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PAES, los cambios que trae la nueva prueba de acceso a las universidades

PROCESO. A fines de noviembre, miles de estudiantes de la región se enfrentarán por primera vez a este examen, que a diferencia de los anteriores, mide competencias, más que conocimientos.
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Redacción

El próximo lunes 28, martes 29 y miércoles 30 de noviembre miles de jóvenes de la región enfrentarán al desafío de ser la primera generación que rinde la Prueba de Acceso a la Educación Superior, PAES, examen que trae varios cambios respecto a su antecesora, la PDT, y más aún en relación a la extinta PSU.

Entre otras novedades, el test contiene una nueva escala de puntaje (de 100 a 1.000), incorpora dos pruebas de matemáticas (una obligatoria y otra electiva) y utilizará un lenguaje más cotidiano en las preguntas, sin embargo, lo principal es que tendrá un nuevo foco: evaluar competencias, más que conocimientos.

Esto último significará todo un cambio en la forma en que se debe abordar la prueba, comentó el encargado de Admisión de la Universidad de Antofagasta, Sebastián Pérez Prado, pues el simple conocimiento de los hechos ahora no asegura un buen resultado, y habrá que enfocarse en el uso de ese saber.

"A la larga, siguen siendo preguntas con alternativas, pero con un foco totalmente distinto, porque la técnica de memorizar una respuesta ya no sirve, y será necesario saber cómo aplicar ese conocimiento bajo determinados contextos", comentó el representante de la UA.

El mejor ejemplo, dijo Pérez, está en el ámbito de las matemáticas, "donde a través de distintos procesos se puede llegar al mismo resultado, y entonces el o la postulante tiene que discernir qué le sirve más para responder. No es que exista una única forma, como era antes", precisa.

Pruebas

Según detalla el Demre en su página web, la PAES consta de dos pruebas obligatorias, llamadas Competencia Lenguaje y Competencia Matemática (M1), ambas de 65 preguntas, a las que se suman tres pruebas electivas: Ciencias, de 80 preguntas; Historia y Ciencias Sociales, 65 preguntas; y Competencia Matemática 2 (M2), de 55 preguntas.

La M1 medirá competencias matemáticas básicas, generales y transversales, que se necesitan en todos los ámbitos de la vida y en cualquier programa de estudios universitarios, extraídas del currículum escolar de 7º Básico a 2º Medio, mientras que la M2 medirá todas las habilidades y conocimientos de M1, más algunos del plan común de 3º y 4º años de Enseñanza Media. Esta última prueba tiene por objetivo profundizar en las competencias requeridas para aquellas carreras más intensivas en el uso de las matemáticas.

El Demre precisa que podrán postular los estudiantes de la promoción del año que obtengan 458 puntos promedio, o más, entre las pruebas obligatorias de Competencia Lectora y de Competencia Matemática 1, al igual que quienes pertenezcan al 10% de mejor rendimiento de su colegio, independiente de su puntaje. Además, en este proceso de admisión los alumnos y alumnas podrán postular a 20 carreras, es decir, el doble que en años anteriores.

Preparación

Sebastián Pérez afirmó que es importante que los postulantes revisen el listado de contenidos de cada prueba, que está publicado en la página del Demre y aprovechen las herramientas de simulación ahí disponibles, como también en el portal de acceso del Ministerio de Educación.

"Ahí están publicados varios ejemplos de preguntas, algunas incluso podrían aparecer en las pruebas reales, entonces es importante que los jóvenes se familiaricen con esa nueva metodología. Ojalá lo puedan hacer en grupo, porque el debate que se pueda dar sirve harto para acentuar una mirada crítica y analítica de los contenidos", sostuvo el encargado de Admisión.

También en cuanto a la preparación, Nicolás Illanes, coordinador del preuniversitario de la Universidad de Antofagasta, explicó que lo primordial es que el estudiante tenga un buen hábito de estudio y se dé el tiempo suficiente para practicar los contenidos que considera el examen.

"Una buena técnica sería que el alumno se prepare con ejercicios toda la semana y el fin de semana haga un ensayo de la prueba. Por otra parte, deben tener claro qué pruebas electivas rendirán y las posibles carreras a las cuales postularán, para focalizar bien su preparación", reforzó.

Al respecto, el coordinador del preuniversitario de la UA, comentó que esta nueva prueba viene con cambios en sus contenidos que es necesario tener en cuenta. "Por ejemplo, en la prueba de Competencia de Lenguaje ya no hay poemas o metáforas, hay más contenidos relacionados a la realidad, como noticias, columnas de opinión, artículos científicos y otros textos similares", explica.

Los resultados de la nueva Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) se difundirán el martes 3 de enero de 2023 y las postulaciones al Sistema de Acceso Mineduc, tanto para quienes rindieron la PDT de invierno como la PAES, se efectuarán entre el mismo martes 3 y viernes 6 de enero.

Adultos mayores y niños con patologías podrían sufrir con el cambio de hora

SALUD. Neuróloga recomienda ir adelantando paulatinamente las rutinas para no incomodarlos y causarles más irritabilidad por esta situación.
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Si bien este cambio, en general, no tiene mayores repercusiones en las personas, a algunas sí puede afectarlas con molestias leves -como somnolencia- o síntomas más graves, si ya tienen alguna patología del sueño u otra crónica de base.

Al respecto, la médico Anna Milan, neuróloga de Clínica Universidad de los Andes, afirma que los dos o tres primeros días luego del cambio de horario, es normal sentir irritabilidad o somnolencia, porque producto de los cambios de luminosidad y de hora, se alteran los ritmos biológicos habituales.

"Pero, quienes ya presentan enfermedades del sueño como insomnio o los síndromes de adelanto de fase y de apnea del sueño, podrían verse más afectados", añadió Milan.

Para evitar estos problemas, la sugerencia es mantener una adecuada higiene del sueño y adelantar paulatinamente la rutina nocturna (15 minutos durante los 4 a 5 días anteriores). En especial adelantando la comida, hora de baño en los niños y rutina nocturna en general. Lograr dormirse unos 15 a 30 minutos antes de lo habitual los días previos ayudará a que la "falta de una hora" no sea tan notoria en la calidad de las actividades de los días siguientes.

La especialista explica que, al menos, son cuatro los grupos de la población que podrían considerarse más vulnerables en estos cambios: Personas con enfermedades en las que existen trastornos en el ciclo de vigilia-sueño; Personas con enfermedades cardiovasculares, metabólicas o endocrinas; Adultos mayores con enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer u otras demencias. En estos casos, se pueden presentar alteraciones de sueño como agitación nocturna o somnolencia diurna; Niños: podrían tener alteraciones como irritabilidad o cambio en el apetito y ánimo durante los 2 a 3 días posteriores al cambio de horario, por lo que se recomienda que un par de días previos, se duerman y levanten unos 15 a 20 minutos antes de lo habitual para que los cambios no sean tan bruscos y logren una mejor adaptación.

"Es muy importante mantener una higiene de sueño constante, no solo los días antes del cambio de hora. Así, se puede mejorar la calidad de vida y disminuir el riesgo de desarrollar algunas enfermedades metabólicas y cardiovasculares", explica la médico Milan.

Estos hábitos son: mantener un horario estable para despertarse y levantarse de la cama de inmediato. Acostarse cuando se tiene sueño, no por obligación. Procurar dejar un tiempo de "tranquilidad" antes de acostarse a dormir.

Tomar unos 15 a 20 minutos para ir pasando del ambiente de actividad a uno de calma, bajando la intensidad de la luz y apagando pantallas ojalá una a dos horas previo a dormir.

No quedarse leyendo ni tomar desayuno en cama, evitar estimulantes como café, bebidas, nicotina, té, cacao y alcohol después de las 17 horas. Evitar la automedicación de inductores del sueño, ya que los malestares que puede generar el cambio de horario podrían aumentar.

Evitar ver TV en la cama, idealmente sacar el televisor del dormitorio, evitar resolver problemas y planificar actividades en los momentos previos a acostarse o en la cama. Si se tiene cosas pendientes, dejarlas anotadas antes de irse a dormir, evitar comidas abundantes y excesivamente condimentadas.