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La insensatez

En vez de medidas más estrictas contra el desorden público y la delincuencia 'disfrazada', se opta por la persuasión y la implementación de la ridícula terminología 'no violenta'.
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Teniendo en cuenta que la insensatez es inherente a la mayoría de los humanos, ¿por qué habríamos de esperar algo distinto de nuestros actuales gobernantes? La razón para preocuparse es que la imprudencia de quienes gobiernan puede generar repercusiones negativas en más personas. Por lo tanto, un gobierno tiene el deber de actuar conforme a la razón, y no a la obcecación como sucede actualmente en Chile.

Pues bien, la insensatez y el desatino, como fuente de autoengaño, desempeñan un papel asombrosamente grande en el gobierno y en la presidencia. Esto consiste en actuar de acuerdo a "deseos" e ideologías, sin permitir que los hechos cambien o alteren dicha conducta. Para ejemplificarlo, bastará hacerlo con una inequívoca pregunta. ¿Por qué la Convención Constitucional y luego el gobierno insistieron en refundar el país, cuando todo indicaba que no debían hacerlo? La ciudadanía rechazó de manera rotunda esos intentos refundacionales y actitudes extremas; sin embargo, desde el gobierno y los partidos que apoyan continúan intentando implantar políticas que proponen una visión "radicalizada" de nación que no se condice con nuestras tradiciones, ni con lo que la gente quiere. Hay una suerte de "amiguismo" para con los que infringen la ley, cuando lo hacen por cuestionables motivos revolucionarios, o incluso personales.

En el Chile actual, hemos tenido múltiples advertencias sobre los cambios que las grandes mayorías exigen, y sobre aquellos que no están dispuestas a aceptar; no quieren un país nuevo, menos aún revolucionario. Desean mejorar las pensiones, la educación, la salud pública (principalmente el financiamiento y acceso expedito a la misma, pues sus funcionarios y profesionales son de excelencia), y ciertamente tener mayores grados de seguridad. Pero, desde el gobierno no prestan atención y actúan como si contaran con el apoyo irrestricto de la población, situación que representa un inmenso autoengaño. En vez de medidas más estrictas contra el desorden público y la delincuencia "disfrazada", se opta por la persuasión y la implementación de la ridícula terminología "no violenta". Así, la insensatez de nuestros gobernantes choca frontalmente con la realidad de los hechos.

Para que el futuro de nuestra política y economía no contengan las semillas de la ruina, sería prudente emular a Solón de Atenas, aquel sabio gobernante del siglo VI a. de C., a quien en una época de graves dificultades políticas e inquietud social, se le pidió salvar el Estado y reparar las enormes diferencias existentes entre los ciudadanos. Una vez logrado este propósito con notable éxito, Solón hizo algo extraordinario: compró un barco y partió al exilio voluntario durante diez años. Tal decisión parece indicar que la falta de una suprema ambición personal, junto con una fuerte dosis de sentido común, se encuentran entre los componentes esenciales de la sabiduría, que hoy tanto escasea.

Jose Miguel Serrano

Tierra de nadie

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En el libro Tierra de Nadie (2002), el escritor Eduardo Antonio Parra se refiere a 'pueblos endemoniados' cuando describe la frontera del norte mexicano, "donde lo real es perfectamente verdadero y concreto" y, a la vez, apocalípticamente irreal, una especie de Macondo más realístico que utópico. Si se revisa la literatura fílmica también existen títulos de estas características, que dan cuenta de territorios no ocupados (Far West) o que están a merced de 'la que te criaste'. En términos bélicos, una 'terra nullius' es un lugar no ocupado entre las primeras líneas de dos ejércitos, a disposición de nadie y donde todo puede pasar. Lo ocurrido en Avenida Salvador Allende con el trágico accidente nos da cuenta de Antofagasta como una 'tierra de nadie'.

En algunas columnas he planteado que esta ciudad-región se encuentra abandonada, "sin Dios ni ley" como dice mi madre. Frente a esta orfandad, tal como ocurre en las familias disfuncionales (López Mero y otros, 2015), finalmente son los/as hijos/as quienes se hacen cargo de la cordura familiar. El potente discurso de la Presidenta del Centro General de Padres y Apoderados de la Escuela F-94, Juvitza Gallegos, asume la conciencia ciudadana, emplazando a las autoridades regionales y locales (parlamentarios, Cores y alcalde) por el volcamiento de un camión que dio muerte a un adulto mayor (Radio Antofagasta Online, 04/10/2023). La alocución de Gallegos parte desde una ira política ("estoy enrabiada, porque esto no es ahora, lleva años…"), emoción que compartimos toda la población por la absoluta desidia histórica del poder frente a los temas importantes de esta zona. Luego, utiliza la diplomacia discursiva ("perdonen las palabras que voy a usar…") para introducir una llamada de atención y de orden ("corten el hue…"), demandando que las autoridades se hagan presentes.

A este llamado rápidamente acudieron lo que una amiga (Carla Julio) denomina 'la polilla política', es decir, candidaturas al sillón edilicio y el alcalde, quienes profitan políticamente de las desgracias ajenas. El resto sólo hizo su tradicional 'acto voyerista-narcisista' desde las redes sociales. El edil Jonathan Velásquez en su incapacidad de asumir mayores responsabilidades da cuenta de un proyecto que presentó hace dos años al MOP con una caseta-pórtico y guardia, y que efectivamente no tuvo respuesta porque la iniciativa duerme en la Dirección de Concesiones (Soy Antofagasta, 04/10/2023). En vez de hacer una demanda en ese tiempo y presionar al Estado, Velásquez entrega soluciones reactivas y corto placistas tales como: parar la mantención de las áreas verdes de la zona y sacar al Cesfam de Corvallis, que debe tener una atención diaria excesivamente concurrida.

Prosigue la denuncia ciudadana de Juvitza Gallegos con la actitud temporal de Carabineros frente al desgraciado accidente, que de seguro en un par de días abandonará el control del lugar ("ponen 24/7, donde nunca está Carabineros, […] va a estar hoy día y mañana y no va a estar más"). La alusión a Paz Ciudadana y su 'completada' ("lo único que hacen en cada esquina es comerse un completo, en cada almacén y no hacen nada por los vecinos") es interesante, pues nos hace cuestionarnos sobre quién fiscaliza las labores de los/as funcionarios/as públicos. Una temática ampliamente discutida en regiones es el centralismo, y es así como la dirigente se refiere a la mala gestión en el gasto público ("tienen esa cag… de plata que después la mandan de vuelta a Santiago"), y a la necesaria distribución de los recursos del país sobre la base de impuestos territoriales (toda la plata se va de acá donde nos hacemos cag… los antofagastinos y toda la plata se la llevan a Santiago, ahora luchen por nosotros…")

En esta 'tierra de nadie' que es Antofagasta, concuerdo con Gallegos en que "esta perla brilla con puros fallecidos", algo así como 'Comala' en Pedro Páramo (1955) del escritor mexicano Juan Rulfo. Sin embargo, las soluciones no sólo deben ser para Salvador Allende, también hay que abordar estratégicamente aquellas preocupaciones importantes como la basura (la quema de éstas), la limpieza de calles, la seguridad ciudadana, los ruidos molestos y todos aquellos aspectos que ya hacen invivible este far west. Nuestra 'pequeña California' espera y merece más.

Dra. Francis Espinoza F.

En esta 'tierra de nadie' que es Antofagasta, concuerdo con Gallegos en que 'esta perla brilla con puros fallecidos'', algo así como Comala en Pedro Páramo (1955) del escritor mexicano Juan Rulfo.