Aumento de casos de violencia escolar
El panorama resulta del todo preocupante, de cara a la serie de desafíos que implicará el próximo año el traspaso de la educación municipal al servicio de educación local. Sin proyectos de infraestructura relevantes para la capital regional, el problema de los sobredemanda en los establecimientos seguirá en incremento.
Las cifras de violencia escolar que muestra la región no solo llaman la atención por su volumen, sino además, por la falta de iniciativas concretas que apunten al mejoramiento de las condiciones estructurales que originan los conflictos.
Según las cifras de la Superintendencia de Educación, durante el primer semestre de 2023 esta entidad ha recibido 248 denuncias por diversas temáticas en la región, de las cuales el 32% corresponde a maltrato a párvulos y/o estudiantes. De acuerdo con estos registros al 30 de junio de este año, y comparado al mismo período de 2022, el maltrato a párvulos y/o estudiantes se incrementó un 18%. Desagregando la cifra, el maltrato de adulto a párvulo y /o estudiante aumentó un 119% (16 vs 35 casos), mientras que el maltrato entre párvulos y/o estudiantes bajó -14% (52 vs 45 casos).
En el plano local parte de los actores del sistema, sostienen que la rebaja en casos de violencia estaría subrepresentada porque no todos los incidentes serían reportados a la SPE. Los mismos sostienen que parte de las mejoras se deben a iniciativas que las propias comunidades han adoptado a fin de optimizar el uso de los espacios al interior de los establecimientos, sin apoyo de sostenedores o Mineduc.
Todo indica que el sector de educación regional adolece de medidas concretas que apunten al fortalecimiento del sistema educacional municipal. Sin proyectos de infraestructura relevantes para la capital regional, el problema de los sobredemanda en los establecimientos seguirá en incremento, sin posibilidad de articular iniciativas que posibiliten soluciones en el mediano plazo.
La nueva forma de administración no garantiza un mejoramiento de los resultados educacionales en el corto plazo, y en la mayoría de los casos, su implementación se ve entrecruzada por una serie de intereses gremiales que parecieran desviar del propósito de poner acento en el mejoramiento de la calidad de la educación ofertada.