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'Los detectives salvajes': 25 años de una novela a la que siempre se regresa

LITERATURA. Habla la última escritora que entrevistó a Roberto Bolaño, autor de la obra que está de aniversario.
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Agencias

"Los detectives salvajes", la portentosa novela de Roberto Bolaño, considerada por muchos como la última gran novela latinoamericana, celebra este mes 25 años de su publicación con la vitalidad de los libros acerca de los cuales los lectores suelen decir: "Estoy releyendo...".

Pertenece a la familia de los libros, que según Ítalo Calvino, "nunca terminan de decir lo que tiene que decir".

El libro está dividido en tres partes con una estructura no lineal y una prosa musical, profunda y con momentos de un humor, a veces doloroso.

Arturo Belano, alter ego de Bolaño, y Ulises Lima, inspirado en el poeta mexicano Mario Santiago, buscan a Cesárea Tinajero, fundadora del movimiento realismo visceral, una manera de llamar al infrarrealismo, ese grupo de jóvenes que aconsejaba "vivir mucho, leer mucho y follar mucho".

La búsqueda por varios lugares del mundo dura 20 años, en los que hay encuentros, amores, libros, muertes, fugas espectaculares y momentos de locura de parte de algunos personajes.

"Un carpetazo histórico y genial a 'Rayuela', de Cortázar. Una grieta que abre brechas por las que habrán de circular nuevas corrientes literarias", dijo el novelista español Enrique Vila Matas al referirse a la que es tal vez la gran novela de América Latina en los últimos 25 años.

La joya de bolaño

El comienzo del libro, con el diario del estudiante de derecho Juan García Madero, reclutado al realismo visceral, transcurre a una gran velocidad para luego dar espacio a una segunda parte con un coro de voces que retrata desde distintos ángulos a Belano y Lima. El tercer segmento retoma los apuntes de García Madero.

"Yo creo que 'Rayuela' fue la novela de los 20 y 'Los Detectives salvajes', la de los 40. Bolaño murió en 2003 y desde entonces hemos ido de la guerra del narco a vivir sin ideología; no sabemos como ideológicamente se iba a poner Bolaño, pero narró la gran derrota de la izquierda", asegura a Efe la escritora Mónica Maristain.

Como periodista, la autora argentina fue la última en entrevistar a Bolaño, estudió su obra y tiempo después escribió 'El hijo de Míster playa', una semblanza que desvela aspectos de la vida y obra del autor.

La novela, publicada en 1998, toca temas como la pasión por la literatura, el exilio, los desplazamientos, el paso del tiempo, la identidad y el desespero de los jóvenes, obsesionados con fundar y arreglar el mundo.

La joya de Bolaño pintó una raya con el 'boom latinoamericano' que revolucionó la literatura latinoamericana en el siglo XX, pero mereció elogios de autores de ese grupo como el de uno de sus íconos, el premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa.

"Es una novela ambiciosa, maravillosamente bien iniciada; las primeras 100 páginas con la descripción del mundo mexicano, bohemio semi rulfianesco marginal, está bien hecha. Luego la novela cambia y se convierte en un juego", dijo en su momento el autor de 'La ciudad y los perros'.

El 28 de abril se cumplieron 70 años del nacimiento de Bolaño, un chileno que apenas fue al colegio, pero que desde temprano devoró los libros necesarios para escribir y se convirtió en un erudito con una prosa limpia.

Tras su muerte en 2003, a los 50 años, se ha mantenido vital con obras como '2666', 'Amuleto' y 'Estrella distante', aunque aún se le identifica con el portento escrito hace 25 años.

"De los libros de Bolaño me quedo con 'Los detectives salvajes', el más entrañable, el más cercano, el más enloquecido y divertido. Yo viví ese tiempo, conocí a los infrarrealistas y alguna vez me fui de borrachera con ellos", revela el escritor Benito Taibo.

El diario de García Madero parte el segundo día de noviembre de 1975 en un mundo de ficción. En la vida real ese día, 23 años después, la novela ganó el premio Anagrama y en 1999 el Rómulo Gallegos.

El desierto como personaje

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Reviso la filmografía de la Segunda Región y un personaje absoluto aparece como el máximo común múltiple. Desde el fondo de las tomas se impone en los filmes más importantes rodados en esta zona: nuestro desierto.

"Bajo dos banderas", cine mudo, 1926, incorporó cabalgatas a toda velocidad y rescate de la heroína en las ruinas de Huanchaca, nuestro Machu Picchu urbano, hijo desértico de una fundición.

"Caliche Sangriento", año 1969, una columna militar marcha extraviada por el desierto. Uno a uno los personajes son víctimas del agobio desértico, de la sed y de la hostilidad de un clima donde el frío y el calor contradicen la noche con el día.

La cinta "A la Sombra del Sol", producida en 1974 y filmada en Calama y Caspana, nos sitúa ante dos fugitivos que arrancan hacia la pampa. Se evidencia la pequeñez del hombre ante la naturaleza y sus agresivas cualidades climáticas. En un paisaje sobrecogedor, los delincuentes no están preparados para las inclemencias del árido norte.

En "Ayúdeme Usted Compadre" (1968), de Germán Becker, la región tiene, entre sus imágenes representativas, el típico dinamitazo de las trece horas en Chuquicamata, mostrando la sequedad del entorno.

"Diarios de Motocicleta" (2004), filme biográfico que ilustra el recorrido del Che Guevara por Sudamérica para conocer cara a cara la realidad del subdesarrollo, repite la imagen de "Ayúdeme Usted Compadre" y nos muestra la mina de Chuquicamata y su árida piel, volteada a tiros para obtener el cobre.

"Quantum of Solace", filme del 2008, recorre las alturas desérticas de Paranal, de la polvorienta estación Baquedano y del desierto costero en Cobija. Además, el bandido principal es abandonado por James Bond en la mitad de una árida planicie con un regalo intragable para soportar la sed que en pocas horas le destruirá: una lata de aceite para motor.

En televisión, la serie brasilera "Moisés y los Diez Mandamientos" fue rodada en el río Loa y "Romané", en las arenas de Mejillones.

Parece la hora de dar cuenta de los aportes de nuestro desierto a través de un museo que relate su importancia con El Loa, los minerales, el turismo, la ciencia, el cine y las energías que nos entrega.

Gustavo Alex Tapia Araya. Literato y docente

Linterna de Papel