La Palabra Extrema. Punta Arenas
Cuando estaba en el colegio, iban escritores, me acuerdo que había un poeta, narrador, muy conocido en Antofagasta, que era Andrés Sabella. Sabella tenía la costumbre y la buena idea de llegar al colegio, a la escuela, a dictar charlas, especialmente en las épocas de los Días del Libro. Yo creo que eso fue una de las primeras cosas que me acercaron a la literatura y especialmente a la literatura de territorio, de regiones. Y del barrio, de la ciudad.
Tampoco no había mucha feria, había poca distancia literaria en esa época, (los años 80) estaban hablando entre ellos. Entonces no estaba tan desarrollado el tema literario.
Mario Bahamonde, escritor de Antofagasta, él tiene una obra vasta, que está dividido en la parte de la salitrera en la época de la minera y la parte más contemporánea. Y a mí lo que me llama la atención de Mario y creo que es una influencia, es cómo maneja el tema contemporáneo en cuanto a la literatura, porque muchas veces el norte se enfoca al tema minero, al tema salitrero. Hay autores bastantes conocidos como Hernán Rivera Letelier u otros.
Pero también está el tema urbano. Está la minería urbana, con la persona que llega a la ciudad, al puerto, baja de la faena minera, el faenero, y se encuentra con esta ciudad tan especial porque Antofagasta es muy permeable a la migración. A Antofagasta le decimos "antofalombia".
Hay nuevas texturas, nuevas formas narrar, de conocer y crear historias en torno a esta ciudad tan cambiante y con mucha población flotante.
Hemos desarrollado varias cosas en el Norte. En Iquique, hay actividades de territorio, de conexión, de conectividad, con el Sur peruano, con Bolivia y con el norte argentino, porque estamos más cerca de esos territorios que del mismo centro de Chile, de Santiago. Entonces hay actividades internacionales. Hay un festival que se llama "Matutes", que se hace en Iquique y que congrega a escritores de Perú, Bolivia, de Argentina y de otros lugares de Chile, en cuanto a gestión cultural.
Creo que son los temas que están en el Norte, el tema fronterizo, el tema de la minería, enfocada a este faenero que baja y se adentra en esta nueva ciudad, y el tema de la migración, los nuevos lenguajes que van cambiando dentro de la literatura. Con las muletillas colombianas, chilenas, bolivianas, se va armando un nuevo lenguaje, que va alimentando esta forma de hablar distinta, que encontramos en el Norte.
Rodrigo Ramos,
escritor del Norte Grande