Denuncian arriendo y mal uso de locales entregados en concesión en Plaza Sotomayor
CIUDAD. Módulos que el municipio traspasó a artesanos del sector, hoy se estarían arrendando a ambulantes para usar como bodegas. Según algunas denuncias, también se cometerían delitos.
El mayor resguardo policial implementado por las autoridades y fuerzas policiales en la zona céntrica de la ciudad de Antofagasta, que se ha intensificado con continuas rondas preventivas en las últimas semanas, enfrenta como uno de sus principales retos contener las frecuentes incivilidades y hechos delictuales ocurridos en la plaza Sotomayor.
Un sector de la ciudad, que según residentes y comerciantes establecidos de la zona céntrica, se ha posicionado como una reconocida "zona roja" por la creciente inseguridad del lugar. A esta condición contribuirían los módulos habilitados tras la remodelación de la Plaza Sotomayor, ubicados en el segundo nivel de esta explanada y próximos a las calles Uribe y Maipú. Según un comunicado de la Municipalidad de Antofagasta, en noviembre de 2018 se formalizó la entrega de estos locales a 24 artesanos del sector para contribuir a regularizar el comercio ambulante y otorgar un espacio fijo y a resguardo para que continuaran su labor.
Sin embargo, ninguno de estos espacios cumple esta función, comentan comerciantes establecidos próximos al Mercado Central de la ciudad. "Los locales que están alrededor de la plaza del mercado, son locales de la municipalidad, son bienes fiscales. Son locales que se habilitaron para instalar a los artesanos ambulantes del sector, como un beneficio pero en calidad de concesión. El problema es que debido a la falta de fiscalización de los bienes municipales, los ambulantes que estaban en las calles comenzaron a arrendar estos locales y al final el beneficiario con bienes fiscales se convirtió en rentista; como un pseudo propietario. Según hemos sabido, en algunos casos los arriendan entre $400 mil a $500 mil, lo que representa un mal uso de este beneficio. Si no los usan es porque no los necesitan y debería cambiarse el beneficiario. Esto es un abuso, porque casi todos lo hacen, menos dos locales", explica Pablo Castillo, empresario de la zona céntrica de la ciudad, quien representa a más de 200 comerciantes establecidos del sector.
"En toda esta dinámica la misma Municipalidad construyó un segundo piso que colinda con Matta con Uribe, donde está la palabra Dignidad. Ese segundo piso se entregó a otros beneficiarios a quienes no les gustó el espacio. Por lo que no los están ocupando y también los están subarrendando; pero en esta ampliación se da un caso más aberrante todavía. Los arriendan, pero no a otros artesanos; se están arrendando como espacio para ejercer la prostitución en la noche, por horas como un motel. Adentro también venden drogas y los están arrendando además como bodegas para los mismos ambulantes. También los ocupan como dormitorio, pero todo es rentado; todo lo arriendan", agrega Castillo. De acuerdo a datos del municipio de Antofagasta de 2018, para la construcción de 24 locales del segundo nivel de la Plaza Sotomayor se destinaron $134 millones. Un diseño, que consideró espacios denominados como A y B, emplazados en ala norte y sur de la explanada. El diseño consideró rampas de acceso universal y bancas como mobiliario público, como parte de un diseño que se esperaba contribuyera a potenciar la imagen turística de la ciudad.
Inseguridad en sector
El cuadrante en que se ubica la Plaza Sotomayor se ha situado como una zona de frecuentes hechos delictivos. También de violentas riñas callejeras que usuarios de redes sociales han difundido en distintas plataformas.
Antonio Sánchez, presidente de la Cámara de Comercio de Antofagasta, coincide con el alto nivel de inseguridad en el sector debido al que contribuiría el mal empleo de estos módulos traspasados en concesión durante el período de la exalcaldesa Karen Rojo. Según han reconocido administradores de pequeñas y medianas empresas del sector, a diario la comercialización de drogas resulta habitual tras estos módulos.
Al mediodía de este jueves, en tanto, podía advertirse en el sector una pareja de carabineros que resguardaba un área próxima a estos locales comerciales. La mayoría de estos recintos permanecían cerrados, salvo tres que mantenían sus cortinas de cierre a medio abrir. Fuera de unos de estos locales, se observaba un carro de supermercado y una especie de toldo plegado.
Escasa visión de locales
Para Sánchez, como representante del gremio del comercio en Antofagasta, las autoridades deben regularizar el correcto uso de estos espacios públicos. "Ese segundo piso que se construyó en la plaza Sotomayor, sobre los locales que estaban en el diseño original de la plaza, supuestamente se iban a entregar como locales para que trabajaran los artesanos que estaban en la vía pública en calle Matta. Según lo que con el tiempo hemos ido recabando, y en conversaciones con ellos mismos, nunca se les consultó ni hubo una reunión para preguntarles si estaban de acuerdo para trasladarse a ese lugar. Además, consideran que la ubicación no es buena porque como miran hacia el sector del mercado, la gente no los ve ni la gente transita por allí, a lo que se agrega que cuentan con escaleras, y los que trabajamos en el comercio sabemos que cuando hay escaleras, que no son mecánicas, la gente no sube, aunque sean dos o tres peldaños ", afirma.
"Entonces, lo que sucede ahora, es que todos esos locales comerciales están siendo usados como bodegas para los mismos comerciantes ambulantes que están en las calles. Sabemos además que están siendo arrendados, por lo que transformaron a las personas que eran beneficiarios y comerciantes en rentistas con un bien público, al considerar que es un local que pertenece al municipio. O los usan ellos mismos, a los beneficiarios que se les entregó, los utilizan como bodega y continúan trabajando en la calle. Estos espacios no están siendo utilizados para el fin que fueron diseñados. Debido a esto, algunos de estos locales están siendo utilizados para guardar droga que comercializan en el mismo sector. Además, al haber elevado la altura de ese sector de la plaza se facilita el que se cometan delitos y se trafique droga detrás de estos locales, porque no quedan a la vista. Además si se agrega lo que argumentaban los comerciantes que manifestaban su disconformidad con estos módulos, por no haber mayor tránsito de personas y por la dificultad de visión de estos locales, se facilita la comisión de delitos en la plaza", agrega Sánchez.