Una muestra Rescata el olvidado lado "gourmet" de Leonardo Da Vinci
LEGADO. El multifácetico artista del renacimiento anotaba recetas, planificaba la ubicación y correcto orden de las cocinas, y elaboró una dieta ideal.
Agencias
Inventor, pintor, escultor, científico, ingeniero, arquitecto... pero también gastrónomo y un buen 'gourmet'. Es una de las facetas más olvidadas de Leonardo da Vinci, el gran genio del Renacimiento italiano y el protagonista ahora de una exposición inaugurada en Bélgica que ahonda en su amor por la cocina.
Abierta en la ciudad de Lieja, el corazón de esta muestra son las decenas de fragmentos originales que exhibe de los códices de Da Vinci, llenos de textos, dibujos y garabatos que sirven para acercar al espectador los temas que preocupaban al pensador toscano y las disciplinas a las que se dedicó.
"Son cuadernos pequeños que llevaba siempre en el bolsillo, y donde lo anotaba todo. En ellos encontramos grandes inventos, proyectos militares y arquitectónicos, pero también cosas tan básicas como recetas de comida, su estado de ánimo del día y sus listas de la compra", destaca el comisario de la exposición, el historiador de arte y también artesano chocolatero Jean-Christophe Hubert.
Una dieta especial
En estos cuadernos, los expertos también han encontrado decenas de croquis de máquinas para asar, ahumar y cocinar ideadas por el Da Vinci más sibarita, de quien Hubert dice que tenía una dieta "muy particular" dada la época en la que vivió, entre los años 1452 y 1519.
"Recomendaba comer sobre todo fruta y verdura, pero poca carne", asegura el comisario en una entrevista con EFE durante una visita a la exposición, que recrea con un decorado lo que, para Da Vinci, sería una cocina perfecta, y es que para Hubert el pensador toscano fue todo un teórico de la distribución de los espacios dedicados a la comida.
"Realizó muchos planos arquitectónicos de castillos y mansiones, y en estas residencias imaginó que, para una disposición ideal, la cocina y el asador debían ir separados del comedor", explica.
En sus cuadernos, Da Vinci formuló varias recetas como, por ejemplo, las gambas rojas con burrata, albaricoques y menta; la pechuga de pichón con moras y risotto; o la 'acquarosa', la bebida afrodisíaca a base de agua de rosas, azúcar, limón y alcohol que el pensador italiano servía a sus invitados.
Hubert destaca que el humanista toscano poseía varios viñedos en Vinci, su pueblo natal cercano a Florencia, y algunos expertos le consideran uno de los primeros enólogos de la historia, debido a los estudios que realizó sobre la vid.
Nacido en 1452, Leonardo era hijo de un notario y una campesina. Se formó como artista en el taller de Andrea del Verrocchio, pero sus intereses se expandieron a numerosas áreas del conocimiento: estudió anatomía humana, cartografía y física, entre diversas áreas.
Leonardo falleció en Francia en 1519. Estaba en ese país bajo la protección del rey Francisco I, quien era un gran admirador de su trabajo y que, junto con Lorenzo de Médicis, fueron los grandes mecenas que el artista tuvo durante su vida.
Un tiempo de cambios
Leonardo da Vinci fue "testigo durante su existencia de los cambios de su época" cuando Europa empezaba a dejar atrás a la Edad Media, un período en el que, según el comisario de la exposición, "no había comedores y la gente comía sobre caballetes" como podía, y sólo con cucharas, debido al rechazo que causaba la forma de los tenedores, vinculada con el diablo por las tradiciones populares de aquella época.
Ante sus ojos, Da Vinci contempló la llegada de la Época Moderna: "Leonardo estaba en los albores de la gastronomía italiana, donde se comía pasta, asados, terrinas y sopas, además de magníficos pasteles y hojaldres. Los postres estaban en auge, así que es un testimonio de los inicios de la gastronomía italiana", asegura Hubert.
Más allá de su devoción por la cocina, la exposición también reproduce pinturas, maquetas de objetos y reproducciones de puentes o aparatos militares diseñados por el pensador toscano.
La muestra también conecta la obra de Da Vinci con el presente para demostrar, como señala Hubert, que su figura "sigue siendo de actualidad" gracias, en parte, al misterio todavía sin resolver que rodea el cuadro de 'La Gioconda' y al personaje femenino que ilustra, sobre el cual varios artistas han hecho en las últimas décadas multitud de versiones con un tono más irreverente.