Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Actualidad general
  • Opinión
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Espectáculos
  • Contraportada

Espacios "tomados" y convivencia

Todavía existen lugares públicos utilizados por personas en situación de calle o por migrantes en tránsito que generan problemas de convivencia a los que se les debe buscar una solución. Se requiere intentar las veces que sea necesaria hasta encontrar una salida que permita que la ciudad se vea limpia y ordenada, con gente de calle atendida y sin problemas de convivencia.
E-mail Compartir

Hace pocos años nos sorprendíamos con la aparición de las primeras carpas en espacios públicos con personas en situación de calle. Pensábamos que era propio de una situación coyuntural y que con un poco de atención se podría solucionar sin mayores contratiempos.

Ni uno ni lo otro. Primero no se puso la atención requerida y tampoco fue un problema pasajero, porque la situación fue agravándose por el aumento en el flujo migratorio y la necesidad de las familias que llegaban de tener un refugio.

Ante el descontrol se tomaron cartas, se asistió a los migrantes y hubo una dedicación con los nacionales que por distintas razones viven en la calle. Hubo avances y los constantes operativos han permitido despejar los espacios públicos de carpas e improvisados rucos.

Lamentablemente la necesidad es superior y no son pocos los espacios que siguen "tomados" por personas sin hogar, generando problemas de convivencias con vecinos y transeúntes. Y es que no podía ser de otro modo, porque son lugares no aptos para vivir y muchos de ellos están destinados para el uso comunitario.

Los pobladores urgen a las autoridades para que intervengan y solucionen el problema de convivencia. Sin embargo, la situación se ha desbordado y lo que en un momento se resuelve a las horas está nuevamente presente.

Vecinos plantean que es necesario intervenir a las personas que ocupan esos espacios. Algunos de ellos pueden reinsertarse en la sociedad y otros pueden ser acogidos en albergues o lugares transitorios de residencia.

Se requiere asistencia especializada y muldisciplinaria para atender a las personas de calle y en este sentido no puede escatimarse en esfuerzos. Si se logra alguna solución en ese sentido tendrá un carácter mucho más definitivo que los operativos de desalojo, los que quedarían para situaciones puntuales.

Es preciso que se logre avanzar en resolver una situación que es compleja y que puede que haya sido abordada en los términos planteados. No por ello se puede normalizar, se requiere intentar las veces que sea necesaria hasta encontrar una salida que permita que la ciudad se vea limpia y ordenada, con gente de calle atendida y sin problemas de convivencia.

Y las otras "tomas" en la Región, ¿para cuándo?

"No podemos permitir que estas ocupaciones sigan creciendo ni en el borde costero, ni en la falda del cerro, ni en ningún espacio de las comunas".
E-mail Compartir

En el transcurso del tiempo y los años e, incluso, durante la actual administración del gobierno del Presidente, Gabriel Boric, hemos oficiado por la instalación de distintas "tomas" en la región. Una de estas, fue la que denunciamos, a fines de marzo de este año, a la delegación presidencial local, Bienes Nacionales y Serviu. Se trata de una ocupación ilegal, que se emplaza en el costado sur del proyecto habitacional Bellavista 1, ubicado en avenida Los Leones de la ciudad de Antofagasta. Lo anterior, ha generado una serie de problemas a la calidad de vida de vecinas y vecinos del sector. Sin embargo, hasta la fecha, ni Bienes Nacionales, ni la DPR han tomado cartas en el asunto. Frente a esto, cabe preguntarnos, ¿por qué en algunos casos se actúa con un nivel impensado de celeridad y para otros no?

Dicho esto, no puedo dejar de pensar en lo que presenciamos, hace unas semanas, con la denominada "Toma VIP", en el sector El Huáscar, se movilizaron maquinarias, un gran contingente policial y hasta las mismas autoridades políticas del gobierno, en tiempo casi récord, para desalojar y, posteriormente, demoler las construcciones que ahí prevalecían, momento que fue televisado para todo el país y en el que la delegada presidencial regional señalaba que nadie está por sobre la ley, lo que me parece correcto, pero entonces llamo a que- efectivamente- cumpla con su palabra, porque pareciera que se actúa con rapidez si el tema está en los medios de comunicación.

Muchas veces se esboza que la falta de recursos es la gran piedra de tope para hacer frente a las denominadas "tomas" que se emplazan en las distintas comunas de la región, pero entonces ¿para la "Toma VIP" aparecieron todos los recursos materiales y humanos para actuar y ahora, nuevamente, ya no hay?. Es importante ser empáticos y entender que vecinos y vecinas lo están pasando mal y desde hace varios meses e incluso años por ocupaciones ilegales que solo vienen a entorpecer su tranquilidad y calidad de vida.

A lo anterior, tampoco me logro explicar un proyecto de ley que hoy se discute en el Senado y que podría regularizar las tomas del borde costero, ¿En qué se estará pensando? Es necesario tener una definición, una hoja de ruta y mayor transparencia respecto de las acciones que se abordarán para hacer frente a esta situación. En la región, hay ocupaciones que definitivamente será imposible radicar, ya sea por razones de seguridad aluvional, sísmica, inundación o por falta de servicios básicos.

Se ha informado que habrían más de 430 hectáreas obstruidas por "tomas" irregulares, de las cuales el 75% correspondería a suelo fiscal. Asimismo, la autoridad competente se defiende señalando que desde 2021, a la fecha, ha cursado unos 300 oficios a las distintas delegaciones de la región con el fin de desalojar. Sin embargo y en lo concreto, aún se evidencia una cierta pasividad e inactividad de algunas instituciones frente al tema. No podemos permitir que estas ocupaciones sigan creciendo ni en el borde costero, ni en la falda del cerro, ni en ningún espacio de las comunas.

Pedro Araya Guerrero

Senador Región Antofagasta

¿Qué se rechazó el 4 de septiembre?

"Lamentablemente hemos tenido que vivir años difíciles para llegar a ello pues sectores egoístas y conservadores lo obstaculizaron".
E-mail Compartir

Sin perjuicio de lo dicho en días anteriores en cuanto a que nuestra democracia se había ido quedando anémica en términos de votantes, reemergiendo con un 80% de participación en el plebiscito de salida, el 4 de septiembre el 62% de los votantes rechazaron el texto constitucional que se les había presentado. Objetivamente solo fue eso. Sin embargo, hoy hay quienes pretenden sacar otros provechos y conclusiones. Lamentablemente se manifiesta una vez mas las ambiciones de poder de algunos tratando de menoscabar a sus adversarios políticos dejando en segundo plano las demandas del bien común.

El plebiscito no fue respecto al actual gobierno. Tampoco el plebiscito fue una aprobación de la constitución del 80 y sus posteriores modificaciones, más aún si consideramos que las principales consignas de la campaña del rechazo fueron no a la propuesta presentada para sí hacer, de todas maneras, una nueva constitución mejor.

Téngase presente que, si bien bajo los estándares políticos tradicionales una victoria de 62% v/s 38% es muy significativa, no olvidar que hubo casi 5 millones de chilenos que sí aprobaron el texto de la constitución propuesta.

Si bien parte de los chilenos pueden pensar que hubo una derrota el 4 de septiembre, yo les diría que en una perspectiva mayor hubo una victoria, pues los consensos de hoy no existían hace 5 años, consensos que habrán de llevarnos a la construcción de un mejor vivir para un mayor número de personas.

Entre los consensos actuales se pueden destacar: disminución significativa de las quorum políticos para modificar la constitución, reemplazar la constitución del 80 y sus modificaciones, definirnos como un Estado Social Democrático de Derecho dejando atrás el Estado Subsidiario, construir un sistema político en base a la paridad de género, con la participación de los pueblos originarios y aumentando las instancias de participación directa, a su vez garantizar derechos a una buena educación, derechos a la seguridad pública, derechos a una salud de calidad, derechos a una vivienda y vejez digna como a la preservación de la naturaleza.

Lamentablemente hemos tenido que vivir años difíciles para llegar a ello pues sectores egoístas y conservadores lo obstaculizaron. Pero la responsabilidad mayor ha sido de aquella parte de la población que se fue quedando en sus casas sin participar ni menos votar, no entendiendo que en sociedad todos interdependemos entre sí y por tanto es necesaria la participación política para que exista una armonía entre propuestas y soluciones políticas con el sentir y necesidades de la población.

Marcos Simunovic Petricio

Magister en Economía Política