Revelan supuesto pacto entre religiosas tras el hallazgo de un cadáver en Ñuñoa
INESPERADO. Luego de que el cuerpo fuera encontrado en un bolso el lunes, las investigaciones descubrieron que la muerte se produjo hace un año y que otra laica consagrada se quedó con los restos en su casa, como habrían acordado.
Un desenlace inesperado está teniendo el caso del hallazgo del cuerpo de una mujer de 60 años que fue abandonado en la comuna de Ñuñoa dentro de un bolso el lunes pasado: no se trató de una obra del crimen organizado ni de un hecho de violencia, sino que dejó al descubierto un supuesto pacto entre dos mujeres consagradas a la religión que vivían juntas.
Ayer en la mañana se decía que las cámaras de seguridad del sector de la calle Talaveras, donde fue encontrado el cuerpo, mostraban la imagen de una monja que dejaba ahí el bolso.
Más tarde se dijo que la religiosa declaró por este hecho y que una vivienda, a unas dos cuadras del hallazgo del cadáver, en calle Los Jardines, fue allanada tras lograr un empadronamiento y registro de las cámaras de seguridad. Según información policial, desde esta casa fue sacado el cuerpo.
Más tarde se aclaró que no se trataba de una monja, sino de una laica consagrada en los ritos de la iglesia católica, quien vivía con la fallecida y había hecho un pacto con ella que iba más allá de la muerte.
El fiscal Francisco Lanas, de la Fiscalía Metropolitana Oriente, detalló que "una señora de 80 años indica que mantenían esta relación de amistad de muchos años, en esta calidad de laicas consagradas. Por eso es una persona que va con un hábito. Ella (la mujer fallecida) entra en una enfermedad, vivían en otro domicilio de la misma comuna, en calle Suárez Mujica, y en el transcurso de hace algunos años ella inicia una enfermedad que nunca se trató".
En ese contexto, explicó el persecutor, "ellas hacen esta especie de pacto de aislarse del mundo. Tenían una aspiración de ser como monjas de claustro, de no tener mayor contacto con el exterior".
Más allá de la muerte
Por lo anterior, reveló Lanas, ambas "hacen esta especie de pacto, en caso de fallecimiento de una u otra, no dar cuenta a la autoridad y cuidarse ellas hasta último momento".
El fiscal contó además que la mujer falleció en abril del 2023 aproximadamente para, meses después, ser trasladada a otro domicilio, donde la anciana de 80 años guardó el cuerpo en una bodega interior.
"La hija de esta señora vuelve al domicilio, entonces lo más probable que ella, con la probabilidad de que (la hija) descubriera el cuerpo es que decide (deshacerse del cuerpo). Sería la explicación lógica que tenemos", indicó el persecutor.
Finalmente, remarcó que "en el examen externo del cuerpo no hay señales de violencia, ni fractura. Tenemos que descartar completamente lo que se hablaba al principio, que el cuerpo estaba descuartizado, desmembrado. No hay nada de eso el día de hoy. No tiene signos de participación de terceros. Sería preliminarmente una muerte natural".
La octogenaria y su hija quedaron en calidad de imputadas. Sin embargo, se descarta el delito de homicidio.
"Estamos en esta etapa de investigación muy preliminar y, con un trabajo muy acabado de la Policía de Investigaciones, sería un caso de inhumación ilegal. El caso de inhumación ilegal también se discurre en el sentido de que efectivamente hay que enterrar a alguien y aquí no tenemos un entierro, tenemos un ocultamiento de este cuerpo. No se configuraría", dijo Lanas.
La misma versión entregó el subprefecto de la Policía de Investigaciones Juan Fonseca: "Habían acordado que la que quedara viva cuidaría de la otra hasta el último día de su vida. La mujer de 80 años quería seguir cuidándola y respetar ese pacto".