Correo
Deterioro del Estado
Abordar la crisis de seguridad sólo desde la perspectiva de la crónica roja ahuyenta la posibilidad de plantearse cuestiones conceptuales de fondo. Quizás sea el olvido de tales cuestiones uno de los motivos que nos impide entrever el laberinto en el que estamos metidos y que nos dificulta encontrar una salida.
Urge recordar que el Estado es una abstracción que se hace operativa a través de las personas que lo gestionan, es decir, de los políticos y de los burócratas. Una de las funciones básicas del Estado es proteger de las amenazas exteriores e interiores a quienes habitan en su territorio. Al respecto, cabe preguntarse si el Estado chileno está cumpliendo con esa función.
En lo que concierne a la seguridad exterior, el Estado chileno no logra controlar sus fronteras; y en el plano interno no impera ni la seguridad, ni el orden, ni la paz. Una pregunta crucial es saber si el Estado, actualmente, consta con el apoyo de la ciudadanía para poner manos a la obra y garantizar tal seguridad. Si cuenta con ella y no lo hace es porque quienes lo gestionan son pusilánimes o, simplemente, incompetentes o inútiles.
En la eventualidad de que el Estado esté deslegitimado, cabe preguntarse cómo se deslegitimó y quiénes lo deslegitimaron. ¿Se puede revertir ese proceso de deslegitimación o es irreversible? Y si el Estado no puede cumplir con la función de garantizar la seguridad interior y exterior de la población, ¿quién lo hará?.
Luis Oro Tapia
Potencial de cambio
Somos seres que buscamos explicaciones y una muy importante es la que nos damos respecto al origen de nosotros mismos, es decir ¿qué nos hace posibles?
Podemos pensar que nos desarrollamos porque venimos al mundo destinados a ser de una manera y no hay otra forma de ser. O quizás que es Dios quien decide cómo seremos. También podemos pensar que somos nosotros, amos y señores de lo que podemos ser.
La creencia que tengamos de aquello que nos constituye determina muchas de nuestras decisiones. Por ejemplo, decidirá si hacemos algo o no para generar un cambio en nuestra vida.
Yo pienso que lo que me posibilita son los otros, son quienes arrancan en mí algo que no conocía. Con otros, no por otros o debido a otros exclusivamente, sino en ese espacio que se crea es cuando soy.
Es por eso que pienso que el cambio se produce en comunidad, organizados. Vale la pena preguntarse ¿qué considero que me constituye? Y saber cómo eso determina mi potencial de cambio..
Aurora Zapata
Gastronomía chilena
La cocina chilena ofrece una extensa gama de preparaciones y recetas que van desde lo dulce hasta lo salado, influenciadas por los recursos naturales de cada área geográfica, ya sea el mar, el valle o la cordillera, así como también por los productos y materias primas que van desde nuestro caluroso norte hasta el gélido sur austral.
Durante años de docencia, junto a otros profesores hemos tenido la oportunidad de conocer a alumnos de prácticamente todo el país, lo que nos ha permitido descubrir distintas costumbres gastronómicas que, probablemente, nos habría sido difícil conocer fuera de las aulas. No todo está en libros o en internet; está en el boca a boca, en preguntar y conversar con la gente y en poder probar nuevos sabores o texturas.
En la conmemoración del Día de la Cocina Chilena, celebremos en cada mesa nuestra gastronomía. Les propongo para esta jornada llenarnos de sabores y preparaciones chilenas. Recordemos nuestra infancia y lo que nos preparaban nuestras abuelas, la alegría de vivir nuestra comida en torno a esas recetas llenas del dulce y también del salado que nos provee nuestra tierra.
María Soledad Venegas
Desprotección
Las transgresiones en materias de seguridad y orden público son reflejo de una depreciación de los fundamentos de la libertad y la democracia. Valores esenciales como la vida, la propiedad y otras libertades civiles se ven desprotegidas ante criminales e instituciones debilitadas incapaces de detenerlos. Sugiero dimensionar el daño que supone esto a los cimientos de la sociedad cuando vemos que hoy comportamientos cotidianos se han vuelto riesgosos y limitan al ciudadano honesto y responsable en sus libertades y derechos, mientras los delincuentes no encuentran obstáculo alguno para su empresa y, en algunos casos, son protegidos y premiados por el Gobierno chileno.
Esta lamentable situación persistirá hasta que la problemática sea abordada con auténtica voluntad política de enfrentar el crimen y la delincuencia. Con todo, la clase gobernante ha llegado al absurdo instando al deporte como medida de hacer frente al asunto, evidenciando una vez más una falta de prioridad y compromiso con la seguridad de los chilenos.
Adela Pickett P.