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El bien común

"El Bien Común no lo crea el Estado. Es lo contrario: el Bien Común es anterior, es lo que legitima el trabajo y la autoridad del Estado". Andrés Hubert Robinet sj, Vice Gran Canciller UCN
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Según la Doctrina Social de la Iglesia, por Bien Común se entiende "el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección". Se trata de buscar lo que es bueno, saludable para todos, para el común de las personas, presentes y futuras.

Si la definición es simple, la realización no lo es tanto. Parece que los seres humanos estamos más acostumbrados a buscar lo bueno para nosotros y llegamos a olvidar lo que es bueno para otros. La regla de oro "no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti mismo", es fundamental, pero tiene el riesgo de quedarse en papel. El consumismo y el productivismo no ayudan.

Veamos un ejemplo. Crear una nueva constitución es un trabajo que nace del Bien Común y lleva a profundizar, resguardar el Bien Común. El primer proceso fracasó…y no se trata de criticar a nadie. Estamos empezando un segundo proceso. Una constitución es una herramienta que debe ayudar a vivir y convivir entre todos los ciudadanos. Si cada persona quiere sacar provecho para sí, si cada partido político quiere sacar provecho para sus ideas y aumentar los votos (y esto es un peligro real), nunca llegaremos a una constitución provechosa para todos.

Aristóteles decía que el ser humano es un ser político porque es capaz de comunicarse con todos y de crear un mundo común: la ciudad. Según Santo Tomás, las inclinaciones más elevadas del ser humano son: conocer a Dios y vivir en sociedad. Y el Papa Benedicto XVI presenta el servicio del Bien Común como "la vía política de la caridad". Esto significa que el Bien común no es algo fijo en algún reglamento o libro, es algo vivo que hay que buscar personalmente, comunitariamente y en cada etapa de la historia pensando en generaciones futuras.

Además, desde la encíclica "Laudato sí", el Papa Francisco ve el Bien Común no solo entre los seres humanos, sino entre todas las creaturas. Por eso, habla de la casa común. Lo básico es la dignidad de las personas. Esta dignidad se realiza si hay respeto real para con cada persona, si se permite la convivencia, la búsqueda constante del bien común.

El Bien Común no lo crea el Estado. Es lo contrario: el Bien Común es anterior, es lo que legitima el trabajo y la autoridad del Estado. Solamente después se puede identificar los bienes comunes, estos bienes que son indispensables para que la sociedad pueda funcionar garantizando la dignidad de todos.

Preocupante deserción en el nivel de Educación Parvularia

"Sólo el 50% de los niños y niñas entre los 85 días a los 5 años, se encuentran matriculados en algún establecimiento de educación infantil". Jocelyn Uribe Chamorro, Académica de la Facultad de Educación, UCEN
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La deserción dentro del nivel de educación parvularia, se ha transformado en un tema de alta preocupación, no sólo dentro de la agenda pública, sino que también en diversos sectores vinculados a la educación infantil. Entre los nudos críticos que dan cuerpo a esta problemática, se destaca el poco valor que las familias en Chile otorgan a la educación pre escolar, asignándole más bien un rol asistencial sobre todo en los primeros años de vida.

En este sentido, la realidad en la cual se contextualiza esta deserción se ve apoyada por diversas cifras que nos permiten evaluar efectivamente su impacto, un ejemplo de ello, es que sólo el 50% de los niños y niñas entre los 85 días a los 5 años, se encuentran matriculados en algún establecimiento de educación infantil.

El porcentaje se acrecienta a nivel regional, destacando en este sentido la Región del Maule, como una de las regiones con mayores problemáticas en torno al acceso a la educación parvularia con un 32% de matrículas efectivas, seguida por la Región de los Ríos con un 27% y la de Tarapacá con un 21%.

Al margen de estos antecedentes en torno a las matrículas, también se produce un ausentismo dentro del sistema, afectando fundamentalmente a pre kínder con un 48% y kínder con un 42%, este ausentismo es entendido como "la falta del 10% o más de los días escolares, justificados o injustificados, en un periodo del año".

Como bien sabemos todos quienes trabajamos en el ámbito de la educación parvularia, ya sea en docencia, investigación o directamente en el espacio del aula con niños y niñas, la primera infancia se constituye en una etapa fundamental en el desarrollo de todo ser humano, dado que proporciona las bases para favorecer las conexiones neuronales que permiten un aprendizaje efectivo, la interacción con pares y adultos, el desarrollo emocional y la adaptación al entorno, lo cual se ve interferido por las reiteradas inasistencias de los párvulos, a un espacio que privilegia todas estas interacciones y adquisiciones.

Ya hemos terminado afortunadamente la crisis sanitaria que nos afectó por un periodo prolongado de tiempo (2020-2021), sin embargo, las cifras siguen no siendo alentadoras en cuanto a deserción y ausentismo infantil.

En este sentido, resulta imprescindible el relevar el rol fundamental del sistema de educación parvularia, en cuanto no solo a privilegiar cada uno de los aspectos antes mencionados, sino que además favorecer la autonomía, el respeto, la convivencia pacífica y responsable, el pensamiento lógico, el desarrollo del lenguaje, la resolución de problemas y la interacción democrática con otros.

No olvidemos al respecto, la responsabilidad del sistema educativo, de educadores/as y familias, en cuanto a aportar a la solución de esta problemática, mediante un trabajo en conjunto que permita relevar la importancia no solo del sistema de educación parvularia, sino que también de la permanencia y continuidad de niños y niñas, para favorecer efectivamente aprendizajes oportunos y de calidad.

Sobrevivencia en campamentos

La Región ocupa el tercer lugar a nivel nacional de familias que viven en estos asentamientos y en los últimos dos años creció un 52%. Lo cierto es que de modo aislado no se resolverá la problemática que existe en cuanto a vivienda. Es un tema multisectorial, pero que no puede dejar de lado a quienes serán los beneficiarios.
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El último catastro de campamentos entregado por TECHO Chile, comprueba lo que a simple vista apreciamos quienes vivimos en esta región respecto al aumento de familias que debieron trasladarse a estos asentamientos ante la falta de una vivienda. Y las cifras son elocuentes, en los últimos dos años el crecimiento llegó a un 52%, esto significa que de 89 campamentos se pasó 135 y son 12 mil 824 familias que habitan alguno de ellos.

Los números continúan y nos revelan que el 73% de quienes habitan estos lugares son grupos familiares compuestos por inmigrantes. La tasa más alta de presencia de ciudadanos extranjeros en el país, liderados por bolivianos, peruanos y colombianos.

La realidad develada no hace más que reflotar un tema antiguo y que hoy se intenta mitigar a través de un Plan de Emergencia Habitacional (PEH), que entregue soluciones dignas a los miles que la están esperando.

Todo indica que la demanda seguirá creciendo al igual que el déficit de unidades disponibles.

En la comuna de Antofagasta se estima que son poco más de 26 mil 200 las viviendas que hoy se requieren y el PEH compromete, en cuatro años, la construcción de 12.186, con un esfuerzo enorme que implicará triplicar lo que hoy se construye.

Y lo más probable que el ritmo impuesto en el levantamiento de nuevas casas sólo resolverá una parte de la escasez. Llegado el final de los cuatro años la demanda estará si no igual, un poco superior a la actual.

Lo cierto es que de modo aislado no se resolverá la problemática que existe en cuanto a vivienda. Es un tema multisectorial, pero que no puede dejar de lado a quienes serán los beneficiarios, los pobladores.

Las organizaciones vecinales han demostrado que lejos de profundizar las dificultades son verdaderos aportes en la búsqueda de soluciones. De hecho, la dirigenta de Loa Arenales, Elizabeth Andrade, fue capaz de exponer en un reciente seminario, un diagnóstico con especificaciones de personas y del territorio que hoy ocupan, a lo que sumaron posibles soluciones.

La intención es aportar en algo que puede marcar la diferencia en el modo de vivir de miles de familias que hoy lo hacen en condiciones poco dignas y que atenta, no solo con su condición humana, también acrecienta la discriminación.

Pero, es urgente que se avance en soluciones que sean de más largo alcance. Falta aplicar una visión de Estado.