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La olvidada arquitecta de los viajes rusos al espacio

"Mi vida bajo las estrellas" (Sa Cabana) es la autobiografía de la pionera del diseño aeroespacial Galina Balashova. El libro, lleno de imágenes reveladoras, fue traducido al español, por primera vez en Chile.
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El espacio exterior era la última frontera. Durante gran parte del siglo XX las dos potencias mundiales de ese entonces, Estados Unidos y la Unión Soviética, debatieron su hegemonía con expediciones cada vez más arriesgadas.

El desaparecido imperio soviético contó entre sus talentos a Galina Balashova (1930), quien durante 28 años fue la pionera del diseño aeroespacial.

"Mi vida bajo las estrellas" (de la editorial chilena Sa Cabana) es la primera traducción al español de la autobiografía primero publicada en inglés, editada por el arquitecto Philip Mauser, quien además escribió un prólogo y una cronología de la vida de Balashova.

En ese prólogo, Mauser anotó que "más allá del diseño interior, el ámbito de Galina Balashova también incluía el mobiliario. Ella diseñó un amplio rango de muebles para el área de esparcimiento de los cosmonautas. (…) Muchas de sus ideas nunca fueron más allá de la etapa de las vibrantes acuarelas y quedaron guardadas en algún cajón. Sin embargo, otros de sus diseños y conceptos de color continúan influyendo en el viaje espacial de la actual Rusia".

Cómo hacerse oír

"Mi vida bajo las estrellas" se divide en capítulos que reconstruyen distintas etapas de la vida de Galina Balashova. La primera es su infancia y formación. La segunda corresponde a la arquitectura en órbita. La tercera relata su trabajo de diseño en otros detalles, como las medallas que llevaron los astronautas soviéticos y norteamericanos que realizaron una misión conjunta en 1975.

El libro cuenta con muchas imágenes, que pertenecen a los acervos espaciales de las potencias, a la vez de las imágenes de Mauser en la intimidad de este trabajo autobiográfico. Este libro fue editado en Chile por dos personas: Christian Fierro (arquitecto chileno especializado en edición de proyectos arquitectónicos) y Julio Carballo-Bello (astrónomo español radicado en Chile, dedicado a la arqueología galáctica).

Para Carballo-Bello, uno de los méritos de la autora de "Mi vida bajo las estrellas" es que "ella se desenvolvió en un ambiente totalmente de hombres. No sólo en esa época, sino también en los ambientes de la arquitectura, la ingeniería, el programa espacial soviético. Para Galina debió ser un esfuerzo descomunal hacerse oír entre ellos. En el libro habla de los encontronazos que va teniendo en el camino".

Añade que "ella no es sólo una mujer pionera en el área, sino que es la única persona pionera en el área. Tuvo que empezar a descubrir cosas que no estaban definidas, porque nadie se imaginó vivir en un mundo sin gravedad. Son cuestiones que no son sólo parte del arte, arquitectura y diseño de mobiliario, sino también de la psicología. Ella tuvo que inventar esa interdisciplina. En sus notas relata cómo tuvo que crear una paleta de colores, para cuando estuvieran en gravedad cero los astronautas, pudieran entender que hay un arriba y un abajo".

Galina no siempre contó con el reconocimiento que merece. Uno de los méritos de "Mi vida bajo las estrellas" es que es su propia voz la que cuenta su historia. En esta, su primera versión en español, Fierro dispuso en fragmentos el texto para dar paso a la muestra visual de su trabajo en cada uno de los capítulos mencionados.

Parte del retraso en su reconocimiento (hay una lista de exposiciones al final del libro, entre 1998 y 2015), está asociado a las razones del secreto del estado soviético.

"La invisibilizaron, perdió los derechos durante mucho tiempo. Nunca apareció ella como autora hasta muy tarde. El reconocimiento no es solo por fama, sino por demostrar que hubo una persona detrás de su trabajo. Cuando recuperó los derechos de reproducción de su obra, comenzó a hacer exposiciones", apunta Christian Fierro.

Carballo-Bello, consultado por el reconocimiento de la rusa, responde: "No se levanta desde la astronomía a estas figuras, lamentablemente. Yo no la conocía antes de "Mi vida bajo las estrellas". Se conoce a Gagarin o Amstrong, los "grandes" de la exploración, pero a ella no".

Christian Fierro agrega: "Yo la conocí haciendo este libro. Uno empieza a ver su trabajo, es maravilloso. Cada persona que se encuentra con el libro descubre a Galina en profundidad".

Diseño vigente

Le pedimos a Carballo-Bello y a Fierro que escogieran, entre el alucinante mundo creativo de Galina, sus obras favoritas. El primero destaca que "estuvo super implicada en las grandes misiones espaciales, se hizo presente en la creación de algunos emblemas cuando la Unión Soviética colaboraba con Estados Unidos. A pesar de la Guerra Fría el espacio era un lugar de paz".

El astrónomo se conmueve especialmente con "la serie de acuarelas que hizo para que viajaran en esas naves. Las acuarelas iban a bordo de módulos que después se desintegraban al entrar en la atmósfera. Eran paisajes de Rusia, un arte efímero".

Fierro, en tanto, elige el módulo habitacional de la nave Soyus, que fue creado en 1963 y que se ocupa hasta la actualidad.

El arquitecto relata que "la NASA arrendó cápsulas Soyus a los rusos, porque no había un medio más eficaz que este para volar el espacio. Algo imaginado en los sesenta se sigue ocupando hasta hoy. Es una obra de ingeniería, pero ella tuvo que darle la forma. Que perdiera peso para que fuera más eficiente, gastar menos tiempo, menos energía. Todo eso parece que la ingeniería sabe resolverlo, pero solo Galina lo hizo habitable". Para este avance, cuenta Galina en su autobiografía, "sólo necesité un fin de semana para producir el módulo habitacional".

En otro capítulo la propia Galina añade este comentario: "Siempre me interesé por la opinión de los cosmonautas y, si era posible, les preguntaba acerca del mobiliario y su funcionalidad después de cada viaje espacial".

gALINA BALASHOVA, ARQUITECTA DEL PROGRAMA ESPACIAL SOVIÉTICO, TUVO QUE ESPERAR VARIOS AÑOS PARA RECUPERAR LOS DERECHOS INTELECTUALES DE SUS CREACIONES.


"Mi vida bajo las estrellas"

Galina Balashova.

Editorial Sa Cabana

112 páginas

$24 mil

Por Cristóbal Gaete

archivo personal

La olvidada arquitecta de los viajes rusos al espacio

"Mi vida bajo las estrellas" (Sa Cabana) es la autobiografía de la pionera del diseño aeroespacial Galina Balashova. El libro, lleno de imágenes reveladoras, fue traducido al español, por primera vez en Chile.
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El espacio exterior era la última frontera. Durante gran parte del siglo XX las dos potencias mundiales de ese entonces, Estados Unidos y la Unión Soviética, debatieron su hegemonía con expediciones cada vez más arriesgadas.

El desaparecido imperio soviético contó entre sus talentos a Galina Balashova (1930), quien durante 28 años fue la pionera del diseño aeroespacial.

"Mi vida bajo las estrellas" (de la editorial chilena Sa Cabana) es la primera traducción al español de la autobiografía primero publicada en inglés, editada por el arquitecto Philip Mauser, quien además escribió un prólogo y una cronología de la vida de Balashova.

En ese prólogo, Mauser anotó que "más allá del diseño interior, el ámbito de Galina Balashova también incluía el mobiliario. Ella diseñó un amplio rango de muebles para el área de esparcimiento de los cosmonautas. (…) Muchas de sus ideas nunca fueron más allá de la etapa de las vibrantes acuarelas y quedaron guardadas en algún cajón. Sin embargo, otros de sus diseños y conceptos de color continúan influyendo en el viaje espacial de la actual Rusia".

Cómo hacerse oír

"Mi vida bajo las estrellas" se divide en capítulos que reconstruyen distintas etapas de la vida de Galina Balashova. La primera es su infancia y formación. La segunda corresponde a la arquitectura en órbita. La tercera relata su trabajo de diseño en otros detalles, como las medallas que llevaron los astronautas soviéticos y norteamericanos que realizaron una misión conjunta en 1975.

El libro cuenta con muchas imágenes, que pertenecen a los acervos espaciales de las potencias, a la vez de las imágenes de Mauser en la intimidad de este trabajo autobiográfico. Este libro fue editado en Chile por dos personas: Christian Fierro (arquitecto chileno especializado en edición de proyectos arquitectónicos) y Julio Carballo-Bello (astrónomo español radicado en Chile, dedicado a la arqueología galáctica).

Para Carballo-Bello, uno de los méritos de la autora de "Mi vida bajo las estrellas" es que "ella se desenvolvió en un ambiente totalmente de hombres. No sólo en esa época, sino también en los ambientes de la arquitectura, la ingeniería, el programa espacial soviético. Para Galina debió ser un esfuerzo descomunal hacerse oír entre ellos. En el libro habla de los encontronazos que va teniendo en el camino".

Añade que "ella no es sólo una mujer pionera en el área, sino que es la única persona pionera en el área. Tuvo que empezar a descubrir cosas que no estaban definidas, porque nadie se imaginó vivir en un mundo sin gravedad. Son cuestiones que no son sólo parte del arte, arquitectura y diseño de mobiliario, sino también de la psicología. Ella tuvo que inventar esa interdisciplina. En sus notas relata cómo tuvo que crear una paleta de colores, para cuando estuvieran en gravedad cero los astronautas, pudieran entender que hay un arriba y un abajo".

Galina no siempre contó con el reconocimiento que merece. Uno de los méritos de "Mi vida bajo las estrellas" es que es su propia voz la que cuenta su historia. En esta, su primera versión en español, Fierro dispuso en fragmentos el texto para dar paso a la muestra visual de su trabajo en cada uno de los capítulos mencionados.

Parte del retraso en su reconocimiento (hay una lista de exposiciones al final del libro, entre 1998 y 2015), está asociado a las razones del secreto del estado soviético.

"La invisibilizaron, perdió los derechos durante mucho tiempo. Nunca apareció ella como autora hasta muy tarde. El reconocimiento no es solo por fama, sino por demostrar que hubo una persona detrás de su trabajo. Cuando recuperó los derechos de reproducción de su obra, comenzó a hacer exposiciones", apunta Christian Fierro.

Carballo-Bello, consultado por el reconocimiento de la rusa, responde: "No se levanta desde la astronomía a estas figuras, lamentablemente. Yo no la conocía antes de "Mi vida bajo las estrellas". Se conoce a Gagarin o Amstrong, los "grandes" de la exploración, pero a ella no".

Christian Fierro agrega: "Yo la conocí haciendo este libro. Uno empieza a ver su trabajo, es maravilloso. Cada persona que se encuentra con el libro descubre a Galina en profundidad".

Diseño vigente

Le pedimos a Carballo-Bello y a Fierro que escogieran, entre el alucinante mundo creativo de Galina, sus obras favoritas. El primero destaca que "estuvo super implicada en las grandes misiones espaciales, se hizo presente en la creación de algunos emblemas cuando la Unión Soviética colaboraba con Estados Unidos. A pesar de la Guerra Fría el espacio era un lugar de paz".

El astrónomo se conmueve especialmente con "la serie de acuarelas que hizo para que viajaran en esas naves. Las acuarelas iban a bordo de módulos que después se desintegraban al entrar en la atmósfera. Eran paisajes de Rusia, un arte efímero".

Fierro, en tanto, elige el módulo habitacional de la nave Soyus, que fue creado en 1963 y que se ocupa hasta la actualidad.

El arquitecto relata que "la NASA arrendó cápsulas Soyus a los rusos, porque no había un medio más eficaz que este para volar el espacio. Algo imaginado en los sesenta se sigue ocupando hasta hoy. Es una obra de ingeniería, pero ella tuvo que darle la forma. Que perdiera peso para que fuera más eficiente, gastar menos tiempo, menos energía. Todo eso parece que la ingeniería sabe resolverlo, pero solo Galina lo hizo habitable". Para este avance, cuenta Galina en su autobiografía, "sólo necesité un fin de semana para producir el módulo habitacional".

En otro capítulo la propia Galina añade este comentario: "Siempre me interesé por la opinión de los cosmonautas y, si era posible, les preguntaba acerca del mobiliario y su funcionalidad después de cada viaje espacial".

gALINA BALASHOVA, ARQUITECTA DEL PROGRAMA ESPACIAL SOVIÉTICO, TUVO QUE ESPERAR VARIOS AÑOS PARA RECUPERAR LOS DERECHOS INTELECTUALES DE SUS CREACIONES.


"Mi vida bajo las estrellas"

Galina Balashova.

Editorial Sa Cabana

112 páginas

$24 mil

Por Cristóbal Gaete

archivo personal