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Una cárcel para narcotraficantes

Muy superficial, al nivel de idea, se ha planteado que el nuevo recinto penal de Calama sea para recluir a condenados por tráfico de drogas y crimen organizado. Lo que pide el edil calameño es sociabilizar la iniciativa y conocer las externalidades del proyecto.
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Surgió como un planteamiento más, dentro del bombardeo de declaraciones respecto a las soluciones en materia de seguridad en el país. Lo primero fue hablar de la necesidad de contar con una cárcel para los grandes narcotraficantes y los condenados por delitos asociados al crimen organizado.

La idea que en principio no encontró buena acogida, con el paso de los días fue tomando fuerza hasta llegar a las últimas declaraciones que no solo aprueban esta idea, sino que aseguran que se podría concretar en el nuevo centro penitenciario de Calama, que está en etapa de diseño.

Claramente hay que tomarlas como primeras opiniones y que encontraría concreción en un proyecto que lleva años en proceso sin mayores avances.

La idea no cayó bien al alcalde de Calama, Eliecer Chamorro, quien criticó las externalidades de instalar un penal de esas características en las cercanías de su comuna.

Además, lamentó que las autoridades de gobierno no hayan consultado antes a los calameños, a sus autoridades respecto a esa alternativa.

Lo que pide el edil calameño es sociabilizar la iniciativa y conocer las externalidades del proyecto. En primera instancia, según Chamorro, está que este tipo de recintos para reclusos de alta peligrosidad, termina trasladando la criminalidad a las comunas aledañas.

Va más allá de la opinión del ministro de Justicia, Luis Cordero, quien planteó que todos queremos más cárceles pero nadie las quiere cerca.

No se condice con Calama, una comuna que por décadas ha convivido con un centro penitenciario en pleno centro. La solicitud calameña exige dialogar y no sólo disponer, como suele ser el comportamiento de los gobiernos centrales, con las regiones, especialmente con Calama.

El mejor trato hacia las comunas debe ir más allá del discurso.

¡Te acordás hermano qué tiempos aquellos!

Carlos Tarragó , Fundador Corporación Proa, Emile Ugarte Sironvaalle, Arquitecto
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El título de esta columna corresponde al verso inicial del conocido tango Tiempos viejos, cuya letra es de Manuel Romero y la música de Francisco Canaro. No soy de los que proclaman que todo tiempo pasado fue mejor, sería ciego no reconocer que, cada vez más, van surgiendo avances tecnológicos y científicos, por citar dos áreas, que contribuyen a alcanzar una mejor calidad de vida. Lo que creo y afirmo, es que, dentro del comportamiento humano, al menos en nuestro país, ha habido retrocesos significativos, en particular en respeto y honradez.

Veamos algunos ejemplos que grafican lo precedente. Uno tremendamente perjudicial, corresponde a la evasión en el ex Transantiago, cuyas últimas estadísticas la sitúan por sobre el 40%. Lamentablemente las informaciones no citan el monto de la evasión. Tal vez por pudor, ya que todos los gobiernos, han sido incapaces de ponerle coto a esta infracción y no han querido hacerla pública, porque los cuantiosos recursos estatales que se han destinado a subsidiar este transporte, darían para solucionar graves problemas sociales. No existe sector poblacional donde no se evada el pasaje, situación a la que también contribuyen los choferes.

La pérdida de vergüenza de quienes suben por ambas puertas de los buses sin pagar y de quienes evaden el torniquete con una pirueta digna de un hábil deportista, es algo natural. Décadas atrás cuando uno se iba colgando de la puerta trasera de una micro, enviaba el importe del pasaje a través de los pasajeros hasta el conductor, quien devolvía el vuelto, si correspondía, con el respectivo boleto, a través de los mismos pasajeros hasta quien estaba pagando el pasaje.

En el Metro la evasión es menor, pero igual se aprecian actitudes irrespetuosas. En efecto, en todos los vagones existen asientos señalizados como Preferencial, para mujeres embarazadas o con guagua, para adultos mayores y personas con impedimentos. Ninguna de estas advertencias se respeta y se puede apreciar la indolencia que presentan pasajeros ante quienes deberían ocupar dichos asientos. Antes cuando una persona en esas condiciones subía a una micro, más de alguien se paraba de inmediato ofreciéndole el asiento.

Otro caso que nos debería espantar es lo que cada cierto tiempo ocurre con algún profesor, quien es insultado y/o agredido por un apoderado, porque su hijo ha recibido una reprimenda por una mala acción o comportamiento. Hasta no tanto tiempo atrás los profesores representaban al personaje, aparte del padre, más respetado por la juventud. Ese respeto no era impuesto por el profesor, éste lo transmitía por su sabiduría y ascendiente hacia sus educandos. Lo peor de todo, es que hoy ni siquiera existe censura social ante estas actitudes. Sin duda que estos ejemplos no nos dejan bien como sociedad.


Se va Jim y no se pudo

Jim Whittaker, nos deja en el mes de junio como presidente de Minera Escondida, había asumido el mes de septiembre de 2021, siendo su principal objetivo: "Mejorar la eficiencia operacional de Minera Escondida y para ello se radica en Antofagasta donde está la operación."

Todos pensamos, si el presidente se viene, se vienen también sus ejecutivos y recuperamos nuestra sustentabilidad económica de la ciudad, esta se produce cuando los excedentes productivos (sueldos) quedan en ella. También que Minera Escondida volvería a ser un referente de buenas relaciones laborales y responsable con el territorio, lo que significó anteriormente un importante desarrollo para Antofagasta, volvería a ser una empresa integrada: Sus altos ejecutivos y todo el personal vivían en la ciudad, cualquier trabajador o persona podía conversar sus distintos puntos de vista en forma informal con el presidente o con los distintos superintendentes. En el Corporativo, se hacían deportes, celebraban sus fiestas, era "La Familia Escondida". Todos pensamos que, con Jim, Minera Escondida estaba asumiendo su responsabilidad con el medio ambiente, bajar las emisiones de CO2 evitando los viajes largos que promueven los turnos 7x7. Todos pensamos que Minera Escondida se responsabilizaría de las familias de sus colaboradores, la existencia de turnos largos se resiente la familia, ya que prolongadas ausencias del jefe de hogar afectan su buen desarrollo. Todos pensamos que los antofagastinos superaríamos esa imagen que perdemos cada vez más la sustentabilidad al ver que todo se sigue concentrándose en Santiago y que la minería es un enclave en la Región que deja solo externalidades. (ejemplo de esto es la distribución del royalty y la no existencia de una política energética para la Región).

Jim no pudo hacer mucho, debido a la economía de aglomeración, contra esta aspiradora capital de Chile, de siete millones de habitantes, causante gran parte de la inequidad territorial del país, debido a la imposibilidad de competir de cualquier ciudad de Chile, la nuestra, Antofagasta tiene un poco más de cuatrocientos mil habitantes y con autoridades que mucho tiempo no dan el ancho.

No se avanzó para dar solución al error del 28 de agosto del 2013, donde Minera Escondida por "costos" decide cambiar su sistema de turnos de 4x4 a 7x7, lo que generó que los trabajadores vivan en distintas ciudades y sus ejecutivos y las oficinas estén radicados y se emplacen en Santiago.

Alejandro Godoy Tapia, asumirá a partir del primero de julio de 2023 la Presidencia de Minera Escondida, su gran singularidad que es antofagastino y no me cabe duda de que tendrá un compromiso con el territorio como soñó su antecesor, le deseamos mucho éxito.