El retorno de lo Político
En diplomacia, el concepto BATNA (Best Alternative to a Negotiated Agreement, la mejor alternativa para un acuerdo negociado) representa un buen lugar para entender la negociación por el nuevo proceso constituyente que hicieron 15 partidos políticos y siete movimientos aspirantes a institucionalizarse en la política ('religiones seculares', Hans Kelsen, 1932), y luego de 100 días de eternas negociaciones. Lo que se logró es lo mejor que pudo conseguir el gobierno de turno y la viudez del Apruebo. Como dice la canción de Franco de Vita, "si el viento hoy sopla a tu favor, yo no te guardaré rencor, claro que se perder, no será la primera vez" (Un buen perdedor, 1984). Los números dictaron su sentencia y el 38% del Apruebo más el 31% de aprobación presidencial (Cadem, 11/12/2022) fueron las magras condiciones del pacto. La política finalmente es fría y pragmática y no da espacio para equivocaciones, malas lecturas o emocionalidad 'sensibilizona' barata.
Es importante reconocer que es el segundo gran acuerdo político luego del Estallido Social, el primero fue el gran Acuerdo por la Paz y Nueva Constitución (15/11/2019); y a ojos del mundo, Chile tiene la capacidad de resolver sus crisis internas por vía republicana y a través de procesos democráticos. Sin embargo, el retorno de lo político implica que hemos vuelto al Chile de siempre. El proceso convencional anterior fue una ilusa utopía fallida sobre un país más cohesionado y equitativo socialmente en todo ámbito del quehacer humano. Este nuevo proceso pone en discusión un reajuste de fuerzas con primacía en los partidos políticos tradicionales y el Parlamento, un 'clasismo' de conocimiento dado por el Comité de Expertos/as, y una remirada a una democracia conservadora dado los límites valóricos que se escuchan en la opinión pública. Es válido preguntarnos si modelos socio-económicos neoliberales son la base perfecta para este tipo de 'democracias cartuchas' como se ve en Corea del Sur. La respuesta de seguro es SI. El capitalismo no gusta de lo no convencional.
Esta última lectura es simplista, pensando que hay estudios que plantean que democracias más abiertas y progresistas provocan un mayor interés por los tratados de libre comercio, inclusive en los sindicatos laborales (Adam Dean, 2022). En cambio, nosotros/as tenemos un seminario de ex-ministros de Hacienda que dan como señal que el nuevo acuerdo da estabilidad política para invertir en Chile (EMOL, 13/12/2022). Sin duda es así, sin embargo una nueva carta magna debiera hacernos pensar al menos en el sueño de país que queremos y las vertientes de felicidad para conseguirlo, y la inversión de seguro está entre ellas, pero no es lo único.
Desde una lectura al sistema político pareciera ser que volveremos SI o SI al voto obligatorio, al duopolio político que evite los populismo y caudillismos, pero que finalmente fortalezca a los grandes partidos políticos, la revisión de éstos en términos de militancia, la presencia de listas cerradas, y el piso mínimo de sobrevivencia con un 5% de votos en la elección. En resumidas cuentas, la 'tiranía de las mayorías', que es algo lógico en democracias capitalistas de occidente, pero que deja de lado expresiones más contemporáneas de la política o de la Postdemocracia (Colin Cruch, 2000).
La filosofa política francesa Chantal Mouffe en su libro El Retorno de lo Político (2021) plantea justamente lo contrario, que dado las crisis de eficacia y legitimidad que atraviesan las democracias occidentales, el liberalismo en la política ha ido generando estos Frankenstein individualistas que bloquean la especificidad de lo político y que tarde o temprano nos empujarán a gobiernos autocráticos, ineficientes y nefastos como dice un ex ayudante (Sebastián Castillo). La política no es sólo confrontación y negociación (Carl Schmitt, El Concepto de lo Político, 1932), la política es el arte del diálogo (Hannah Arendt, ¿Qué es la Política?, 1993) y de la gobernanza de los antagonismos, las divergencias, las identidades políticas.
Finalmente, el retorno a lo político es un des-retorno. La obsesión por resaltar la figura del ex-Presidente Patricio Aylwin, o la angustia de contar con ex- mandatarios/as en el nuevo proceso constitucional es no querer dejar el pasado atrás. Hemos madurado muy poco como país para no querer soltar los 30 años. El 'apego político' es peligroso, o tal vez como dice el historiador rumano Mircea Eliade (1949), vivimos en el mito del eterno retorno.
Crisis económica y obcecación política
Llevamos varios meses con Imacec negativos y lo que está por venir podría ser peor, pues se proyecta que la caída económica se prolongará durante gran parte de 2023. Si bien nuestro país mantiene ciertas rigideces estructurales que no ayudan a impulsar el crecimiento en el largo plazo - como son los costos asociados a la contratación de trabajadores -, ?la actual ralentización de la economía debe explicarse más bien por motivos coyunturales y políticos, entre los cuales están:
1. El término del ciclo de inversión en minería y construcción, cuyos mayores efectos se vienen sintiendo desde principios de año. La reforma tributaria que el gobierno propone, agregará gravámenes adicionales a industrias que ya han ido perdiendo competitividad por los altos costos energéticos, entre otros. Soy un convencido que aumentos sustanciales en los impuestos no producen efectos positivos.?Pareciera que hay un inmenso deseo de emular la desafortunada experiencia de naciones europeas que sobrecargaron al sector privado con impuestos, principalmente entre 1960 y 1980, y que luego tuvieron que echar marcha atrás para hacer crecer sus alicaídas economías.?En nuestro caso, creo que estaríamos frente a una importante dosis de obcecación política si pensamos que con mayores tributos el país logrará crecer más. Lo que sí podría crecer substancialmente es el gasto fiscal, el que por regla general es ineficiente y frecuentemente mal "direccionado".
2. La recuperación de la economía estadounidense ha sido lenta, aunque los costos de los combustibles han venido bajando lo cual representa un cierto alivio para el sector productivo. Sin embargo, en nuestro caso las continuas alzas en el costo de la energía y otros insumos impactaron negativamente al mercado nacional. El peso chileno estuvo sobrevaluado durante mucho tiempo, pero ahora con su fuerte depreciación y un dólar? disparado, era predecible que íbamos a tener mayor inflación y menores niveles de consumo de bienes y servicios. La caída del gasto de los consumidores se viene produciendo desde inicios de este año, y aún no ha tocado fondo; el desempleo tampoco.
3. El alto grado de incertidumbre que rodea las distintas reformas que se han anunciado, representa un impedimento para la inversión privada y el empleo.?El hecho de intentar realizar muchos cambios profundos a la vez - a los tributos, las pensiones, la salud, los siempre controvertidos temas de género, y por cierto la Constitución -, produce un ambiente confrontacional permanente que cohíbe el accionar de los empresarios y de las personas. El nulo o negativo crecimiento que ha mantenido la economía chilena en los últimos meses se refleja también en una caída en la generación de diversos tipos de empleos, muchos de los cuales se crearon con gran dinamismo durante la administración del presidente Sebastián Piñera.
Es difícil que esta situación se revierta en el corto o mediano plazo, pues la agenda política del gobierno?- que ha tenido un efecto significativo en el ahondamiento de la crisis económica actual -, no aparenta querer emigrar hacia un derrotero más positivo. Desde un punto de vista macroeconómico, las altas tasas de interés del Banco Central están reduciendo la oferta de créditos comerciales y de consumo, lo cual podría comenzar a reducir el impacto de la inflación en el mediano plazo. Sin embargo, al bajar el gasto en consumo privado también se reduce el crecimiento económico asociado, y sigue estando presente el fantasma de la recesión.
Si el país continúa atravesado por un conjunto de reformas que producen todo tipo de resquemores, el termómetro de la economía continuará marcando una fiebre alta y preocupante.
Dra. Francis Espinoza F.
José Miguel Serrano
Opinión
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El retorno a lo político es un des-retorno. La obsesión por resaltar la figura del ex-Presidente Patricio Aylwin, o la angustia de contar con ex- mandatarios/as en el nuevo proceso constitucional es no querer dejar el pasado atrás.
Desde un punto de vista macroeconómico, las altas tasas de interés del Banco Central están reduciendo la oferta de créditos comerciales y de consumo, lo cual podría comenzar a reducir el impacto de la inflación en el mediano plazo.
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Académica UCN
Economista Universidad de Columbia