Emblemático Caracol se reinventa, diversifica y mantiene vigencia
COMERCIO. Edificio inaugurado en 1983, como un hito en Antofagasta, cuenta con una oferta diferenciada que permita además sortear expansión de ambulantes.
El ambiente "dieciochero" que ornamenta y otorga colorido al tradicional Caracol Centenario de Antofagasta, junto una variada oferta de productos y servicios, surge como reflejo de la perseverancia de locatarios y administración para mantener vigente este recinto inaugurado en 1983 y que ha debido lidiar con los progresivos cambios de la ciudad.
Hoy alegres tonadas y cuecas, que suenan por los altoparlantes del recinto, reciben a los centenares de visitantes que cada jornada acuden a este centro comercial ubicado en el concurrido paseo Prat. "Hemos puesto más banderas, también con un mástil en la entrada, y hace un mes se arregló el letrero de afuera", comenta con orgullo Claudio Carrasco (48), vocero de los más de 70 locatarios del Caracol de Antofagasta.
En medio del proyectado aumento de las ventas del sector comercio por el mes de la patria, los trabajadores de esta galería deben lidiar con la expansión descontrolada de ambulantes. A diario se puede observar como los vendedores callejeros no autorizados se instalan y vocean sus mercancías a lo largo de calle Prat y a pasos del acceso de este centro comercial.
"Hemos pasado por varias crisis. Primero fue la del 91. Después la llegada del retail (grandes tiendas), el estallido social y luego el impacto de la pandemia. Aunque la ventaja del Caracol es la diversificación de productos, que no se encontrarán en el retail. Los locatarios se han enfocado también en traer productos más exclusivos. Por ejemplo, el mismo rubro mío, de pesca y caza, no se va a encontrar en el mall. Hay además una alta diversificación en productos de animación, como también de artículos importados. Creo que eso ha sido la fortaleza para mantenernos vigentes", detalla Carrasco.
El vocero de los locatarios del edificio, quienes forman parte de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) de la ciudad, precisa que entre las cualidades del recinto se puede considerar su infraestructura, que contribuiría a una mayores seguridad para los visitantes. Un objetivo para el que han sumado dos vigilantes que recorren en forma permanente los distintos niveles de este recinto comercial. Sin embargo, Carrasco reconoce que la expansión del comercio informal surge como uno de los grandes inconvenientes que hoy enfrentan.
"Aunque no es lo mismo que vendemos nosotros también quizás atrae a un cliente que pensaba entrar al Caracol a ver algo en específico, pero que encuentra algo similar con los ambulantes. Es una competencia desigual en todo sentido: por pago de arriendos, impuestos y todo lo que implica tener un negocio. Hay una sobrepoblación del comercio ambulantes", agrega Carrasco, quien reconoce que los numerosos locales o mall chinos surgen también como una dura competencia.
Para Antonio Sánchez, presidente de la Cámara de Comercio de Antofagasta, la labor de la administración del Caracol Centenario y de sus locatarios representa un esfuerzo encomiable por mantener la vigencia del recinto. "Ellos están en una lucha por recuperar no solo sus propio negocios, sino que todo el centro de Antofagasta. Porque en la medida que todo el centro de Antofagasta se revitaliza, se revigoriza y recupera nuevos aires, ellos también se verán beneficiados. Están haciendo un esfuerzo que es para felicitarlos, al tratar de levantar nuevamente sus negocios después de la caída que hubo en 2019. Todo el centro de Antofagasta fue duramente golpeado, y desde ahí no ha vuelto a recuperarse en la medida que todos quisiéramos. Esto porque los efectos de la pandemia aún no terminan, pero junto con eso lamentablemente vemos que resurgen nuevos intentos de generar violencia, y todo se concentra principalmente en el centro de Antofagasta".
El presidente de la Cámara de Comercio de Antofagasta ahonda en el impacto de la expansión de ambulantes en este edificio, como en el resto del comercio del sector. "Ha habido una pauperización de toda la zona central. Hoy la vemos nuevamente colmada y repleta de comercio ambulante, lo que va en deterioro directo de los trabajadores del centro comercial Caracol, como también de todos los pequeños comerciantes del sector", precisa Sánchez.
Inicio de operaciones
Pablo Castillo (46), quien integra la red de empresarios y administradores conformada por más de 200 Pymes del centro de la ciudad, detalla que hoy la venta de insumos de telefonía móvil representa un 30% del total de mercancías ofertadas en el Caracol Centenario. Un segmento más limitado para este tipo de accesorios, según comenta, con el objetivo de variar la oferta y atraer a un público familiar. "El Caracol está cambiando para no centrarse en un solo rubro, como es la venta de accesorios de celulares. Hoy hay un mayor de surtido de oferta al cliente, con marcas importantes y productos originales, como una alternativa al mall. Esto es bueno porque la idea que tiene la gente del edificio Caracol es que vuelva a ser lo que fue antes, porque fue un punto de reunión de los jóvenes tanto como de las familias. Incluso muchas parejas se conocieron en el Caracol en la década del 80 y 90". Castillo detalla que el edificio cuenta hoy con una innovadora oferta que incluye desde librerías de mangas, perfumerías, boutiques y accesorios de defensa personal, entre otros.
Sánchez, a su vez, rememora el impacto del inicio de operaciones del Caracol de Antofagasta. "la aparición del Caracol fue todo un hito. La gente hacía filas para usar su escalera mecánica, y luego bajaban corriendo por la escalera para volver a subir. Fue toda una atracción. Lo mismo pasaba con el ascensor; un ascensor vidriado, que se veía hacia la calle. Se armaban filas con gente esperando solo para subir por el ascensor y lo mismo por la escala mecánica, que fue una de las primeras en la ciudad".