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Más ciencia para los Niños

"Las ciencias experimentales permiten confrontar a los estudiantes con la realidad y la experiencia". Rubén Rojo Maturana, Director gerente de CICITEM Antofagasta
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Los niños viven en un mundo donde la tecnología está en todas partes. Algunos de ellos ya están conectados. Sin embargo, esta conexión, y dictadura de las pantallas, ha sido estudiada y puede ser perjudicial para el desarrollo. Por lo tanto, es esencial mostrarles que la ciencia y la experimentación son más emocionantes que deslizar el dedo en una pantalla táctil.

La ciencia es el pariente pobre de la educación de la primera infancia. Los padres a menudo tienen miedo de aburrir a los niños con complejidades científicas. Desagradable, empírica y, en última instancia, lejos de la vida de los niños y sus ensueños, la ciencia ha sido olvidada durante mucho tiempo. Sin embargo, los precursores han logrado transponer las diferentes ciencias, al mundo de los niños. La curiosidad de ellos es infinita y no hay razón para privarlos del conocimiento. La dificultad era encontrar la pedagogía y las herramientas para que su curiosidad pudiera florecer. Finalmente, podemos preguntarnos de qué sirve enseñar ciencia a niños que apenas saben escribir y sobre todo cómo hacerlo. Los niños quieren saber; esta es probablemente la razón más simple y obvia. Las miles de preguntas que son capaces de hacer son la expresión de esta necesidad de entender cómo funciona el mundo. Por lo tanto, la ciencia tiene su razón de ser, porque si no es ella la que responde a sus preguntas, será la televisión, Internet o los discursos más o menos oscurantistas. Por lo tanto, el conocimiento es esencial para crear cerebros curiosos y llevarlos más lejos en la reflexión. La dificultad es obviamente no noquearlos con conocimiento académico.

Los niños deben adquirir una representación eficiente de la realidad y de la vida. Las ciencias experimentales permiten confrontar a los estudiantes con la realidad y la experiencia. Es una forma de que aprendan a distinguir el mundo real y el mundo imaginario.

El trabajo científico permite llevar a cabo experimentos en pequeños grupos. Por lo tanto, los niños aprenden el trabajo en equipo y las reglas de sociabilidad que se requieren en un grupo de trabajo. Aprender la comunicación oral, compartir información para un objetivo común teniendo en cuenta las opiniones contrarias son habilidades que se combinan con el descubrimiento científico puro.

Este es un factor que a menudo se olvida cuando pensamos en ciencia, creatividad. Para entender, para establecer un experimento, es necesario asir los resultados. Lo mismo ocurre con inventar circuitos, protocolos y pensar de antemano sobre lo que puede producir, por ejemplo, un experimento químico. En retrospectiva, nos damos cuenta de que los niños son muy creativos, cada nuevo paso en el conocimiento científico plantea un enigma que habrá que resolver. Es un juego sin fin, un placer intelectual continuo. Así, poco a poco, el niño se anticipa cada vez mejor a los fenómenos de su entorno y se vuelve cada vez más íntegro.

De la nueva política y de la dura realidad

Desde fuera todo parece fácil de operar, de resolver y se critica al que en ese momento no lo hace. Pero cuando se llega a esa situación, no es tan sencillo como se veía. "Otra cosa es con guitarra", como lo reconoció el Presidente es el fiel reflejo de que debemos ser cautelosos en lo que opinamos, porque el aterrizaje de la realidad puede ser tortuoso.
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La soberbia es mala consejera, se decía antaño para que las personas trataran de alejarla de sus actos a sabiendas que es imposible sostenerla en el largo plazo. Algo de aquello es lo que demostraban antes de ser gobierno muchos dirigentes de los partidos del Frente Amplio y nuevo socialismo, quienes criticaban desde su vereda las malas prácticas de la clase política, el compadrazgo, el "amiguismo", el cuoteo y los premios de consuelo.

Si a ello sumamos visiones idealizadas de los problemas del país y cómo resolverlos coincidiremos que al llegar al gobierno les ha costado mantenerse en los márgenes que ellos mismos han llamado "nueva política".

Porque "otra cosa es con guitarra", como lo reconoció el mismo Presidente Gabriel Boric, es el fiel reflejo de que debemos ser cauteloso en lo que opinamos, porque "a la vuelta de la esquina" podríamos ser aterrizados por la cruda realidad.

Este gobierno, -y es bueno que así suceda-, no ha tenido escrúpulos para retractarse y enmendar el rumbo cuando correspondía, incluso contra la oposición de varios líderes de su sector. Eso no resta que algunos hechos definitivamente no tienen nada que ver con el discurso que levantaron y que hablaba de un nuevo modo de hacer política, tal vez amparados en el rechazo a esta casta que impera en la ciudadanía.

La verdad es que de nuevo solo rostros y juventud. El resto es muy similar, por no decir igual, a lo que conocíamos de anteriores gobiernos.

Han existido claros episodios en que se ha notado que han debido recurrir al "amiguismo" en la designación de cargos. Y eso no tiene que ver con las competencias que pueden ser válidas o no, pero que sin ser amigos de la autoridad les hubiera costado trabajo llegar a ese puesto. El botón de muestra está en varias embajadas.

Y los premios de consuelo también están. Los exconstituyentes en el aparataje estatal son el más claro ejemplo, si queremos dejar de lado a Beatriz Sánchez y su designación de embajadora en México.

Y así se puede seguir sumando hasta llegar al "otra cosa es con guitarra" que hace una autocrítica a lo que veían y a lo que hoy ven. Los problemas del país son más de fondo como en La Araucanía (Wallmapu, al principio y hoy corregido), con la delincuencia y la migración descontrolada.

"El hombre es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras". ( Aristóteles).

El abandono de los espacios públicos

"El abandono de los espacios públicos es evidente, pero aún estamos a tiempo de rescatar a nuestra "Perla", esa que lamentablemente aún no brilla". Pedro Araya Guerrero, Senador Región Antofagasta
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Prometía un mejoramiento de los juegos, las graderías y el entorno, así como las multicanchas. Me refiero al proyecto de remodelación del parque Los Pinares, emplazado en el sector norte de Antofagasta, una obra que involucraba más de 300 millones de pesos y cuya ejecución- se suponía- iniciaba el año pasado. Sin embargo, estamos culminando el 2022 y solo nos quedamos con un panorama desolador, pequeños cerros de tierra, oxido y un evidente deterioro del sitio, en cuestión, dan cuenta de lo expuesto.

Pero no nos quedemos solo en ese punto, avancemos un poco más, casi llegando al centro de la ciudad. Nos topamos con el Vívero Municipal, un espacio que podría ser un gran pulmón verde para las familias, pero que, desde hace años, ha observado solo la burocracia del sistema y de algunas ex y actuales autoridades. En 2016, se habían destinado cerca de 5 mil millones de pesos para la reposición de este lugar, pero nada de eso ocurrió. Hoy, nos encontramos con portones cerrados, que mantienen en el más absoluto misterio lo que ahí prevalece.

Sigamos la ruta. Bajemos unos metros para encontrarnos con el skate park Pablo Neruda, un espacio, cuya inversión alcanzó los 400 millones de pesos, en el que se intervinieron 3 mil metros cuadrados aproximados, comprendía un área hormigonada y un sector denominado "Street", circundados por un cierre perimetral que, se suponía, aseguraba la mantención y correcto uso de la obra. Por estos días, a más de 10 años desde su inauguración, hemos sido testigos, en oportunidades, de personas pernoctando, acumulación de basura y un deterioro evidente de la infraestructura.

Otro es el espacio en el parque Los Eventos, cuyo rostro, en la actualidad, evidencia unos pilares amarillos, algunos juegos y máquinas de ejercicio, pero con muy poco de mantención, para qué hablar de las áreas verdes o la escasez de sombra para las y los visitantes. Pero no todo se concentra aquí, más al sur, la cancha de rugby de Las Almejas clama a gritos una intervención. En 2021, el sitio cerró sus puertas para las y los deportistas y hoy solo vemos abandono y deterioro. Así, podría seguir escribiendo esta columna de opinión, enumerando más lugares de la ciudad que piden ser recuperados.

De mi parte, siempre encontrarán un aliado para realizar gestiones o apoyar aquellas iniciativas que vayan en directo beneficio de las y los habitantes de las distintas comunas de la Región de Antofagasta, pero se requiere que también las autoridades competentes de la administración de las ciudades hagan su trabajo, no deben olvidar para lo que fueron mandatados por ley. El abandono de los espacios públicos es evidente, pero aún estamos a tiempo de rescatar a nuestra "Perla", esa que lamentablemente aún no brilla.