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Roca Roja muestra por qué buscar vida en Marte puede resultar más difícil de lo que la comunidad científica esperaba

CIENCIA. El astrobiólogo Armando Azúa-Bustos advierte sobre el grave deterioro del que, afirma, es el lugar que reúne las mejores características como análogo a Marte en todo el mundo.
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Armando Azúa-Bustos, investigador principal del Centro de Astrobiología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC) visitó el 2015 Antofagasta, ¿Su objetivo?, encontrar un lugar lo más cercano a un análogo de lo que se conoce como la superficie de Marte.

Desde el 2009 Azúa Bustos ha recorrido gran parte del Desierto de Atacama investigando la presencia de formas de vida microscópicas en condiciones extremas con el fin de contribuir a la búsqueda de señales de vida en otros planetas. Y esta vez no tuvo que recorrer gran parte del desierto costero. A pocos kilómetros del centro de la ciudad, en Roca Roja, halló el mejor sitio para la investigación de vida en suelo marciano.

"La coloración rojiza del sector es producto de la alta presencia de óxido ferroso o hematita, que es exactamente el mismo componente que se encuentran en suelo marciano y que le da la tonalidad característica que vemos de Marte. Las condiciones del lugar son lo más parecido que hemos encontrado en el planeta, incluso en términos de radiación ultravioleta y salinidad del suelo tiene rangos, a ratos, rangos superiores", comenta el científico desde el laboratorio del CSIC en Madrid.

En un estudio que acaba de ser publicado en la revista Nature Communications denominado "Dark microbiome and extremely low organics in Atacama fossil delta unveil Mars life detection limits", el astrobiólogo del Departamento de Planetología y Habitabilidad del CAB, junto a un grupo internacional de investigadores sugieren que, dependiendo del tipo de microrganismo, potenciales evidencias de vida en Marte podrían ser difíciles, o casi imposibles de detectar con la actual generación de instrumentos que se encuentran investigando Marte.

El gran delta

"Llevo casi 13 años estudiando el desierto y cada vez que pasábamos por ese sector de Roca Roja nos llamaba la atención. Hasta que el 2018 nos decidimos a estudiar la zona", recuerda Azúa-Bustos.

Las primeras conclusiones del análisis geológico del sector dieron cuenta de la presencia de un gran delta que ya en el Cretácico de características áridas. El estudio de mineralogía hablaba de una sucesión sedimentaria de areniscas fósiles y arcillas que están asociados a la depositación de elementos cuando el agua fluye por algún lugar. La presencia de variedades de sales y yeso indicaban, además, que cuando se formó el delta ya era un lugar tan árido como hoy en día.

"Entonces dijimos OK. Esto es lo más parecido en la tierra a lo que está analizando el rover Perseverance en este momento. en Marte que está en el delta de un río marciano en el cráter Jezero. Donde fue justamente a ese lugar por arcilla para ver si encontraban presencia de vida en ese sector", afirma el investigador.

Microbioma oscuro

De todos los microorganismos que pudieron hallar en el Desierto de Atacama, lograron identificar el origen de alrededor de la mitad. Sin embargo, cerca del 50% de los tipos de ADN secuenciados no se logró saber su origen de forma parcial o total. "Al compararla con la base de datos de todas las muestras analizadas en la historia de la Tierra, ésta me dice que no encuentra nada que se le parezca", comenta. Esas categorías inclasificables suman casi la mitad de las secuencias identificadas en este marciano sector del Desierto de Atacama.

A este material genético que, hasta ahora, es indescriptible se le acuñó el término de "microbioma oscuro". "Sabemos que están ahí, pero no sabemos qué es. Tenemos la secuencia de datos pero no podemos determinar mucho más porque no hay nada con qué compararla en la Tierra. Sabemos que está ahí, pero que aún se resiste a ser identificada".

Biofirmas y encrucijada

En Roca Roja también se encontraron una variedad de "biofirmas" (sustancias que pueden indicar la presencia de vida en un lugar), al límite de detección de los instrumentos que se pueden encontrar en un laboratorio de investigación. "Lo notable fue que al usar una variedad de instrumentos que están en

, o próximos a enviarse a Marte" indica Azúa-Bustos, "y dependiendo de la biofirma que se buscaba, varios de estos instrumentos apenas pudieron detectarlas, o simplemente no fueron capaces de hacerlo. "Me contacté con colegas de la Agencia Espacial Europea, de la NASA a los que envié muestras que fueron analizadas por cuatro instrumentos, 2 que están en Marte y dos que están por viajar para ver qué veían estos instrumentos y nos encontramos con la sorpresa de que dependiendo del instrumento, y del protocolo que aplicara y la muestra que usaba, nos dijeron que no encontraban nada o que encontraban muy poco. Lo que quiere decir que los mismos instrumentos que busca forma de vida en otros planetas no ven nada o ven muy poco. Pero es parte del aprendizaje de la ciencia. antes no estaba Roca Roja, ahora está y la nueva generación de instrumentos puede ser testeados en ese lugar", enfatiza.

Abandono del lugar

La publicación del científico chileno ha tenido gran repercusión en el campo de la investigación aeroespacial. De ahí que para Azúa-Bustos resulte urgente mejorar las condiciones de conservación y protección del sector de Roca Roja. No solo porque probablemente la próxima de generación de instrumentos para misiones marcianas serán testeados en el lugar, sino además por el potencial turístico que posee. Para el científico la acumulación de residuos, basuras, cementerio de mascotas y lugar de práctica de deportes motor resulta incompatible con el valor que puede cobrar la zona como el mejor análogo del planeta Marte en todo el planeta.

"Los antofagastinos tienen convertido ese lugar único en un basural. El camino está lleno de un cementerio ilegal de mascotas. Hay todo tipo de basuras tiradas. Cualquiera entra con una moto y hace lo que quiere. Y resulta que están destrozando un lugar que no hay otro en el planeta. Así de simple".

Azúa-Bustos sostiene que intentó contactarse con el alcalde de la ciudad para iniciar una campaña de puesta en valor del sector, pero que la gestión resultó infructuosa. Pese a ello piensa en comenzar una campaña internacional para ayudar a la conservación del lugar. "Tienen una oportunidad única de emprendimiento pero ese lugar debe ser protegido como lo fue el Monumento La Portada. Si construyen pasarelas para que la gente no dañe el sector, habilitan el sector para la instalación de cafés u oficinas turísticas, ese lugar puede ser un polo de interés mundial, porque no hay otro lugar así en la tierra. Quien quiera conocer cómo es la superficie marciana podría ir a recorrer Roca Roja. No hay otro lugar así en el mundo. Es necesario que las autoridades comprendan el enorme potencial que puede significar eso. Turistas de todo el mundo recorriendo un lugar único, idéntico a Marte a 15 minutos del centro de Antofagasta".