En esto por eso uno no se pierde. En todos lados hay gente que se opone a todo, solo critica, pero también en todo hay gente que tiene realmente la voluntad y la vocación del trabajo en equipo, de jugar como selección nacional, como decía el presidente, para avanzar por nuestro país. Esperaría que eso suceda, así como hemos pedido que no nos miren como los jóvenes inexpertos que no quieren el crecimiento, porque no es así. Lo queremos, y es importante, pero también necesitamos que ese crecimiento lo vean las personas y no solo un sector del empresariado chileno, sino que se diversifique en el territorio nacional el fruto de ese crecimiento.
-Me leyó la mente cuando dijo lo de jóvenes inexpertos. Me imagino que le duele o le molesta.
-Queremos más jóvenes emprendedores, el mundo empresarial también busca innovación y hay muchos que están metiéndose en ese mundo, no podríamos catalogarlos de personas que no pueden participar en el debate sobre el desarrollo del crecimiento solo porque son jóvenes. Queremos empujar también la renovación en ese ámbito. Lo mismo pasa en la política. Entonces, más que prejuzgar a la juventud, la tarea es buscar la unidad intergeneracional e intersectorial para hacer de nuestro país un mejor país.
-El presidente dio su nombre como buena opción de sucesión. ¿Se ha imaginado como Presidenta alguna vez, y las cosas que le gustaría hacer?
-No, no quito tiempo de mis pensamientos, de mi trabajo, en esto. Tengo muy clara mi tarea y en eso voy a insistir en lo que he dicho, que es lo que creo. Acompañar al presidente hasta el final es una tarea muy importante, estamos gobernando al país, son cuatro años. A menos que el presidente me pida dar un paso al costado, pero entiendo que este gobierno tiene una tarea hasta el final, que no es solo sacar adelante su programa de gobierno, sino que las urgencias que el país nos va a ir demandando hasta el último día.