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Día Mundial del Alzheimer

"Se perciben olvidos de situaciones cotidianas ¿Me tome mis medicamentos hoy? ¿Deje las llaves puestas o las guarde en mi cartera? ¿Qué almorcé ayer?". Catalina Garrido Vergara, Académica Fonoaudiología. Universidad Andrés Bello
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Alzheimer establecieron el 21 de septiembre como Día Mundial del Alzheimer. Se calcula que en el mundo más de 35 millones de personas que viven con la enfermedad de Alzheimer, esto sin incluir otros tipos de demencias.

Como sabemos, Chile ha experimentado un progresivo aumento en sus expectativas de vida. De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de estadísticas se estima un importante aumento del grupo etario de personas mayores para el año 2035, que alcanzaría el 18,9% del total de la población chilena.

Se trata de un ciclo de la vida progresivo e irreversible, donde ocurren cambios físicos, psicológicos, sociales y cognitivos, además de diversas enfermedades, como lo es la Enfermedad de Alzheimer.

La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurológico progresivo y degenerativo. Es la causa más común de demencia en personas mayores, genera un deterioro continuo en el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales que afecta la capacidad de una persona para vivir de forma independiente.

Dentro de los principales signo del Alzheimer son pérdidas de memoria temporales, donde se perciben olvidos de situaciones cotidianas ¿Me tome mis medicamentos hoy? ¿Deje las llaves puestas o las guarde en mi cartera? ¿Qué almorcé ayer?

Es de suma importancia que durante el trascurso de la enfermedad de Alzheimer (EA) la persona mayor se encuentre con atención fonoaudiológica debido a que este trastorno degenerativo y progresivo genera dificultades en la deglución, comunicación y cognición.

El rol del profesional fonoaudiólogo en terapia fonoaudiológica de usuarios que padezcan EA, se basa en la estimulación cognitiva, con el fin de aportar en mantener o retrasar de las funciones cognitivas, terapia deglutoria para favorecer una alimentación segura y eficaz, además terapia en el lenguaje para mantener la comunicación del usuario o entregar estrategias donde el usuario siga en contacto con su entorno.

Por eso, la conmemoración del día de la EA debería estaría orientada a que la gran parte de la población de nuestro país conozca la importancia de las diferentes intervenciones que se deben realizar en el trastorno neurodegenerativo y a preparar a la población para tener conductas de prevención.

Una forma de conmemorar esta fecha debiera ser entregar herramientas a las personas mayores y sus familias. Desde la Fonoaudiología se entrega gran importancia a la estimulación de funciones cognitivas, es por lo que, recomiendo a las personas mayores mantenerse activo, recordar historias de su vida, enseñar recetas de cocina a sus familiares, tener actividades con más personas mayores y familiares, jugar cartas, memorice y mantener una conversación activa con su entorno.

Es importante ser empáticos con las personas mayores, ellos nos entregaron múltiples herramientas en el trascurso de la vida. Actualmente no todos los adultos mayores están insertos en las nuevas tecnologías y si no es una opción intégralos a las nuevas formas de comunicar, entremos en su vida y en su forma de comunicar, con el fin de que el transcurso de vida sea satisfactorio para la persona mayor, sus seres queridos y quienes le rodean.

Omeprazol y antiácidos

"Evitar la automedicación es clave para evitar en muchos casos diagnósticos tardíos". Enrique Urra Castro, Docente Carrera de Química y Farmacia Universidad Andrés Bello
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Fármacos como el omeprazol, famotidina o antiácidos, son empleados de manera importante por la población, muchas veces automedicados, para tratar enfermedades como la úlcera gastro-duodenal, cuadros de gastritis, reflujo gastro esofágico, entre otras condiciones.

A pesar de ser fármacos en general con un buen perfil de seguridad, no están exentos de efectos adversos, dentro de los que se pueden destacar, el enmascaramiento de ciertas enfermedades al atenuar síntomas asociados a la hiperacidez. Un ejemplo de lo anterior podría ser el cáncer gástrico, que de no haber sintomatología producto del uso de medicamentos como el omeprazol, por ejemplo, llevaría a retrasar la consulta médica y por ende retrasar el diagnóstico.

Otra complicación asociada al uso de medicamentos que modifican el pH gástrico es el riesgo de desarrollar ciertas infecciones, como es el caso de infección por Clostridium difficile, lo que se puede traducir en el desarrollo de diarrea pseudomembranosa.

Otro aspecto para considerar es que la modificación del pH del estómago puede traer consigo alteraciones en la digestión de alimentos y posterior absorción de nutrientes. En la misma línea, existen algunos medicamentos que para absorberse requieren de un medio ácido, por ende, personas que utilizan medicamentos para tratar otras enfermedades, podrían experimentar una menor absorción de aquellos medicamentos y por tanto un menor efecto.

Es preciso señalar también, que algunos de estos medicamentos pueden provocar hiperacidez de rebote, como ocurre por ejemplo con antiácidos. Esto quiere decir que, tras emplearlos y haber cesado su efecto neutralizante del ácido en el estómago, pueden provocar un aumento en la producción de ácido y reaparecer la sintomatología involucrada, lo que podría llevar a emplear una segunda dosis, y así sucesivamente, cayendo en un círculo vicioso.

Otros efectos adversos descritos con el uso de omeprazol son el desarrollo de cuadros de estreñimiento o diarrea, cefalea, náuseas, flatulencia, dolor abdominal, vómitos, infecciones respiratorias altas, entre otros.

Por su parte, el uso de medicamentos como ranitidina o famotidina se ha asociado al desarrollo de ciertas complicaciones cardiovasculares como arritmias cardiacas, insomnio, cefalea, confusión, agitación, alteraciones sanguíneas, dolor abdominal, náuseas, vómitos, injuria renal, además de otros.

Por lo expuesto, es importante señalar y enfatizar a la población, la necesidad de utilizar de manera racional los medicamentos descritos, los que requieren de una prescripción médica. Evitar la automedicación es clave para evitar en muchos casos diagnósticos tardíos, así como también, consultar con profesionales de la salud idóneos, quienes podrán guiar su tratamiento, evitando y pesquisando tempranamente complicaciones y efectos adversos, que están implícitos al uso de estos medicamentos.

Sin miedo a la velocidad

Hay calles y avenidas de la Región de Antofagasta que se han convertido en una suerte de "pistas de carrera". En general, el conductor en Chile no asocia el peligro con la velocidad a la que guía su vehículo. No existe una percepción de que conducir de una manera imprudente puede terminar en accidentes.
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Un estudio realizado por la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset) y Datavoz, reveló que el 69,4% de los encuestados admitió haber superado alguna vez el límite de velocidad.

La investigación denominada "Percepción de seguridad vial y velocidad" mostró que, en general, el conductor en Chile no asocia el peligro con la velocidad a la que guía su vehículo. En otras palabras, no existe una percepción de que conducir de una manera imprudente y a velocidades no razonables, puede terminar en accidentes que lo afecten tanto a él o ella, como a terceras personas.

Según dieron a conocer los autores de la investigación, la encuesta se realizó a más de mil personas a través de entrevistas telefónicas y sus resultados se presentaron en el marco del Pacto Nacional de Seguridad Vial de Chile, hito convocado por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, en conjunto con la Conaset, para avanzar de manera conjunta en torno a la medida.

Estos resultados son especialmente reveladores para una región como la nuestra, en donde la conducción a exceso de velocidad es una de las faltas de conducta vial más común entre los automovilistas. Prueba de ello son los choques, colisiones y, lamentablemente, atropellos que se registran.

Hay sectores que se han convertido en una suerte de "pistas de carrera", como son algunos tramos de la Costanera y la avenida Pedro Aguirre Cerda en Antofagasta, o el camino a Chiu Chiu y avenida Circunvalación en Calama, por nombrar algunos casos, y que han sido escenario de una serie de accidentes y que, además, están generando intranquilidad en los vecinos.

Dentro de los resultados más relevantes del sondeo destaca la baja percepción de riesgo frente al exceso de velocidad. De acuerdo con la encuesta, si bien solo un 25% de quienes se mueven en vehículos motorizados han sido multados, un 69% cree haber superado el límite de velocidad. A esto se le suma la poca relevancia que se le da como factor de inseguridad: solo el 27% cree que el desconocimiento de los límites de velocidad es peligroso. En cambio, los factores declarados como más influyentes fueron el uso de celular (72,7%) y el consumo de alcohol (52,9%).