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Actores y guionistas en huelga claman en Nueva York contra "avaricia corporativa"

HOLLYWOOD. Un mitín se realizó frente al municipio de una de las capitales mundiales del cine y la televisión.
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Agencias

Actores y guionistas estadounidenses en huelga para forzar una mejora en sus condiciones laborales clamaron ayer contra la "avaricia corporativa" de los productores de Hollywood en una sesión legislativa de la ciudad de Nueva York, donde se aprobó un apoyo simbólico a sus sindicatos.

En la sesión participaron líderes y representantes del Sindicato de Actores (SAG-AFTRA) y el Sindicato de Guionistas (WGA) de EE.UU., que protagonizan una huelga conjunta histórica desde hace semanas después de que ninguno lograra renovar sus convenios colectivos con Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP).

Nueva York, una de las capitales mundiales del cine y la televisión, está sufriendo debido a ese paro laboral, ya que el sector genera unos 81.000 millones de dólares, según un estudio de la Alcaldía de 2021 citado en el evento. No obstante, la mayoría de los 185.000 empleos que propicia son de muy bajos ingresos.

Cerca de una decena de trabajadores de ambos colectivos ofrecieron testimonios sobre la precariedad que enfrentan en un sector de beneficios multimillonarios revolucionado en la última década por los contenidos en "streaming" y la inteligencia artificial generativa, unos cambios que consideran amenazas.

Estuvieron liderados por la actriz Fran Drescher, presidenta nacional de SAG-AFTRA, que encabezó una manifestación y en la sala lamentó que el negocio del espectáculo, tan "idealizado" en la historia del cine, se haya convertido en un "negocio sin alma, de avaricia y de falta de respeto para el artista", de lo que culpó a la AMPTP.

"La AMPTP ha cambiado tan radicalmente el modelo de negocio que exigimos una nueva estructura de contrato: no podemos sobrevivir con el antiguo modelo residual", dijo, sobre la compensación que reciben los artistas cada vez que un servicio de "streaming" vende los derechos de una producción a un nuevo mercado.

Dos actrices

El ejemplo de ese problema lo pusieron dos actrices: una figuró en proyectos para HBO y Netflix y dijo que en un filme visto por 2,2 millones de personas su ingreso residual fue de 200 dólares, y otra figuró de niña en una antigua película de Disney y aseguró que nadie en el reparto infantil cobró nunca en ese concepto.

"La cultura corporativa maníaca de la avaricia de la AMPTP debe parar. Los beneficios del sector y el hacer las cosas bien por los trabajadores no tienen que ser mutuamente excluyentes, sino que pueden ir de la mano mientras definimos cuál el nuevo significado del éxito", sentenció Drescher, que convocó la huelga hace 18 días.

Respecto a los guionistas, Erica Sala, una guionista de televisión, contó con rostro cansado y ojeras después de 91 días en huelga cómo los cambios en el sector hacen cada vez más difícil "llevar una vida de clase de media", especialmente cuando los estudios "encuentran maneras de pagar menos" y reducir sus plantillas.

"Estamos luchando por mejores salarios, pero también por la mera supervivencia de nuestra industria", declaró la joven, que arremetió contra el máximo ejecutivo de Warner Bros, David Zaslav, y otros grandes productores que no toman sus demandas "seriamente", y a la vez les pidió volver a la mesa de negociación.

Las legisladoras que presidieron la sesión del Comité de Servicio Civil y Empleo, Carmen de la Rosa y Amanda Farias, sometieron a voto con éxito dos resoluciones que principalmente expresaban apoyo a los actores y guionistas en sus negociaciones con la AMPTP por unos convenios justos.

Justo ayer el auditor del estado de Nueva York, Thomas DiNapoli, envió cartas a los productores de Hollywood -incluidos Apple, Amazon, Netflix y Warner Bros- llamando a a llegar a acuerdo con los sindicatos.

Cecilia

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Todas no querían ser reinas, querían ser como la incomparable. Nada de fácil, evidentemente. Cecilia, hay una sola y se nos acaba de ir. Nos dejó con ese fondo de "Mar de medianoche", que soñamos inspirada en Cavancha.

Luchó contra el olvido y le ganó con sus pasos únicos que solo una incomparable nos puede brindar. Pasó un período en Iquique, luego que la Nueva Ola empezó a envejecer. Pero ella tenía sus fans, que pintaban canas. Almorzaba en ese local que antes de la guerra de los Balcanes se llamaba Casino Yugoslavenky, un lugar que replicaba ese país que Tito construyó. Muchas veces la vi saboreando una cojinova frita con "Puré de Papas". Lo suyo era el menú de cada día, que se ofrecía a oficinistas jóvenes, que ignoraban que sus padres se habían enamorado con alguna de las canciones de esa mujer que era amiga de la Violeta Parra de Víctor Jara y de Patricio Manns. Nunca me atreví a conversar con ella -debí haberlo hecho-

La Cecilia Pantoja cruzó la nueva ola con la nueva canción chilena, cuestión no menor. Grabó "Gracias a la vida". Y la "Plegaria del Labrador", Hoy, en otras palabras. Cantó a la Violeta Parra y a Víctor Jara. Valentín Trujillo en el piano y en los arreglos. Por lo mismo, fue incomparable.

Su brillo sobre el escenario. -hoy le dicen performance- opacó a otras que, pesa sus hermosas voces, nunca alcanzaron el rótulo de incomparable. Pienso, por ejemplo, en Carmen Maureira o Isabel Adams.

Nuestro amigo Juan Lizana acota: "La vi en 1968 en el Teatro Nacional. La escuchábamos con radio a pilas en el verano de Cavancha" Por su parte, Rodrigo Valencia dice: "Una mujer ejemplar, no sólo como artista, también como persona. Su trascendencia llena de luces y sombras lo recalcan. Cecilia seguirá viva en el corazón de todos sus fans que la siguen queriendo"

Cecilia debe tener un diario de vida escrito entre voces y sombras.

Viendo sus actuaciones por las redes sociales y siguiendo su velorio y funeral por la televisión, uno se da cuenta que esa mujer, que lució con orgullo la pañoleta verde, que creía en la diversidad y la inclusión, era mucha mujer para este país tan enano.

En el espacio sonoro de la casa de la infancia, escucharle era tan incomparable como gozar el pan con mantequilla.

Bernardo Guerrero. Sociólogo. Escritor.