Correo
Una diplomacia vulgar
Más allá de rebuscadas expresiones retóricas y sofísticas, para cualquier persona normal y decente resulta chocante e inaceptable que un embajador de Chile se permita la desfachatez de hablar mal de su país y de muchos de sus dirigentes ante el que lo acoge. Semejante sujeto es más bien una especie curiosa de antiembajador, que agravia la dignidad del cargo y defrauda a sus connacionales.
Si a lo anterior se agrega que este mismo representante diplomático chileno incurre en la infinita frivolidad de publicar fotos que lo muestran en actitud suficiente y sicalíptica, con las que además denigra la condición de la mujer que se supone que él mismo defiende, claramente un Mandatario como los que en el pasado han caracterizado y distinguido a nuestro querido país, no habría vacilado ni un momento en pedirle que abandone el cargo.
De hecho, en el segundo gobierno de la señora Bachelet, por mucho menos fue separado de su cargo de embajador de Chile en Uruguay un reputado abogado comunista, que incluso se disculpó públicamente por dichos suyos que merecieron reparos.
El caso actual no solo es reprochable por llevar trazas de vulgaridad al ámbito diplomático, sino también porque si se tiene en cuenta que este señor cobra mensualmente más de $ 11 millones que pagamos todos nosotros, los ciudadanos comunes y corrientes, sus actuaciones entonces adquieren connotaciones profundamente ofensivas, rayanas con la inmoralidad.
Gustavo Adolfo Cárdenas Ortega
Proceso constitucional I
Los chilenos no queremos otras constituciones, ni convencionales, ni expertos, ni plebiscitos. Queremos que nos resuelvan nuestro diario calvario de precariedad y seguridad y que el Presidente, sus ministros, parlamentarios y políticos trabajen para aliviar nuestras debilidades y sufrimientos.No nos interesa que la actual Constitución sea la de Pinochet o de Lagos. Y si algo beneficioso hay que hacer y choca con esa Constitución, pues son los parlamentarios los llamados a modificarla.
Renzo Follegati Ghio
Proceso constitucional II
¡Y dale con que va a llover! No quedó ninguna duda, las pruebas fueron contundentes, por lo que es incomprensible que muchas personas, entre ellos políticos, sigan insistiendo con volver a tener una Convención Constitucional como la pasada, con los mismos requisitos, la que fracasó y tuvo un costo de 68 mil millones de pesos para los chilenos.
Aprendamos de la experiencia, no nos sobra el dinero, demos vuelta la página, el sistema ocupado fracasó y se debe buscar uno nuevo que tenga como objetivo central redactar una proposición constitucional que represente a los chilenos y que evite contener intereses muy personalistas y grupales que, en general, fueron la gota que rebalsó la paciencia. Hoy, al menos, tomando en cuenta el proceso pasado, se sabe muy bien lo que no debe incluir el nuevo texto constitucional.
Luis Enrique Soler Milla
Etiquetado político
A raíz del reciente triunfo electoral de Giorgia Meloni y la coalición de derecha que lidera en Italia, se me vuelve a presentar la siguiente duda: ¿por qué la prensa nacional e internacional la califica de extrema derecha? Ni los actores políticos se refieren a Gabriel Boric y su gobierno como de extrema izquierda, en circunstancias que llegó al poder apoyado por la coalición integrada por el Partido Comunista y el Frente Amplio, que se ha autodefinido como a la izquierda del PC.
Jorge Bosaans
Una mirada desde la empatía
Nuestro país vive un continuo envejecimiento de la población. En el censo de 2017 se contabilizaron 2.003.256 adultos mayores, lo que correspondía a un 11,4% del total de la población al año mencionado. El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) prevé un importante aumento de este grupo etario para el año 2035, que estaría compuesto por 3.993.821 de adultos, los que equivaldrán al 18,9% de la población.
Según el Servicio Nacional del Adulto Mayor, se considera adulto mayor a toda persona con 60 o más años de edad. Dichas personas se encuentran en un envejecimiento progresivo e irreversible, donde ocurren cambios físicos, psicológicos, sociales y cognitivos.
En las personas mayores existe un impacto en la comunicación, habilidades comunicativas y deglución, que repercuten de forma importante en el entorno familiar. Esto se debe a que el adulto mayor comienza a demandar supervisión y cuidados continuos a medida que evoluciona el proceso de la vejez.
Como sociedad, tengamos una mirada desde la empatía. La vejez es parte del transcurso de la vida, cuidemos a nuestras personas mayores. Recordemos que todos seremos personas mayores.
Catalina Garrido Vergara Académica Fonoaudiología Universidad Andrés Bello