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Gobernar post plebiscito

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La realidad nunca es del todo objetiva. Cada uno la interpreta diferente, y en esa interpretación muchas veces pueden existir equivocaciones. Es muy fácil crear lecturas generalizadas de la realidad a partir de hechos particulares o de actos circunstanciales. Es aquí donde aparece un concepto que en filosofía denominamos realismo ingenuo, aquella visión que tiene cada ser humano y que construye verdades a propósito a partir de entorno e ideas. Esta forma de concebir las cosas muchas veces, y particularmente en estas últimas dos semanas lo hemos visto, puede estar orientada por idealismos que nublan el panorama general de las cosas, y por ende, dicha concepción de la realidad se expone a prejuicios y caricaturas que puede llegar a ser dañinos para la convivencia democrática, como ese "clasismo ideológico" en algunos que al no compartir que personas hayan rechazado, las tratan de ignorantes o bien vetar a personas por pertenecer al partido comunista.

Cuando hablamos de realidad, hablamos de fenómenos que trascienden, que van mucho más allá de nuestro ombligo y que no son necesariamente lo que uno cree. Es fácil dejarse llevar por lo que el entorno que te rodea proclama. En un mundo de redes sociales se generan realidades en base a refuerzos que puede hacer el entorno de concepciones propias establecidas. Es lo que el escritor Eli Pariser denominó como el filtro burbuja, una teoría que retrata cómo los algoritmos de internet pueden hacer que la información que consume el usuario, puede llegar en los términos en que solo contenga ideas que le son afines, lo que termina en una exaltación de la identidad y por lo tanto, un encierro en la burbuja que impide entender y respetar otros puntos de vista.

Entonces hay que ser muy cautos, porque estamos escuchado frases que no necesariamente representan lo que todos sentimos. De ningún modo el resultado del plebiscito es un espaldarazo a los partidos políticos, un triunfo de la derecha, o un apoyo a un nuevo proceso tal cual fue el anterior. Es importante interpretar correctamente lo que la ciudadanía nos pide.

La discusión constituyente y el desafío de construir una nueva Constitución se tiene que dar en un ámbito que no inhiba enfrentar los problemas urgentes que estamos viviendo y que afectan a las personas. En nuestra región tenemos temas acuciantes, como la crisis de seguridad, una migración descontrolada, falta de viviendas y una inflación que ataca el bolsillo de las personas y su capacidad de consumo, por tanto, el camino es enfocarse en trabajar por resolver esos problemas que a la ciudadanía ahora le están afectando. Hoy más que nunca se debe mostrar gobernabilidad.

Afortunadamente, el programa del gobierno regional no está supeditado a lo que pase con la cuestión constituyente, y por ello le hemos pedido al gobierno central que espabile, que deje de lamerse las heridas, que comience a actuar con sentido de urgencia de los problemas que tiene, y por sobre todo, que no pierda al norte. Nosotros hemos asumido desde el primer día que ingresamos al gobierno regional una postura en donde nos estamos haciendo cargo de los problemas y urgencias, pero esto no es un trabajo en solitario, el gobierno central, los municipios y sociedad civil, tienen un rol importante.

La mejor lectura de la realidad es la que tiene la ciudadanía, por eso escuchar, proteger y proyectar, son los pilares de nuestra gestión. Desde el Gobierno Regional seguiremos recorriendo cada comuna de esta región para enfrentar nuestros desafíos invirtiendo y aportando el soluciones que apunten a más seguridad, mejor educación y una región con mejores oportunidades para su gente.

Ricardo Díaz Cortés

Gobernador regional de Antofagasta

Pensar en el largo plazo

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En forma democrática la gran mayoría del país decidió no aprobar la propuesta de texto constitucional. Se trata de una primera etapa en este proceso, ya que hay amplio consenso en que el país debe seguir avanzando hacia una nueva Constitución, moderna, social e inclusiva.

Las regiones del norte tenemos una responsabilidad clave en el desarrollo de Chile. Desde nuestro ecosistema social y productivo, diverso y estratégico, seremos claves para aportar en la nueva etapa. Aún es muy pronto para saber qué caminos y formas tomará la nueva fase, pero desde ya avizoramos que se requerirá un trabajo colaborativo donde prime el diálogo, la escucha y los acuerdos. El país ha pedido cambios y colaboraremos para que esto avance de la mejor manera.

En medio de este contexto, hemos recibido una gran noticia esta semana: el empleo en el sector minero en el trimestre mayo-julio alcanzó a 269.000 trabajador@s, el más alto nivel de ocupación desde mayo de 2013. Asimismo, la ocupación en el sector minero creció 23% en los últimos doce meses. Destacamos este hecho positivo, considerando los duros tiempos que hemos vivido en el país, incluyendo las incertidumbres sociopolíticas, la inflación y, por supuesto, la pandemia.

Esta buena noticia también nos motiva a seguir promoviendo y fortaleciendo nuestro crecimiento y desarrollo minero encadenado y diversificador de nuestra estructura productiva. No obstante, en el corto plazo aún nuestra minería se encuentra con incertidumbres claves: el proyecto de Royalty presentado por el Gobierno considera tasas desproporcionadas que dañarían de gravedad a la minería y acabaría socavando el objetivo final del Estado: recaudar más. El Ministerio de Hacienda ha indicado que hará ajustes al proyecto. Esperamos que estos ajustes compatibilicen la recaudación tributaria y la competitividad de la industria. Porque necesitamos más inversión y fortalecer nuestro liderazgo internacional en las regiones mineras, particularmente en la nuestra.

Y en el largo plazo, desde ya nuestras regiones deben liderar la conversación en torno al proceso constitucional. Debemos aprender de los errores del proceso anterior porque queremos una mejor Constitución que despliegue todo el inmenso potencial de nuestro país y nuestra gente.

Es importante recordar, la minería no es solo un rajo o mina subterránea, es un clúster muy amplio, un sistema virtuoso de encadenamientos productivos que estratégicamente debemos profundizar para fortalecer nuestra sustentabilidad: empresas regionales de la industria y servicios, puertos, energía, desalación, hidrógeno, innovación, educación técnica, etc.

La minería nos invita y desafía a pensar en largo plazo. Sin duda, de la mano de ella podemos y debemos construir una región y país sustentable.

Marko Razmilic

Presidente de la Asociación de Industriales de Antofagasta

Un cansancio peligroso

La fatiga pandémica también se ha manifestado en una suerte de "cansancio" de la población". La población no puede postergar o incluso, dejar de lado la necesidad de cuidarse y cuidar a los demás debido al cansancio que ha dejado la pandemia.
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A pesar del tiempo que ha pasado, de condiciones como el pase de movilidad, de los contagios y los fallecimientos, el impacto de la pandemia también se ha sentido en la manera como la población enfrenta su escenario y sus riesgos.

La fatiga pandémica también se ha manifestado en una suerte de "cansancio" de la población no sólo a seguir muchas de las instrucciones sanitarias y a tomar en cuenta las medidas de autocuidado. También se refleja en el escaso interés en vacunarse, como se ha podido ver también en nuestra región, especialmente en las comunas más grandes.

De este hecho da cuenta también la segunda ronda de la encuesta MOVID-IMPACT-C "Desafíos para el abordaje del covid-19 ante el actual escenario de fatiga pandémica en Chile", proyecto dirigido por la Universidad de Chile y el Colegio Médico, donde la Universidad San Sebastián, la Universidad Central y la Escuela de Psicología de la Universidad Diego Portales participan como instituciones asociadas.

De acuerdo al sondeo, el 68,9% de los encuestados tenía cuatro dosis, el 26,6% tenía tres dosis, el 4,1% solo tenía dos dosis y el 0,4% contaba solamente con la primera.

Frente a la Disposición futura para vacunación contra covid-19, el 71,4% estaría dispuestos a vacunarse todos los años, mientras que el 8,5% no lo estaría. Asimismo, a los rezagados se les preguntó sobre su disposición a vacunarse en las próximas dos semanas, en donde el 32,9% optó por la opción "sin dudas", mientras que 19% señaló que "por ningún motivo".

Al consultar sobre el mayor incentivo para vacunarse, en todos los grupos el pase de movilidad y su estado "Habilitado" encabeza la lista. En tanto, la opción "me resulta difícil encontrar el tiempo" es la mayor complejidad que acusan los rezagados.

Este tipo den información debe considerarse como un insumo muy importante a la hora de seguir con la estrategia de prevención y de inmunización de la población, en donde la educación sigue siendo fundamental. La población no puede postergar o incluso, dejar de lado la necesidad de cuidarse y cuidar a los demás debido al cansancio que ha dejado la pandemia.