Región registra 226 casos de amenazas de reos a gendarmes desde 2019
CÁRCELES. Una contingencia que acumula cerca de 3 mil casos a nivel país en el mismo periodo.
La falta de infraestructura carcelaria como el sobrepoblamiento de población penal, a lo que se agregan internos con un mayor nivel de peligrosidad, hoy posicionan como factor de mayor riesgo la ocurrencia de confrontaciones y también abusos hacia reclusos primerizos. A esto se agrega un progresivo un aumento en las amenazas hacia el personal de Gendarmería.
Según describen funcionarios de esta entidad, entre este tipo de intimidaciones figuran el depositar coronas de flores frente a los domicilios o vehículos de los funcionarios. Como también mencionar sus direcciones particulares, el nombre de hijos o familiares o enviar mensajes a sus teléfonos personales.
De acuerdo a datos de Gendarmería, desde 2019 a octubre pasado a nivel país se ha reportado un total 2.854 acciones asociadas a amenaza a funcionario por parte del interno. Durante este periodo, la mayor cantidad de casos se registra en la Región Metropolitana (388). Luego siguen las regiones del Maule (286), La Araucanía (237), Antofagasta (226) y Biobío (223).
Para Mario Benítez, presidente de la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios (Anop), esta realidad evidencia los riesgos ante la penetración del crimen organizado. "Ha habido un aumento sostenido de las amenazas hacia el personal de Gendarmería, lo que está vinculado también con el nuevo tipo de delincuentes que tenemos en las cárceles. Claramente esto es un riesgo para el personal. El crimen organizado ha permeado el sistema y hoy estas amenazas han ido creciendo. Esto significa que el personal ya está en otro nivel de riesgo. Ya no es la amenaza que se recibía, a lo mejor de un interno que estaba molesto por alguna notificación o por alguna situación interna; sino que ahora están vinculadas en su mayoría a acciones que después se pueden concretar".
Benítez comenta que entre estos peligros se incluyen las agresiones al personal de servicio y también los planes de atentados a las unidades penales, aunque no estén vinculados directamente al personal. Como ejemplo menciona el intento frustrado para liberar a reos venezolanos desde la cárcel de Calama, conocido en junio pasado, y para lo cual se habría planeado emplear explosivos para derribar un muro. Por este caso Carabineros del OS7 detuvo a una mujer y un hombre de nacionalidad venezolana. "La verdad es que no solo los internos extranjeros están vinculados al crimen organizado, aunque indiscutiblemente ese ha sido el móvil que ha cambiado el modus operandi de los internos nacionales", explica. En opinión de representantes del gremio penitenciario, el peligro por amenazas y agresiones se agrava por un "déficit gigantesco" en implementos de seguridad, como gas pimienta y chalecos anti puñales vencidos, a lo que se agrega falta de personal.
Amenazas en Antofagasta
De acuerdo a datos de Gendarmería, a escala país la cantidad de amenazas a funcionarios por parte de internos luego de 2019 (636 casos), registró un leve descenso durante 2020 (501) y 2021 (539), para repuntar en 2022 (642). Mientras que hasta octubre pasado se mantenía la tendencia al alza (536). En la Región de Antofagasta, en tanto, este tipo de intimidaciones evidencia una tendencia similar a partir de 2019 (50 casos), con descensos en 2020 (40) y 2021 (40), para incrementarse en 2022 (54). Hasta octubre pasado en la región estas amenazas (42 casos) mostraban un aumento comparado a 2020 y 2021. Desde 2019, en tanto, la región registra 226 denuncias asociadas a amenaza a funcionario por parte de interno.
Entre otro tipos de casos, desde el gremio de Gendarmería también reconocen episodios de reos contagiados por VIH, quienes han llegado a inyectarse jeringas para luego amenazar al personal. "Hace varios años un funcionario fue atacado con una jeringa por un interno que era positivo. Afortunadamente no se contagió", recuerda Benítez.
Marcelo Meneses, presidente provincial Antofagasta de la Asociación Nacional de Funcionarios de Penitenciarios (Anfup), todas las amenazas se han puesto a disposición de los tribunales, con medios de prueba. "A veces son por Whatsapp. Uno no sabe cómo se consiguen los números personales de los funcionarios, porque nadie puede ingresar con su teléfono celular, a menos que sea solamente el director regional", explica este dirigente gremial, quien precisa que las amenazas incluyen reos de nacionalidad chilena y extranjeros.