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Contrato social de género

"Destaco las recientes ley de responsabilidad parental y pago efectivo de deudas de pensiones alimenticias y la "ley Antonia" 21.523".
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Se asoma marzo y comenzamos a materializar nuestro trayecto de vida hasta diciembre, con intervalos caracterizados por una preparación académica, la búsqueda de un empleo, la participación en una campaña política o la decisión responsable de tener una hija o hijo, metas que parecen a veces difíciles de alcanzar si se es mujer.

Los trayectos de vida de las mujeres tienen a la ley como una de sus principales aliadas; sin embargo, ésta no siempre ha sido duradera como aconteció con la derogación en 1989 del artículo 119 del código sanitario que permitía el aborto terapéutico, ni oportuna como la eliminación del régimen de sociedad conyugal, tema de amplio consenso que no logra entrar en nuestro ordenamiento jurídico.

Legislaciones vinculadas con el género, entendido éste como la modelación cultural del sexo y que hoy se manifiesta más allá de lo binario y del patrón patriarcal. Por ello ya no son aceptables situaciones como las acontecidas con el cantante mexicano Alejandro Fernández en la reciente versión del Festival de la Canción de Viña del Mar.

Derechos de los tiempos modernos, cuya lucha con determinación y conocimiento parte tal vez con la aparición de la declaración de los derechos de las mujeres y la ciudadana de Olympe de Gouges en 1791, en contraposición al código napoleónico de 1804, que designaba a las mujeres como propiedades de los hombres, y que prosigue con movimientos de comienzos del siglo pasado y la protesta de las "cocinas apagadas" liderada por Teresa Flores, y el Me Too a partir de 2006. Ambos repercutieron significativamente en la reorganización de las mujeres y en la aprobación de nuevas leyes.

Destaco las recientes ley de responsabilidad parental y pago efectivo de deudas de pensiones alimenticias y la "ley Antonia" 21.523 que tipifica la inducción al suicidio de mujeres, aprobadas el año pasado y a partir de las cuales optimizar nuestro quehacer junto a la Seremi de la Mujer y la EG, el Gobierno Regional y la Delegación Regional Presidencial.

La principal misión del SernamEG es hacer extensibles los derechos alcanzados, a través de nuestros programas que ya están recibiendo inscripciones en sernameg.gob.cl en temas como la prevención de la violencia, el cuidado infantil integral, la jefatura de hogar femenina, la sexualidad, la empleabilidad en oficios de altas rentas y el emprendimiento. Y a medida que siga avanzando el año, con lo que respecta a la participación política de las mujeres, no sólo político partidista.

La invitación está cursada para acercarse a nuestras instituciones y de esta forma transformarnos en agentes de cambio en una cultura que nos ha domesticado con parámetros que ya no sirven para edificar un nuevo contrato social de género.

Carlos Riveros Mena

Director (s) SernamEG región de Antofagasta

Otro lugar para ser resguardado

Roca Roja, a pocos kilómetros de Antofagasta, se ha convertido en el epicentro de estudios comparativos entre su superficie y la del planeta Marte. Preocupa su actual abandono. Es necesario que las autoridades se preocupen de dialogar con los científicos para que entiendan la relevancia del sector y generen formas de cuidarlos.
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La morfología de la superficie de nuestra región encierra detalles nunca antes vistos y que hoy son objeto de avanzados estudios. Es un verdadero laboratorio para los científico, quienes encuentran lugares que son los propicios para sus investigaciones específicas que van desde la resistencia microbiana a ambientes extremos (como en el salar de Atacama) o los comparativos para determinar la presencia de vida en el planeta Marte.

Este último caso no deja de sorprender, porque el lugar de estudio encontrado está muy cerca de la capital regional y a simple vista de todos quienes recorren y se admiran con la belleza de la Cordillera de la Costa.

Se trata de Roca Roja, que debe su nombre al color de su superficie. Según el científico español Armando Azúa-Bustos, es lo más similar a Marte que ha encontrado en su recorrido por la tierra. Incluso el color rojizo propio del planeta que en la actualidad explora el rover Perseverance.

El experto no se queda en ese detalle, sino que profundiza en otras similitudes como la salinidad y exposición a los rayos ultravioletas, condiciones que hoy lo tienen como el epicentro de la investigación que ayude a descifrar si hay o hubo vida en suelo marciano.

De sus entrañas han obtenido muestras del ADN de los microorganismos que habitan la zona, y sólo el 50% de las muestras pudieron ser identificadas. Las otras que fueron secuenciadas, están pero no se ha encontrado nada similar en el registro disponible en el mundo. A ellas, se les denomina el microbioma oscuro.

Son antecedentes que reflejan la importancia del suelo estudiado y que desde allí puede salir la información que sirva para los estudios de la superficie marciana.

Lo preocupante es que como suele ocurrir no existe mucho cuidado de estos sectores. Son muy proclives a sufrir daño por presencia humana que los invaden, sin mayores prevenciones o peor quienes los eligen como un depósito de basura y escombros.

Así como existen otros, es necesario que las autoridades se preocupen de dialogar con los científicos para que entiendan la relevancia del sector y generen formas de resguardo, las que pueden pasar por la instalación de señalética y restricciones de ingreso hasta cumplir con la tramitación exigida para que esté clasificada como santuario natural o alguna otra denominación que respalde su cuidado.

Es una tarea que no se puede obviar, conociendo ahora su importancia para el mundo científico.

¿El hombre, dios o lobo para el hombre?

Volver a ser persona, volver a vernos, mirarnos desde la fraternidad como lo cantan tantas canciones, tantas poesías y el primer artículo de los derechos humanos. Pedro Aranda Astudillo, Fundador de la Corporación Gen
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Se preguntaba el filósofo inglés Thomas Hobbes (1588), también hoy nos preguntarnos igualmente ante los hechos sociales que vivimos. Más aún si nos queda un restito de afecto por nuestra humanidad.

Tomémonos una selfis como sociedad:

La sociedad ha perdido su médula como familia humana. Desvertebrada por sus profundas inequidades. Estresada ya calificada como "la sociedad del cansancio", nos acosan múltiples obligaciones. Amenazada por la obsolescencia de trabajos ante las implementaciones tecnológicas. Una sociedad sometida y no menos impotente por los trastornos climáticos que los humanos mismos hemos provocado. En constante prisa, vivimos como atrasados, el tiempo nos devora. La convivencia deteriorada por desconfianzas, las casas, los inmuebles enrejadas, aceradas. Una sociedad enfermiza por falta de salud mental. Vacíos de autoestima. 25 países en tensiones bélicas, la cruel invasión de la imponente Rusia sobre la pequeña Ucrania y que tiene en vilo a toda la humanidad y el planeta.

En suma, también se pregunta el Dr Yubal Harari en su libro de Animales a Dioses: ¿hay algo más peligroso que unos dioses insatisfechos e irresponsables que no saben lo que quieren?

La hermosa Flor de Loto nos evidencia que desde las aguas cenegadas ella puede brotar esplendorosamente. Nuestra madre naturaleza por ultrajada que la tengamos siempre nos está pariendo frutos, en sus mares, mientras no la ahoguemos con nuestras basuras. Pese a vivir en densos smogs sociales, cualquier ser humano reacciona ante lo que le parezca absurdo. Si aún estamos a un paso de una guerra mundial declarada es porque nadie quedará libre de la destrucción total o sea del suicidio colectivo.

Nuestra civilización humana ha subsistido a través de millares de siglos con cataclismos globales y constantes guerras. La Pandemia del Covid 19 nos mantuvo en jaque y la misma vida se recrea. La vida se aguarda en los mares, en sus profundidades, como lo hace también la tierra. Todo nace desde los adentros hacia fuera, ¡hasta los propios volcanes!

La experiencia nos enseña y evidencia cuando los humanos nos damos el espacio de conectarnos con nuestras aspiraciones más profundas amanece lo más original de nosotros mismos, vale decir el latir del amor, como las aguas subterráneas. No es menos cierto que darnos este espacio hoy por hoy es remar contra la corriente, pues lo que llamamos nuestra civilización cultural es vivir adecuándonos a las externidades que creamos.

Reconocernos que sin darnos cuenta nos vamos robotizando. Coincidimos totalmente con el Dr. Humberto Maturana, Premio nacional de ciencias, fallecido el año pasado que la Revolución más eficaz es la Reflexión pues te tomas como sujeto y no como objeto de las circunstancias.

Volver a ser persona, volver a vernos, mirarnos desde la fraternidad como lo cantan tantas canciones, tantas poesías y el primer artículo de los derechos humanos. Imitemos el silencio de los mares, de la tierra, ellos son la vida misma.