"Tenemos catastrados 22 proyectos de hidrógeno verde con una capacidad de electrólisis de 10 GW"
Chile, y en particular la Región de Antofagasta, posee un enorme potencial para desarrollar la producción de hidrógeno verde (H2V), sector cuyas inversiones llegarían a los US$ 5 mil millones al 2025, y es que la zona aglutina la mayor concentración de operaciones y proyectos de energías limpias, insumo indispensable para producir este vector energético.
Así lo destaca el coordinador de Estudios de la Asociación Chilena de Hidrógeno Verde (H2 Chile), Enrique Cáceres, cuyo gremio, surgido en 2018, reúne a 45 profesionales y alrededor de 100 empresas líderes de toda la cadena de valor de esta naciente industria.
¿En qué punto se encuentra hoy el desarrollo del hidrógeno verde en la Región?
-En Antofagasta tenemos catastrados 22 proyectos de hidrógeno con una capacidad de electrólisis de 10 GW, que, mayoritariamente, tienen como producto final amoniaco, metanol y combustibles sintéticos. La etapa en que se encuentran es en prefactibilidad, factibilidad, y en menor medida hay algunos en operación y evaluación ambiental. Otro punto importante es que la región tiene experiencias con industrias anteriores, entonces vemos con buenos ojos que la industria del hidrógeno se pueda instalar en la región.
Lo que puede provocar la industria del hidrógeno es un efecto súper positivo, porque no solamente puede diversificar la matriz energética, sino que también puede generar valor local, incentivando nuevas industrias o darle valor agregado a otras, por ejemplo se puede utilizar H2V en los procesos de producción de cobre, en los camiones de extracción que actualmente utilizan 3.600 litros de diesel y si es reemplazado por hidrógeno, las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyen enormemente.
¿Puede pensarse en la utilización del hidrógeno en agricultura, pesca o pequeña minería?
-El hidrógeno puede ser un actor habilitante para otros ecosistemas, para otro tipo de industrias, de hecho hay un proyecto en la zona que se llama Oasis que engloba lo que se conoce como economía circular, utilizando todas las materias primas que se usan para el hidrógeno. Por ejemplo en la industria de la desalación, que cierto porcentaje de esa agua vaya a la agricultura, o que el oxígeno que resulta de la obtención de hidrógeno, pueda ayudar al desarrollo de otro tipo de industria.
¿Los puertos serán clave si queremos ser exportadores de H2V?
-La Región de Antofagasta será uno de los grandes exportadores de este vector energético, y también tiene esta experiencia de desarrollo portuario, una de las ventanas que tiene la región hacia el mundo es el Puerto de Mejillones, donde ya hay experiencia en el trabajo con ciertos compuestos. Entonces ya está esa infraestructura y hay una experiencia portuaria detrás.
¿El mismo proceso portuario y de transporte naviero se sumará al uso del H2V?
-Los equipos que se utilizan dentro del mismo puerto y las bodegas, como las grúas horquilla en que ya hay experiencias con hidrógeno verde, que fue uno de los primeros proyectos de Anglo American, pueden ser utilizadas, junto con otros equipos, en los puertos. Lo que también debería extenderse a los barcos, en los que hay bastante investigación con respecto al uso del amoniaco, algunos ven favorable el uso de cierto porcentaje de metanol y tiene ese gran potencial.
¿Cuáles son las proyecciones de capacidad instalada?
-En Antofagasta tenemos 22 proyectos con una capacidad de electrólisis de 10 GW, y en la Estrategia Nacional, elaborada en la administración anterior, que tiene objetivos súper ambiciosos que es al 2025 tener en Chile una capacidad instalada de 5 GW, y al 2030, 25 GW, y eso se irá viendo en la medida que los proyectos obtengan el FID (decisión final de inversión), y hay que trabajar tanto desde el mundo público como privado en la generación de incentivos, así como disminuir la burocracia de los permisos de parte del Estado, sin dejar de lado lo ambiental, que es súper relevante.
¿Esa tardanza puede costarle "la vida" a ciertos proyectos?
-Todo el mundo nos está viendo y cualquier mejora que se pueda hacer dentro del aparataje estatal es bien recibida, pero por sobre todo los proyectos están trabajando para llegar a la decisión final de inversión y que exista un trabajo de parte del Estado para reducir los tiempos de estos proyectos.
Considerando que hay otros países interesados en producir H2V ¿Estamos en una carrera contrarreloj?
-Sí, esto es una carrera y hay varios países que se han estado sumando, sobre todo porque hay países como Marruecos, Namibia, y también países más desarrollados que tienen una billetera que les permite apoyar a los proyectos de hidrógeno. En Estados Unidos hay un fondo que subsidia el costo de producción de hidrógeno, y otros países también han lanzado distintos incentivos en respuesta a este mecanismo.
Como país debiésemos, en la medida que los recursos nos lo permitan, porque son escasos, buscar mecanismos para atraer la inversión, poder disminuir el CAPEX (gasto de capital) de los proyectos, pero eso también se da de forma natural en el sentido que en algún momento el precio de los electrolizadores y de los diferentes equipos van a bajar.
Uno de los incentivos que puede no significar tanto costo para el Estado, puede ser la reducción de permisos, ventanilla única, por ejemplo, que pudiese ayudar a la tramitación de proyectos.
La gran ventaja que sigue teniendo Chile y esta región es su enorme capacidad para generar energías limpias.
-Sí, porque el 70% del costo de producción del hidrógeno verde viene de la electricidad y, por lo tanto, con un costo bajo de electricidad tendremos un costo bajo de hidrógeno. De hecho nuestra Estrategia Nacional para llegar a US$1,5 por kilo, que se habla del valor del costo de producción al 2030, debiésemos tener un costo nivelado de electricidad de aproximadamente US$20 por MWh.
Ahí la Región de Antofagasta juega un rol fundamental, y lo bueno que tiene es que no solamente tiene un desarrollo de fuentes de energías renovables solares, también hay una componente eólica importante instalada, que también tiene un gran potencial.
Asociación H2 Chile
La Asociación Chilena de Hidrógeno Verde (H2 Chile), que actualmente aglutina a 45 socios profesionales y cerca de 100 empresas líderes de toda la cadena de valor de la industria, fue fundada en el año 2018 con el objetivo de acelerar la transición energética promoviendo el hidrógeno y su uso como vector energético en aplicaciones industriales, comerciales, residenciales y de movilidad, buscando además el posicionamiento de Chile entre los países líderes en la producción y exportación de H2V.
70% del costo de producción del hidrógeno verde viene de la electricidad, detalló el ejecutivo de H2 Chile.
5 GW es la meta de capacidad instalada de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde para el año 2025.
14 proyectos de hidrógeno verde entrarían en operaciones en la región, entre los años 2023 y 2027.
25 GW es la capacidad instalada que se puso como meta la Estrategia Nacional de H2V proyectada para el 2030.