Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Actualidad general
  • Opinión
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Espectáculos

Para salir de la zona gris

E-mail Compartir

Los chilenos están ensimismados con su capital y las grandes urbes. Pero no hay en aquella zona gris la alegría del presente y la fe en el mañana, sino una atmósfera destructora y peligrosa. Sin embargo, no es huyendo de esta realidad como la superaremos, sino que penetrándola valerosamente, aceptándola en su verdad, y tratando de cambiar nuestra fortuna. Por ahora, no hay más camino que cruzar la patria, llegar hasta sus confines, como a los extremos de nosotros mismos. Después, allá lejos, sobre las llanuras verdes y los hielos eternos, puede que encontremos una respuesta.

La patria está donde el destino nos hizo nacer, por muy mal que allí nos sintamos. Nuestra misión es penetrar su sombra, envolvernos en su drama, hasta que de nuestro esfuerzo un día surja una claridad. Este es el sentido místico de la tierra, donde muchos huyen de sus destinos. Pero Chile no podrá hacerlo, porque es demasiado hermosa su naturaleza y dramática la zona del planeta en que reside.

El paisaje de Chile, el del sur del mundo, es además un paisaje psíquico y moral. Quien quiera que viaje por el sur sentirá que sus peligros no son físicos, sino morales. La selva aquí no es tropical, infestada de reptiles venenosos, animales feroces, pantanos, lianas podridas. Hay sólo la vegetación solitaria, el paisaje extático, la cumbre inmensa y de belleza evocadora. Sólo la lluvia, el aire sutil, insinuante, la soledad. La tierra, por lo general, es caminos; aquí abajo, en Chile, es final. Todo se acaba, se llega al fin del mundo material.

La lluvia cae siempre. El agua crece, circula, se inmoviliza y transforma. La nieve se extiende sobre las cumbres. El peligro está en el agua, símbolo del inconsciente y de los terrores íntimos y profundos; y la salvación en las tierras postreras, patria de un espíritu límpido, cristalino, donde la naturaleza permite surgir como seres libres y sanos. En las grandes ciudades de cemento, sus habitantes carecen de la educación necesaria para comprender y adaptarse al entorno. Sus organismos psíquicos - obstaculizados por la imposición de un espíritu ajeno, foráneo y materialista -, no son aptos para sobrevivir. Sufren sin respiro los embates de la "urbe". Sólo aclimatándose a los aires del sur, donde se respira una pureza que no existe en otros lugares, podrán adquirir las condiciones para vencer esa atmósfera gris.

Las tierras postreras de la patria, surcadas de precipicios, de altas cumbres, de llanuras fértiles como no hay otras, de grandes bosques, con peñascos laminados por la lengua blanca de los hielos, son también una zona viva como ninguna. Es decir, están impregnadas por el espíritu de una raza misteriosa, que antiguamente las habitó y les entregó de sí lo más grande que es posible dar: un sentido, un alma, una leyenda que se incrustó hasta el fondo de su íntima realidad y le confirió consistencia al más escondido de sus accidentes geográficos. Esto sucedió con la vida libre y organizada de los selk'nam, y tantos otros; y que debería retornar en un futuro, si es que alguna vez en nuestro suelo tiene que florecer una vida auténtica, en la compenetración del hombre con su paisaje.

José Miguel Serrano

Opinión

"

El paisaje de Chile, el del sur del mundo, es además un paisaje psíquico y moral. Quien quiera que viaje por el sur sentirá que sus peligros no son físicos, sino morales.

"

Economista Universidad de Columbia

Simplismo Político

E-mail Compartir

En su columna "Una cuenta Postmoderna", el periodista Ascanio Cavallo utilizó la expresión 'simplismo político' para señalar que el discurso presidencial de Gabriel Boric carecía de mayores argumentos o datos duros que pudiesen sustentar sus deseabilidades políticas (y las necesidades de la ciudadanía, por cierto) a través de una fracasada reforma tributaria. Así Cavallo argumentó: "…puede construir un discurso con retazos de teoría política, literatura y citas autorreflexivas, el primero para el cual la jerarquía de las cosas es oscilante, incierta y tan, tan opinable, que bien puede haber una alternativa, ahora o mañana" (La Tercera, 03/06/2023). En esta misma publicación, se refiere al presidente como postmoderno, cuando en realidad podríamos pensar que hoy en día estamos frente a la presencia de una post-política (José Ángel Bergua Amores, 2015) o post-democracia (Colin Crouch, 2000) en el más amplio sentido de la palabra.

El concepto ya ha aparecido anteriormente en otras publicaciones internacionales. Por ejemplo, el analista político colombiano Álvaro Forero Tascón se refiere al 'simplismo político y mediático' cuando analiza las posiciones de Donald Trump y Nicolás Maduro frente a la migración desde México y Colombia (El Espectador, 14/09/2015). Por su parte, el periodista trasandino Eduardo Ulibarri habla de un cómodo y riesgoso simplismo político cuando observa que el Frente Amplio Progresista en Argentina muestra "… la continuidad de un mismo modelo neoliberal excluyente y diferentes formas de debilitamiento de nuestra democracia" (La Nación, 03/03/2022).

Pero ¿a qué le podríamos llamar realmente simplismo político? Tal vez, a la estrategia de democracia digital que nos impuso Franco Parisi y su PDG, o a la gobernanza oscilante, deconstructiva y semántica del actual gobierno, al fracaso de una derecha histórica que se está reconvirtiendo al populismo republicano, o a las estrategias bizarras de nuestras autoridades locales y regionales. Podríamos ir un poco más allá, a la articulación de la derecha criolla por personajes que no pertenecen a partidos políticos o son vistos malamente como simples lobistas de poca monta. El simplismo se revela en su máxima expresión en los videos del tierno gato Micky, ¿nuestra real figura edilicia?, quien yace plácido en los brazos de su amo (sólo de jornada laboral), como si Antofagasta no padeciera el desamparo absoluto de una deficiente gestión municipal. Habría tanto por escribir sobre fauna política y tampoco que mostrar frente a otras ciudades con menos recursos que la nuestra. En el simplismo político está mal pelado el chancho, y la inacción o desidia política se transforman justamente en la gestión política.

De acuerdo a la teoría institucional, las democracias van colapsando porque el robustecimiento de las instituciones se cambia por el simplismo político. La bomba de racimo que detonó la ministra Ángela Vivanco (El Mostrador, 07/06/2023) hizo explotar las contradicciones de los tres poderes del Estado frente al voraz mundo privado de las isapres. La consigna al respecto no sólo es "por la boca muere el pez", sino que la hipótesis del debilitamiento o procrastinación institucional constituye la estrategia política (María Victoria Murillo, Steven Levistky y Daniel Brinks, 2021). Y aquí se podría pensar que las elites que nos gobiernan nos quieren 'callados/as' y no pensantes para no tensionar el poder en una democracia sana, o simplemente los cargos quedaron grande para quienes nos gobiernan. Por ende, para las próximas elecciones NO se debe votar por la candidatura menos mala, sino aquélla que ofrezca la tríada perfecta: manejo político (o voluntad de ejercer bien el poder), tecnocracia (o gestión eficiente de recursos y tiempo) y territorialidad (o conocimiento de la 'calle').

Dra. Francis Espinoza F.

"

La bomba de racimo que detonó la ministra Ángela Vivanco (El Mostrador, 07/06/2023) hizo explotar las contradicciones de los tres poderes del Estado frente al voraz mundo privado de las isapres.

"

Académica UCN