Libro revive la disputa histórica entre pampinos por el retorno del Reloj de Coya Sur
Para las nuevas generaciones de tocopillanos forma parte natural del paisaje de la ciudad. Para otros, sin embargo, recuerda una época donde la vida y cultura de la pampa se entrecruzaban con la del puerto. Instalado allí hace más de 40 años, en la avenida costera Arturo Prat, a un costado de la escuela Carlos Condell, la torre del Reloj de Coya Sur se transformó en uno de los íconos de esa ciudad.
El reloj de fabricación inglesa fue instalado en la desaparecida oficina salitrera de Coya Sur en 1913 y desde su traslado, a principios de 1981, desató una pugna entre ambas localidades.
Recientemente los investigadores Carlos Toloza, Néstor Rojas y Olivia Arancibia lanzaron el libro "El reloj de Coya Sur, antecedentes históricos del cantón salitrero del Toco y sus oficinas" donde abordan los orígenes del reloj y su importancia en la memoria histórica de Coya Sur.
"La idea era poner en valor porque la escuela considera que está muy abandonado, que no tiene los recursos para un proceso de rescate y difusión de un inmueble patrimonial y el primer paso que dimos fue poder generar los antecedentes necesarios para conocer la historia del reloj porque muchos hablábamos, pero tampoco teníamos antecedentes históricos o archivísticos de este inmueble", indica Toloza
Disputas
La torre de estilo inglés con cúpula árabe, construida completamente de pino oregón estaba instalada en la entrada a la principal pulpería de la oficina Coya Sur. Una vez cerrada la oficina, el reloj fue donado a Tocopilla por la empresa Soquimich en 1981, pero es trasladado al puerto recién en 1983. La plaza en donde hoy se sitúa, en las afueras de la escuela D-7 Carlos Condell, fue inaugurada el 29 de septiembre de 1984.
Desde ese momento, la disputa entre ex habitantes de Coya Sur y María Elena, de recuperar el reloj ha perdurado a través de los años. No obstante, para Toloza, más allá de la disputa lo fundamental apunta a la puesta en valor del inmueble a fin de abrir un camino hacia su recuperación y conservación.
"Con la difusión del libro conocimos la disputa que existe de loa antiguos habitantes acerca dónde debe estar ubicado este reloj, pero para nosotros más allá de esa controversia, lo fundamental es apuntar hacia la restauración de un inmueble histórico, uno de los pocos que nos van quedando en la comuna", indicó.