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Marcelino Carvajal, presidente de la Asociación de Municipalidades de la Región de Antofagasta (AMRA): "Tener una Estrategia Minera Regional nos permitirá contar con un modelo de desarrollo sustentable que no existe en la actualidad"

GOBIERNOS LOCALES. El alcalde de Mejillones -que lidera a los nueves municipios de la zona- planteó sus expectativas en la elaboración de la EMRA 2023-2050, además de las solicitudes y demandas provenientes desde las comunidades, que deben ser incluidas en esta Segunda Misión.
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La participación activa de las comunas y municipios está dentro de los componentes claves de la Segunda Misión de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ( OECD), para definir la Estrategia Minera Regional (EMRA) 2023-2050, que comenzará este lunes con actividades en la comuna de Sierra Gorda, uno de los territorios dentro de la región que concentra operaciones mineras cercanas a la urbe.

La EMRA 2023-2050 es una iniciativa liderada por el Gobierno Regional, con apoyo técnico de expertos de la OECD, y ejecutada a nivel técnico-territorial por el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte (IPP-UCN).

La Segunda Misión EMRA, arribará mañana a las localidades de Calama, Sierra Gorda y San Pedro de Atacama para sostener encuentros con alcaldes y concejales, representantes de la sociedad civil, comunidades de pueblos originarios y actores claves territoriales. Una nutrida agenda de actividades donde está incluida una visita a la Minera Centinela, para luego el martes 18 de abril dicha delegación recorrerá las instalaciones de Chuquicamata. Continuando con la gira de análisis, el miércoles en San Pedro de Atacama, comuna en la cual los expertos conocerán las faenas de SQM, en el Salar de Atacama.

Esto para seguir definiendo la elaboración de una estrategia minera para la región, con énfasis en la transición hacia una minería ambientalmente sostenible, que involucre a la industria y sus territorios.

Bajo este marco el presidente de la Asociación de Municipalidades de la Región de Antofagasta y alcalde de Mejillones, Marcelino Carvajal Ferreira, entregó un análisis desde los municipios en el desarrollo de la Estrategia Minera Regional (EMRA) 2023-2050, y coincide con el Gobierno Regional en orden a tener una "nueva hoja de ruta" para el desarrollo del territorio, pero también pensando en el futuro después de la minería.

Para este edil, que lidera los nueve municipios de la zona, resulta urgente el poder contar con un modelo de región productiva minera que tenga integrada las demandas de las comunidades que están insertas en la Región de Antofagasta, lo que identifica presente en el desarrollo de la Estrategia Minera Regional (EMRA) 2023-2050.

¿Cómo evalúa la definición de la EMRA 2023-2050 en relación al desarrollo de las comunas de la Región de Antofagasta?

-Lo considero muy importante. Así como la minería ha sido sustentable en el tiempo, con un impacto positivo innegable en la región -porque somos una zona minera por definición-, también hemos pensado que existen problemas en la distribución de sus aportes, sobre todo a nivel de los municipios. Por ello, la creación de una Estrategia Minera Regional al 2050 resulta clave, porque contendrá una mirada desde la región y esto a veces no se toma en cuenta debido al centralismo. Este país es muy largo y siempre se está pensando en los problemas de Santiago o la zona central, por ejemplo, y como alcaldes llevamos muchos años tratando de cambiar esta visión, porque aquí tenemos otros problemas, otras necesidades, que pueden solucionarse en algunos casos, con el apoyo de esta industria.

Expectativas

¿Atender estas demandas pasa por contar entonces con una Estrategia Minera Regional que involucre fuertemente a las comunidades, empresas, academia y sociedad civil?

-Sí, yo siempre he dicho que nos falta un modelo de desarrollo económico regional, que nos mejore nuestras perspectivas de crecimiento y una mejor calidad de vida para las comunas. Si uno analiza modelos de otros países como Perú, que tienen impuestos razonables, las empresas mineras los analizan y generalmente se quedan operando en el territorio. Hay que definir cómo comparten sus ganancias, y no podemos decir que no son generosas y que no entregan empleo a la región, pero también debemos tener presente que ocupan los recursos naturales del territorio, como el agua de Calama o San Pedro de Atacama. También, mucha de la gente que trabaja en este sector vive fuera de la región, entonces vale la pena preguntarse: ¿qué quedará en la zona después de la minería?

¿Cómo las comunidades y municipios deben insertarse en la elaboración de esta 'nueva hoja de ruta' para el desarrollo de la Región de Antofagasta?

-Muchas veces, las comunidades no perciben el desarrollo asociado a la minería, porque ven solo el como llegan trabajadores en un avión y luego se van. Tampoco perciben que su calidad de vida mejora con las operaciones mineras, un ejemplo claro es Calama. Si uno va a otros países, queda de manifiesto el desarrollo cuando una empresa llega y genera mejoras alrededor. Sin embargo, aquí no ocurre lo mismo, porque seguimos con problemas de infraestructura, calles sin pavimentar, etc. En Mejillones, producimos energía, pero tenemos calles sin alumbrado público. Entonces, ¿existe un real compromiso de la industria con la comunidad? Por ello, debe existir una estrategia de desarrollo, para que nos sonría la cara a todos, con reglas claras, porque ahora las leyes son muy permeables o no tienen el componente de sustentabilidad.

¿Este nuevo trato con la minería, como lo describe el gobernador Ricardo Díaz, también tiene que considerar otra forma de desarrollo para la región?

-La minería no es una actividad renovable. Yo creo que la comunidad quiere ver avances en su calidad de vida y así cuando la minería ya no esté, diga "qué bueno todo lo que dejó la explotación del cobre o litio". Esto también pasa por ampliar nuestra matriz productiva y pensar en la reconversión o desarrollo de otras industrias, como el hidrógeno verde. Por ello también es necesario cambiar el modelo económico y con los nuevos impuestos a la minería, generar una reconversión productiva que nos permita mirar más allá de esta industria.

Por ello, los recursos que vengan, ya sea vía royalty u otros impuestos, no tienen que estar tan amarrados, todo está muy amarrado, incluso a nivel regional. Ahora todos los municipios quieren invertir en seguridad, porque existen problemas en todas las comunas. Sin embargo, las comunas no tienen cómo responder a los habitantes sobre el por qué faltan recursos. Otro ejemplo, la gripe aviar, hemos retirado con nuestros propios medios a las aves y lobos marinos que aparecen muertos en las playas de Mejillones. Aquí hay un peligro sanitario que estamos abordando con nuestros esfuerzos, y no ha llegado ningún otro tipo de ayuda para apoyar a los municipios costeros.