Acceso a la justicia
Alberto Ayala Gutiérrez , Fiscal Regional de Antofagasta
El proceso judicial obliga a las personas a estar en permanente contacto con distintos actores del sistema. Y aunque la tecnología ha facilitado enormemente este vínculo, existen territorios cuyas particularidades hacen que la presencia física de las instituciones que dan cuerpo al sistema de justicia, sea una necesidad.
La comuna de San Pedro de Atacama, compuesta por la localidad del mismo nombre, pero además por distintas comunidades del pueblo atacameño-lickanantay, ha tenido un importante crecimiento los últimos años, traducida en un notable aumento en la generación de causas, tanto penales, como civiles y de familia, y la aparición de nuevas formas delitos, propias de una zona fronteriza.
Hoy esta demanda es atendida a 100 kilómetros de distancia, en la ciudad de Calama, o bien a través de las visitas que distintos actores del sistema realizan al territorio, con el apoyo y colaboración de la municipalidad de esa comuna.
Pero creemos que esto no es suficiente. El acceso a la Justicia es un derecho para todos los habitantes del territorio nacional, y es en este contexto que nos hemos embarcado en un gran proyecto, que compartimos con la Corte de Apelaciones de Antofagasta, la Defensoría Penal Pública y la Corporación de Asistencia Judicial: construir en San Pedro de Atacama un Centro de Justicia que atienda la demanda diversa originada en esa comuna y sus localidades aledañas.
Por supuesto, la idea es que este proyecto vaya acompañado de dependencias para Fiscalía, Defensoría y CAJTA, con dotaciones suficientes para prestar un servicio completo y de calidad a los usuarios, evitando viajes, costos económicos, de tiempo, además de desgaste emocional y sicológico para las personas.
Movidos por este afán, y en alianza con las instituciones ya señaladas, hemos iniciado un proceso de diálogo con las comunidades atacameñas-lickanantay, en su mismo territorio, a través del cual queremos conocer sus puntos de vista y resolver sus dudas; todo esto con objetivo de sumarlas a este esfuerzo conjunto, conscientes que su participación y empuje es indispensable para llegar a buen puerto.
Estos primeros encuentros con las comunidades nos llenaron de ilusión. Los asistentes han mostrado gran interés en el proyecto y en ser parte de su desarrollo, lo que sin duda es un importante incentivo para continuar en este camino, que será largo y requerirá ir sumando cada vez más actores.
Un Centro de Justicia en San Pedro de Atacama, con pertinencia cultural, respeto al medio ambiente y desarrollado con participación y apoyo de las comunidades, es una meta que nos entusiasma. Y creemos que marchamos por buena senda.