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Montes: empresas duplicaron valor de casas de emergencia

RECONSTRUCCIÓN. Titular del Minvu denunció práctica de productores de viviendas, pero no dio nombres. "Puede que algunos quieran hacer un negocio", señaló.
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Redacción

Luego de que el Presidente Gabriel Boric impusiera como plazo máximo el inicio del invierno para levantar todas las viviendas de emergencia en las zonas afectadas por los incendios forestales en la zona centro-sur del país, desde el Gobierno denunciaron una presunta alza en los precios de estas casas.

Carlos Montes, titular del ministerio de Vivienda y Urbanismo, denunció que algunos productores de este tipo de viviendas, que son requeridas por el Ejecutivo para ser instaladas en las zonas afectadas, han aumentado vertiginosamente de precio.

"Las referencias que yo tengo de lo que se estaría comprando en este momento es entre 6-7 millones, ese es el valor, que es bastante alto. A nosotros nos estaban empezando a ofrecer el doble de ese valor y a mí me sorprendió: llegan sugerencias de viviendas del doble de valor y características similares", dijo.

"No voy a nombrar a las empresas porque es una cuestión privada, pero fueron empresas serias. Lo interpreto como que hay una necesidad y es posible que a partir de la necesidad nuestra, del Estado, de las comunidades y de las familias, puede que algunos quieran hacer un negocio", añadió.

En esa línea, opinó que "cuando vamos llegando a esos valores, tenemos que ir pensando más en la vivienda permanente lo antes posible que seguir con la vivienda de emergencia. Con el ritmo que estamos no alcanzaríamos".

Casi tres mil viviendas de emergencia son las que deben instalarse en Ñuble, Biobío y La Araucanía. El nivel de producción diario de estas casas es de 70 unidades, pero solo 15 se están instalando al día bajo las capacidades actuales.

Por su parte, tras reunirse con el Comité para la Gestión de Riesgo y Desastres (Cogrid) nacional, Carolina Tohá, la ministra del Interior, señaló que "la emergencia comienza a mutar en su prioridad y a poner cada vez más en el centro la ayuda a personas y la activación de procesos de reconstrucción".

Reactivación de focos

Tras las palabras de Tohá, durante la tarde de ayer se reactivaron dos focos de incendios en la Región del Biobío, lo que obligó a las autoridades a decretar la evacuación de dos sectores de la comuna de Coronel: Quetra y San Ricardo.

El incendio forestal que se reactivó es el "Santa Ana", que durante las últimas semanas devastó la localidad de Santa Juana. Según Conaf, hasta ayer había consumido 64.518 hectáreas.

El otro incendio que volvió a tomar fuerza es el ubicado en El Cortijo, en Tomé, que obligó a cortar la ruta que une Dichato con Menque. También se evacuó el sector Queipul, de la comuna de Victoria, en La Araucanía.

Tohá: "25% de incendios es intencional"

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La ministra del Interior, Carolina Tohá, señaló que en la Conaf "se han evaluado 600 incendios y 25% de intencionalidad en los incendios que hemos visto. El año pasado fue 26%". Entrando en detalle, la autoridad de Gobierno dijo que se han atendido 554 incendios, que han provocado un daño de 436 mil hectáreas. "Hay 233 incendios en curso, 144 controlados, 58 en combate", informó la jefa de Gabinete, quien anunció también que "el manejo y la coordinación de las tareas diarias va a radicarse en los equipos regionales. El Cogrid nacional se activa cuando se hace recomendable escalar a esa condición".

Valenzuela: "Jamás dije que Agricultura estaba preparando un royalty forestal"

INCENDIOS. Gobierno trabaja en proyecto de ley de cortafuegos obligatorio.
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Más del 70% de la superficie de Santa Juana, Región del Biobío, ha sido afectada por los incendios, razón por la que su alcaldesa, Ana Albornoz, hace poco más de una semana pidió la instauración de un royalty a las empresas forestales. El ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, respondió entonces que "el instrumento específico es algo que tiene que determinar el Presidente de la República y, por cierto, Hacienda", lo cual La Moneda luego descartó. Ayer el secretario de Estado agregó que "jamás dije que el Ministerio de Agricultura estaba preparando un royalty forestal".

"Nunca dije que íbamos a presentar un royalty forestal", afirmó Valenzuela ayer en CNN Chile. "Jamás dije que el Ministerio de Agricultura estuviera preparando un royalty forestal, lo que dije fue que nosotros estamos generando grandes acuerdos para que ocurran dos cosas que deben ocurrir: uno es la ley de cortafuegos obligatorio y, segundo, los sistemas de agroforestería y paisajes más diversos en diálogo con la industria, con los gobiernos regionales para tener un sistema productivo en el centro-sur costero más diverso, más seguro y con valor agregado".

"No hablé de royalty forestal en específico, dije que había muchos instrumentos y que había que buscar fondos convergentes con el sector privado para que haya un proyecto más inclusivo en el centro-sur", indicó el ministro, luego de que su par del Trabajo, Jeannette Jara, también hablara de "un nuevo pacto" con la industria.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, ayer reafirmó su negativa ante la idea del royalty, sosteniendo que "fui suficientemente clara al respecto: no es agenda de este Gobierno. Y todo lo que se discuta, que ciertamente es totalmente válido, tendrá que ver con decisiones de futuros gobiernos", dijo tras el balance diario del Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (Cogrid).

¿Cómo te informas?

Joaquín García-Huidobro
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Formarnos e informarnos son dos grandes tareas que tenemos por delante. Para formarnos, contamos con el estudio, la lectura, la contemplación de obras de arte y la conversación con personas que tienen algo que decir. Una buena formación ayuda a entender quiénes somos, cómo es el mundo que nos rodea, y qué causas tienen los fenómenos que observamos.

Además de la formación, es necesario estar informado, saber qué ocurre. Con cierta frecuencia me encuentro con gente que me dice que no lee el diario "porque sólo trae malas noticias". Pésima estrategia. Aunque eso fuera verdad (no lo es), cerrar los ojos para no ver aquello que incomoda es una actitud escapista.

Ahora bien, ¿cómo saber qué sucede? Esto nos lleva a un problema delicado, el de nuestras fuentes de información. Hoy nos llegan datos de todas partes y a todas horas, ¿cómo elegir? La respuesta no es fácil. Quizá nos ayude a contestar esta pregunta el reparar en un hecho aparentemente anecdótico de esta semana, con ocasión de la entrega por parte del presidente Boric de unas viviendas de emergencia en la Región del Biobío. En un letrero que estaba en el lugar aparecía una idea que se ha repetido en ciertas redes sociales: "Las forestales incendian".

Uno podría simplemente no prestarle atención, porque ese mensaje podría encabezar el ranking de las frases absurdas de la semana. El negocio de las forestales es vender madera y sus derivados, no quemarla. "¿Y los seguros"?", dirá alguno con aire de triunfo. Los seguros de un bosque incendiado no cubren, ni de lejos, la ganancia que tendría la empresa si, por ejemplo, transforma la celulosa en papel. Todo esto es bastante elemental, ¿por qué, entonces, alguien pone un letrero semejante?

La razón podría ser, por supuesto, la mala fe. Sin embargo, también puede ser la simple ignorancia. Si una persona se informa sólo por redes sociales -que le entregan precisamente lo que quiere recibir-, no hará más que confirmar sus prejuicios. Verdades y falsedades reciben un tratamiento semejante, porque apenas existe un auténtico diálogo en esos medios, sino más bien la descalificación u otras manifestaciones de ira.

En el campo de la información, la prensa tradicional goza de una enorme ventaja respecto de las redes sociales. Si yo digo algo falso en esta columna, de inmediato habrá lectores que me corregirán con una simple carta al director. Si se trata de mi interpretación de los hechos podremos discutir y eso no representa ningún problema. Cosa distinta es si alguien muestra que determinados datos que entrego no corresponden a la realidad. En este caso, yo tendría un problema.

Otro tanto ocurre con las noticias que entrega el diario. Ciertamente puede cometer errores, pero su principal activo es ser confiable y sería poco sensato que destruyera conscientemente su credibilidad. Por supuesto que un medio de prensa tiene una "línea editorial", es decir, una determinada orientación, que se deja entrever en su análisis de las noticias, en las editoriales que contienen la opinión del medio acerca de un tema. Con todo, cuando se trata de entregar la noticia misma, tiene un especial incentivo para decir qué sucedió.

¿Hay excepciones? Por supuesto: desde siempre ha existido la prensa sectaria, que lleva al papel escrito la misma lógica de las redes sociales. Sin embargo, una persona bien formada la reconocerá de inmediato y no la utilizará como fuente de información. Todo esto vale también para la prensa digital, donde hay medios muy serios y otros que hacen trampas continuamente.

Lo dicho nos lleva al problema de siempre, ¿cómo orientarnos en esta maraña de información?, ¿cómo distinguir lo verdadero de lo falso? Casi nunca tendremos una seguridad absoluta, pero una persona bien formada e informada tendrá más posibilidades de separar la paja del trigo. Esas cualidades no se adquieren en una semana; sin embargo, el solo hecho de saber que uno tiene un problema es un buen comienzo para que no nos pase lo mismo que a quien puso ese letrero absurdo.