Secciones

Boric y seguridad: "Tenemos un debate muy en la élite"

MESA SECTORIAL. Evópoli señaló que "no nos podemos sentar a la mesa si además se imponen estos indultos que eran una provocación".
E-mail Compartir

El Presidente Gabriel Boric ayer se refirió al futuro de la mesa de seguridad, instancia de la cual se bajó la oposición debido al indulto a 12 condenados tras el 18 de octubre de 2019 y un exfrentista. La UDI señaló esta semana que podría reunirse con el Gobierno siempre que revocara los indultos a quienes cuentan con prontuario previo, pero La Moneda se negó y el Mandatario afirmó ayer que "tenemos un debate que está muy centrado en la élite".

"Pareciera que a la política se le ha olvidado el pueblo, tenemos que conversar mucho más de estas cosas en los territorios y los barrios. Las juntas de vecinos no son solamente la pavimentación de la calle", señaló el Presidente en un encuentro de dirigentes de juntas de vecinos realizado en Estación Mapocho, Santiago.

Boric agregó que los centros comunitarios también son lugares de discusión sobre el bienestar social, pero "hoy tenemos un debate que está muy centrado en la élite respecto si la derecha se sube o se baja de la agenda de seguridad, (...) pero al final se pierde de vista en ese debate que lo que importa son ustedes, los chilenos que están viviendo con miedo en sus barrios. Ese debate es un debate del cual ustedes tienen que ser protagonistas. Lo que les quiero decir es que como Gobierno queremos recuperar ese espacio".

El objetivo es "que ustedes sean protagonistas de la política que estamos haciendo. Que esto no sea solamente una discusión de venir a contarles y hacer un resumen de políticas públicas, un resumen programático. ¿Qué está pensando el pueblo de Chile hoy día?", cuestionó el Mandatario.

"La política no está escuchando a la ciudadanía", destacó Boric, por lo que "necesitamos más organización popular, y les quiero decir y me gustaría que este Gobierno tiene que recuperar esa mística, esa organización tiene que ser con ustedes", señaló a cerca de 400 dirigentes vecinales.

"ningún proyecto de ley"

El jefe de la bancada Evópoli en la Cámara de Diputados, Francisco Undurraga, horas antes dijo en radio Cooperativa que "queremos tener un mejor país y entendemos que la forma es con diálogo", pero "no nos podemos sentar a la mesa si además se imponen estos indultos que, del todo claro para nosotros, eran una provocación".

"Más que volver o no volver a la mesa de seguridad, yo le diría a la ministra (de Interior, Carolina) Tohá que nosotros también estamos preocupados por los proyectos y a la fecha no hemos visto ningún proyecto de ley ingresado ni al Senado ni a la Cámara de Diputados", agregó el legislador, con excepción de la iniciativa de infraestructura crítica -aprobado esta semana-, que "vamos a tramitar a la brevedad en la Cámara y, por cierto, le vamos a dar la tramitación seria que corresponde".

Marcela Peredo Rojas

¿Una reforma constitucional para comenzar de nuevo?

E-mail Compartir

La democracia supone acuerdos que sean para el bien común. Chile vivirá nuevamente un proceso constituyente. Los partidos políticos han suscrito las bases para una nueva Constitución, y sobre esas líneas rojas es que el Congreso aprobó una reforma constitucional que habilita el proceso.

Sin embargo, la pregunta que queda pendiente es cuál es el sentido de las reformas constitucionales. Si la Constitución ha sido reformada, es porque sustantivamente existe un bien, un cambio deseado por los ciudadanos.

Desde esa perspectiva, todas las constituciones tienen un capítulo de enmiendas constitucionales. Normalmente, ese capítulo está al final de la Carta Fundamental y tiene por objeto establecer las reglas del juego para modificar una constitución. Además, las normas de este capítulo deben ser generales, atemporales, hechas para cualquier gobierno, sin sentido contingente. Pero la ley de reforma constitucional contiene nuevamente, al igual que el proceso anterior, fechas exactas que quedarán como normas permanentes, aun cuando al día siguiente en que esa fecha se cumpla esas normas quedarán obsoletas. Un itinerario constitucional no es sinónimo de reforma constitucional, las leyes deben ser abstractas para que puedan ser cumplidas en todo momento, eso por dos razones. Primero, por seguridad jurídica, y segundo por estabilidad política.

En ese sentido, la técnica legislativa ha sido deficiente, porque le da carácter de permanente a algo que es eminentemente transitorio. Así, el legislador ha optado por incluir en disposiciones permanentes, un claro calendario electoral que permite afirmar que el proceso constituyente tendrá tres etapas claves. La primera se refiere a la puesta en marcha del anteproyecto por parte de los expertos. La segunda, sobre la elección de consejeros constitucionales; y la tercera, la votación ciudadana en el plebiscito para aprobar o rechazar la propuesta constitucional.

La primera etapa suponía que la ley fijaría un estándar alto a los expertos que redactarán el anteproyecto de Constitución. Un estándar alto supondría a mi juicio estudios de doctorado en derecho público, porque así como sería extraño que un abogado entrase a operar a un pabellón quirúrgico, también lo sería que alguien sin profundos conocimientos en derecho constitucional participase en este proceso. La ley no fijó ese estándar, será una decisión importante que los partidos políticos deben tomar en conciencia. Respecto de la segunda etapa, la elección implica que a la ciudadanía la Constitución vuelva a importarle, de modo tal que elija a los mejores representantes para la elaboración de la ley fundamental del Estado. La tercera parte es, sin duda, la etapa decisiva y de cierre de este proceso. La soberanía reside en los ciudadanos, y son ellos los que deben decidir si la Constitución es una manera de resolver la crisis que Chile atraviesa respecto de la legitimidad y confianza en las instituciones.

En la tradición angloamericana las Constituciones se entienden como el acuerdo jurídico político que regula a la sociedad democrática. Pero, no se entienden jamás como una cuestión de pura política contingente, que es lo propio del gobierno y del legislador. Las constituciones no son instrumentos de políticas públicas. Así parece que lo reconocieron también los partidos políticos, que en el preámbulo del acuerdo recordaron que junto al proceso constituyente debían seguir las diversas políticas económicas y sociales que Chile necesita. De lo contrario, se podría pensar erróneamente que por cada problema político que el país padezca, se requiere una reforma constitucional al final de la Constitución. Ello es hacer de la Constitución una salida sin retorno a problemas que no son exclusivamente constitucionales en todos los casos.

Un nuevo proceso, una nueva elección supone que la ley de reforma constitucional no sea una ley de reforma electoral, la Constitución es más que eso, y el país merece más que eso.

*Profesora de Derecho Constitucional e Investigadora de POLIS, Observatorio Constitucional de la Universidad de los Andes.