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El plagio

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Según el poeta Jorge Luis Borges, la historia universal es construida a partir de una serie de metáforas similares, pero con diferencias formales. Eso tal vez explica las consuetudinarias acusaciones de plagio en la literatura. Vicente Huidobro, quien odiaba a Neruda, le acusó en 1935, en la revista Vital, de plagiar con su Poema 16 la composición El Jardinero de Rabindranah Tagore.

"Los poetas inmaduros imitan, los poetas maduros roban" poetizó T.S. Eliot, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1948, a quien la Times Literary Supplement acusó de plagio en varios casos. Lo cierto es que no son transcripciones literales, sino ideas y figuras literarias similares: hasta qué punto una obra que se inspira en otra realmente la copia.

En La Biblia, el Génesis se inicia con "Al principio creó Dios el cielo y la tierra", reiterado en el Evangelio de San Juan que sostiene "En el principio era el Verbo", palabras distintas para un tropo que nos remonta hasta los umbrales del mundo. A Moisés atribuimos el Génesis. A Juan el evangelio.

Volviendo a Neruda, la búsqueda de los orígenes está en su Canto General, a través del poema Amor América, con las estrofas: "Antes de la peluca y la casaca/ fueron los ríos, ríos arteriales:/ fueron las cordilleras, en cuya onda raída/ el cóndor o la nieve parecían inmóviles." Se construye la pieza a partir de un principio anterior a lo siguiente, lo natural previo a la industria humana. Lo ecológico antes que lo manufacturado.

El tema lo re-encontramos en Borges, aunque su poema El Mar tiene un énfasis distinto: "Antes que el sueño (o el terror) tejiera/ mitologías y cosmogonías, / antes que el tiempo se acuñara en días, / el mar, el siempre mar, ya estaba y era."

A pesar del prisma histórico distinto, el tropo, el tema, es análogo y la arquitectura poética homóloga. La naturaleza antes que la invención humana. Con tales antecedentes. fue que en 2002 propuse el poema Génesis en mi libro de poesías Solar de Salares: "Antes que el día naciese día, / antes que el Verbo y que Los Andes/ amplias y largas avenidas fuimos/ Pampa extensa y tumultuosa".

Fue, si así se quisiese, mi pequeño aporte al plagio universal, mi homenaje a quienes, como lo dijo Antonio Machado, hicieron camino al andar.

Gustavo Tapia. Profesor- Escritor

Un experimento en macacos abre la puerta a tratar el trastorno por el consumo de alcohol

CIENCIA. Modificar la información genética con un vector vírico podría ofrecer una nueva estrategia para tratar a la abstinencia y recaídas.
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Las personas con trastorno por consumo de alcohol suelen experimentar ciclos repetidos de abstinencia seguidos de recaídas. Ahora, un experimento realizado en macacos demuestra que la terapia génica -técnica que modifica la información genética- podría ofrecer una nueva estrategia de tratamiento.

La investigación se publica en la revista Nature Medicine en un artículo que firman, entre otros, científicos de la Universidad Estatal de Ohio y la Universidad de Ciencia y Salud de Oregón, ambas en Estados Unidos. La terapia génica, dicen los autores, "ha sido increíblemente eficaz".

Esta redujo casi a cero el consumo de alcohol en los animales, resumen sendos comunicados de las universidades.

Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos definen el trastorno por consumo de alcohol como una afección médica caracterizada por la capacidad disminuida de detener o controlar el consumo del alcohol a pesar de las consecuencias adversas sociales, ocupacionales o de salud. Considerado un trastorno cerebral, puede ser leve, moderado o intenso.

Sin tratamientos

Por el momento, no existen tratamientos dirigidos a los circuitos cerebrales alterados por este consumo excesivo y continuado de alcohol, pero "una forma de terapia génica utilizada actualmente para tratar el párkinson podría reducir drásticamente su consumo entre los bebedores agudos crónicos", según los autores.

La terapia génica es una forma experimental de tratamiento que usa la transmisión de genes a la célula de un paciente para tratar una enfermedad; el objetivo es alterar el material genético responsable del trastorno, para que esa célula recupere su normalidad.

En este estudio los investigadores se centraron en una proteína conocida como factor neurotrófico derivado de la glía o GDNF -por sus siglas en inglés-. La glía son células del sistema nervioso central que dan soporte a las neuronas.

El objetivo, introducir un vector vírico -portador de un gen- en el cerebro con el fin de inducir la actividad continua de GDNF y disminuir así el consumo de alcohol y evitar una recaída tras la abstinencia.

"se redujo casi a cero"

El experimento se hizo con ocho macacos rhesus. A cuatro de ellos -los otros cuatro conformaron el grupo control- se les transfirió el vector vírico con el gen directamente en una zona del cerebro llamada tegmental ventral.

Tras el procedimiento, los científicos comprobaron que el consumo de alcohol en estos cuatro animales se redujo en más de un 90% en comparación con el grupo control.

"El consumo de alcohol se redujo casi a cero", afirma Kathleen Grant, del centro de Oregón. "Durante meses, estos animales optaron por beber agua y evitar por completo el alcohol, hasta tal punto que no registramos el nivel de alcohol en sangre", prosigue.

Se sabe que el GDNF mejora la función de las neuronas que sintetizan dopamina, una sustancia química liberada en el cerebro que produce bienestar. En el caso del trastorno por consumo crónico de alcohol, la liberación del neurotransmisor dopamina se ve disminuido.

Los científicos creen que este estado "hipodopaminérgico" puede obligar a los consumidores de alcohol excesivo a volver a beber tras períodos de abstinencia.

Según Grant, "el consumo agudo de alcohol puede aumentar la dopamina, pero al beberlo de forma crónica, el cerebro se adapta de tal manera que disminuye la liberación del neurotransmisor".

En este trabajo los científicos potenciaron la dopamina administrando GDNF a una zona del cerebro donde esta se localiza.

"Los monos que fueron tratados con este gen de forma permanente empezaron a sobreexpresar dopamina y disminuyeron sustancialmente su consumo de alcohol", afirma la científica.